“La situación actual es la de una industria que está utilizando el 50 por ciento de su capacidad instalada, que despidió a casi 600 trabajadores en los últimos ocho meses y que sigue adelantando vacaciones. En marzo las importaciones continuaron con una fuerte suba, se vienen dos tarifazos y encima el blanqueo complica las cosas porque facilita el negocio del importador. Si esto no cambia, en seis meses nos quedamos todos afuera de combate.” Este es el panorama que trazó a PáginaI12 Rodolfo Bianchi, presidente de la Cámara Textil de Luján. Empresarios textiles de la zona esperaban ayer la visita del secretario de Transformación Productiva, Lucio Castro, pero en cambio mantuvieron una reunión con dos funcionarios de menor rango. “Vinieron a explicar en qué consiste el plan de transformación productiva. Pero la verdad es que es muy flaco. Para una pyme de 10 o 15 empleados que no tiene trabajo, es inútil”, agregó Bianchi.

Según datos de la Fundación ProTejer, el tamaño del mercado textil se redujo de 500 mil toneladas a 425 mil toneladas entre 2015 y 2016. En ese contexto de retracción, el componente importado subió del 50 al 61 por ciento. De modo que la porción nacional del mercado pasó de 250 mil toneladas a 166 mil toneladas, una caída del 34 por ciento. El gremio textil mantiene una postura similar a las patronales: “Todavía hay tiempo de no volver a los noventa”, dijo el titular de la AOT, Hugo Benítez.

El Gobierno apuesta al Programa de Transformación Productiva (TPT) que subsidia a trabajadores despedidos y busca facilitar su reinserción en empresas con “mayor dinamismo”. El programa fue reglamentado el 6 de diciembre y todavía no se concretó ninguna reincorporación. En cambio, el Gobierno restó importancia al plan de Reconversión Productiva (Repro), un salvavidas para las empresas en crisis que tuvo su auge en 2009.

“Vinieron a explicar el programa de Transformación Productiva. El Gobierno propone que la empresa presente una idea para hacer una reconversión y luego el Ministerio podría brindar ayuda técnica y préstamos a tasa subsidiada. Si el plan supone el despido de personal, esos trabajadores tendrían facilidades para ingresar a trabajar en otra empresa que quisiera tomarlos. Y si el plan de nuestra empresa supone tomar gente, sería beneficioso contratar a trabajadores que hayan sido echados de otra empresa”, explicó Bianchi. Los textiles de Luján esperaban la visita del secretario Lucio Castro, pero en su lugar asistieron dos técnicos de menor rango. “Ya no nos atienden más el teléfono”, se quejan los empresarios textiles, dedicados a la producción de tejido plano, como insumos hospitalarios, blanquería, tapicería y ropa elastizada y también jeans.

“La propuesta del Gobierno no nos sirve. Esto no funciona si no hay trabajo. Y todavía más difícil es para una pyme de 10 o 15 empleados. Ni siquiera ofrecen los Repro. El problema es que no hay un rubro que se esté destacando. En la zona de Luján hay graves problemas no sólo en textiles sino en la cerámica y en las fábricas de cartón. No hay posibilidad de reinserción laboral. Octubre de 2016 y febrero de este año fueron los peores meses. Esperamos a marzo pero viene patético”, agregó Bianchi.