Hace más de cinco años, cuando el director chileno Omar Zúñiga estaba pensando su ópera prima, Los fuertes, se encontraba viviendo en Estados Unidos ya que estaba estudiando un máster en dirección. Para ese momento había evaluado varios proyectos en inglés, pero quería hacer un film que fuera mucho más cercano a su experiencia de vida. A partir de esa intención, comenzó a pensar en la historia de amor entre dos hombres jóvenes. "Yo sentía que había cosas de la representación que hace el cine sobre el amor entre dos personas del mismo sexo que me hacían ruido, o sentía que faltaban. Y quería contar esa historia de amor y que se sintiera genuina, íntima, honesta y que lograse sacar esa etiqueta de gay, queer, homosexual. O sea, lo es evidentemente y eso también es político, pero me interesaba que cualquier persona que vea la película pueda ver su propia historia de amor ahí porque siento que es acerca de eso, que todos vivimos experiencias similares y queremos del mismo modo", comente el realizador en diálogo con Página/12.

Ahora, Los fuertes se podrá ver en la Argentina. La Asociación de Directores de Cine PCI, a través de su programa Puentes de Cine, presentará el estreno exclusivo de la ópera prima del realizador chileno en su Sala de Cine Virtual . Será este jueves 25 de junio y se dará en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBT que se celebrará el domingo 28 de junio. Ese día, también habrá un encuentro virtual entre Zúñiga y Marco Berger, a través del Instagram @pcicine.

Los fuertes transcurre en una localidad costera cercana a Valdivia, del sur de Chile. Hasta allí llega el joven arquitecto Lucas (Samuel González) a la casa de su hermana, poco antes de viajar a Montreal por una beca de estudio. En ese lugar, Lucas conoce a Antonio (Antonio Altamirano), un trabajador pesquero. De repente, la atracción es mútua y comienzan un apasionado romance. El conflicto se producirá cuando Lucas le proponga a Antonio viajar a Montreal con él. ¿Qué hacer? ¿Dejar todo para irse con su compañero? ¿O sentirse mal porque parece que la vida de Lucas prevalece por la de Antonio?

Los dos actores de Los fuertes, González y Altamirano, participaron del corto San Cristóbal, de Zúñiga, que terminó ganando el Teddy Award en la Berlinale 2015. "Filmamos ese corto que giraba alrededor de la vida de estos personajes pero que es muy distinto a la película. Lo filmamos con dos pesos, cinco personas, un formato muy precario. Después, al corto le fue muy bien y fue una sorpresa para todos y, de alguna manera, nos permitió financiar la película", comenta el director. "Las principales diferencias entre el momento del corto y ahora es que en San Cristóbal, hace seis años, estábamos buscando retratar la posible opresión que ellos dos podrían encontrar en un entorno como ése. Y creo que, a la hora de hacer la película, cambiaron algunas cosas muy deliberadamente en Chile y queríamos hacer otra historia que fuese mucho más vigente y política, que es acerca de estos dos personajes que no dejan pasar cualquier hostilidad que puedan encontrar alrededor suyo", sostiene Zúñiga.

-Dijiste que el romance entre estos dos hombres sufre el embate de las olas que vienen en su contra. ¿El mar funciona, entonces, como una metáfora de esa relación?

-En algún lugar, me interesaba ese universo marítimo-sureño de Chile porque es un universo que conozco y que me gusta mucho. Entonces, me sentía atraído a eso. Pero en la zona que filmamos hay unos fuertes medievales españoles, que son parte del paisaje, únicos en Chile, y que hablan de una idea de resiliencia o de edificios que han estado de pie durante siglos y que resisten los embates de las olas. Para mí eso tenía un poco que ver con ellos dos y cómo estos dos personajes resisten los embates de esas olas que vienen en contra de ellos. No sé si la metáfora del mar es tan directa pero sí me interesaba ese paisaje y esa idea de resiliencia de este universo.

-¿Cómo trabajaron las escenas de erotismo?

-Cuando ya se sabía que íbamos a hacer la película con Samuel González y Antonio Altamirano ya confirmados como actores principales, sabíamos que era uno de los elementos importantes de Los fuertes. Y queríamos retratar este sexo entre dos hombres de un modo honesto y genuino, pero que también fuese placentero y romántico. Muchas veces, en la representación en el cine vemos el sexo entre hombres asociado al trauma, al dolor, a lo sórdido, a lo oculto o a lo escondido y queríamos alejarnos justamente de eso. Y hacer algo que celebrara ese placer y también esa conexión romántica que ellos tienen. En términos concretos de rodaje, es algo mucho más técnico de lo que se piensa. Obviamente, generamos una atmósfera de intimidad y confianza para que los actores pudiesen estar cómodos, que era algo muy importante para mí, pero también se fue filmando por partes. No es todo completo. También coreografiamos todo con anterioridad. Lo logramos hacer y admiro mucho a Samuel y Antonio por la vulnerabilidad que nos muestran. Y más allá de los cuerpos que se ven en esas escenas, lo más complejo era esa idea de que ellos dos se están enamorando.

-¿Y la escena de violencia busca mostrar un poco la estigmatización hacia los homosexuales?

-En esta película no queríamos concentrarnos en la homofobia. Existe, es terrible y hay muchas víctimas de violencia en Chile. No estoy negando la existencia de eso en absoluto. Es algo que sigo, me mantengo atento, me conmueven las noticias que salen periódicamente al respecto. Pero cuando teníamos la posibilidad de realizar una película, quería concentrarme en el amor de ellos dos, celebrar ese amor y esa valentía. Sin embargo, obviamente queríamos dar cuenta de los rangos de hostilidad que pueden encontrar en la película. En ese sentido, es bastante realista con el Chile de hoy, en el que hay personas que van a estar ahí y te van a apoyar, y otras personas que no, y que tampoco van a explicar sus razones. Quería dar cuenta de ese rango de distintas reacciones, distintas zonas de gris de la aceptación que se ve en Chile hoy. Es un pequeño momento que da cuenta de esa posible tensión.

-¿Qué tan receptivo es el público chileno al cine LGBTI?

-Bastante. Hubo grandes películas chilenas con historias de la comunidad. Sin ir más lejos, Una mujer fantástica es la película chilena que ganó el Oscar hace un par de años. Fue muy vista dentro del país en las salas. Y hay una serie de largometrajes que han viajado internacionalmente y que cuentan distintas historias. Yo creo que es más receptivo.

-Hablaste de la división de la sociedad chilena en torno al tema de la homosexualidad. ¿Qué fortaleza tiene hoy la comunidad LGBTI para pelear por reivindicaciones, como las que sucedieron en la Argentina?

-Son muy reveladoras las diferencias entre nuestros países. Me impresiona mucho que Chile esté tan atrasado en el sentido de igualdad. Desde acá, miramos mucho a la Argentina por ser uno los pioneros de Latinoamérica en el matrimonio igualitario. Y es muy fuerte que no tengamos ese sentido de igualdad acá. Hay activismo, por supuesto. Hay varias organizaciones que hacen actividades públicas e iniciativas legales. Todavía no tenemos matrimonio igualitario, lo que es frustrante. Pero sí tenemos una fuerte ley de antidiscriminación. Y una ley de identidad de género. Ciertamente, hemos avanzado pero nos falta bastante.     

Una escena de