Minutos después de que la primera ministra británica, Theresa May, anunciara en el Parlamento que el autor de los atentados de ayer en Londres había sido investigado por sus presuntos vínculos con el extremismo, pero solo como “figura periférica”, el Estado Islámico se atribuyó el ataque en el que murieron cuatro personas y otras 40 quedaron heridas. En tanto, la capital británica retomó hoy su ritmo habitual así como también el gobierno y el Parlamento confirmaron su camino irreversible hacia el Brexit.

May se compareció esta mañana ante la Cámara baja del Parlamento, cuyos alrededores fueron ayer el escenario de un nuevo ataque terrorista. En Londres no se registraban atentados desde julio de 2005, cuando murieron 56 personas. Durante una de sus intervenciones, la premier informó que el atacante era de nacionalidad británica y que había sido investigado por sus conexiones con el “extremismo violento”. No obstante, reveló que durante los últimos tiempos no estaba siendo vigilado por los servicios de inteligencia.

“No tenemos miedo”, manifestó la mujer, quien luego dio a conocer que hay siete personas detenidas por sus presuntos vínculos con el atacante, que tras cometer los crímenes fue abatido por la policía. Scotland Yard precisó más tarde que el autor de los crímenes fue Khalid Masood, de 52 años, nacido en el Reino Unido, quien "no era objeto de ninguna investigación en la actualidad" pero "tenía varias condenas por agresiones (...) y delitos de desórdenes públicos", pero no por delitos de terrorismo. Su última condena databa de diciembre de 2003, hace más de 13 años, por posesión de arma blanca.

May también informó que los heridos graves por el ataque en Westminster son 12 británicos, tres niños franceses, dos rumanos, cuatro surcoreanos, dos griegos y un alemán, un polaco, un irlandés, un chino, un italiano y un estadounidense. "Estamos en estrecho contacto con los gobiernos de los países afectados", dijo.

Tildó al hecho de "nauseabundo y perverso" y sostuvo que “el escenario del atentado no fue una coincidencia. El atacante eligió golpear en el corazón de nuestra capital, donde gente de todas las nacionalidades, religiones y culturas se reúne para celebrar los valores de la libertad, la democracia y la libertad de expresión". "Nunca nos rendiremos al terror. Y nunca permitiremos que las voces del odio y el mal nos dividan", añadió May, tras presidir un gabinete de Seguridad.

Minutos después, un cable de la agencia Amaq, vía de comunicación del Estado Islámico, informó que “el autor del ataque frente al Parlamento británico, en Londres, fue un soldado” de ese grupo radical jihadista y añadió que su acción respondió a un llamado a atacar “a los países de la coalición internacional” que combaten a esa organización.

Antes de comenzar la sesión del Parlamento británico se hizo un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del atentado. Tanto en el interior como en el exterior del recinto, policías, parlamentarios y ciudadanos de a pie guardaron silencio a menos de 24 horas después de que un hombre atropellara a varias personas cerca del Big Ben y luego acuchillara hasta la muerte a un policía que custodiaba el Parlamento.

Por su parte, el responsable del área antiterrorista de la policía londinense, Mark Rowley, sostuvo que las investigaciones “parten de la base de que el atacante actuó solo, inspirado en el terrorismo internacional". En el mismo sentido, el ministro británico de Defensa, Michael Fallon, sostuvo que el hecho “estuvo relacionado con el terrorismo islámico".

En tanto, si bien la ciudad recuperó su ritmo habitual, las medidas de seguridad aumentaron y las requisas en el Parlamento serán revisadas. La zona alrededor del edificio continuaba cerrada y era sobrevolada por helicópteros. Por otra parte, un portavoz del Ejecutivo confirmó a la agencia DPA que May mantiene sin cambios la fecha del 29 de marzo para el anuncio de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el "Brexit".

Según la reconstrucción de los hechos, el sospechoso atropelló primero a un grupo de personas en el puente de Westminster, situado junto al Parlamento, donde mató a un hombre de unos 50 años y a una mujer de 43 británica con raíces españolas que se dirigía a recoger a sus hijos a la escuela. Luego el sospechoso se bajó cerca del edificio del Parlamento y mató a puñaladas a un policía de 48 años, padre de familia. Los otros agentes le dispararon y lo mataron.

El vehículo utilizado para el ataque, un Hyundai, fue alquilado en la ciudad de Solihull, cerca de Birmingham, según explicó la empresa de alquiler a medios británicos.

El ataque generó rechazo a nivel internacional y actos de solidaridad. A las 19 (hora inglesa) está previsto un acto en Trafalgar Square, en Londres. Además, la Torre Eiffel apagó su iluminación en París y sobre la Puerta de Brandeburgo, en Berlín, se proyectarán los colores de la bandera británica. El Parlamento de Escocia pospuso el miércoles una votación sobre un nuevo referéndum de independencia del Reino Unido tras el ataque. La sesión se llevará a cabo el próximo martes, indicó un portavoz en Edimburgo.