A horas de un duelo crucial ante Atlético de Madrid (este martes desde las 17, por ESPN), el reciente traspié de Barcelona en Vigo, con el empate 2-2 ante uno de los últimos de la tabla, sigue dando que hablar. Es que durante una pausa del encuentro ante Celta, las cámaras tomaron el ninguneo de Lionel Messi para con uno de los asistentes del entrenador Quique Setién, Eder Sarabia, disparando nuevamente las alarmas sobre el mal clima que se vive en el equipo que actualmente es escolta en La Liga de España, a dos puntos del líder Real Madrid.
En las imágenes que se hicieron virales este fin de semana se puede observar cómo Sarabia, barbijo de por medio, se acerca a los jugadores mientras se están refrescando. Indicación va, indicación viene para Suárez y ter Stegen. Pero cuando es el turno de hablar con Messi, el rosarino se hace el desentendido y enfila para la dirección opuesta a donde se encuentra Sarabia, sin cruzar mirada. A la vez, se cubre la boca para dedicarle unas líneas al asistente y posteriormente dice algunas palabras al aire mientras se va.
La escena es presenciada por el mismísimo Setién, quien desde el fondo mira atónito y se rasca la cabeza como no entendiendo qué sucede.
"Yo lo entiendo como algo
natural. Yo tampoco era un jugador fácil. Lo que tenemos que tratar es de
convencer a todos de la idea que tenemos. No le doy ninguna importancia",
opinó Setién en conferencia de prensa al ser consultado sobre el desplante del capitán.
Previamente, el entrenador culé había sido apuntado por Luis Suárez, quien convirtió los dos goles en el empate en Vigo. "Para algo están los entrenadores, para analizar esa clase de situaciones. Nosotros
lo damos todo en la cancha y te queda la sensación de que fuera de
casa estamos perdiendo muchos puntos importantes que no perdíamos otras
temporadas", espetó el uruguayo, sobre la reciente mala racha de su equipo a domicilio, donde perdió cuatro puntos (0-0 con Sevilla y el mencionado 2-2 ante Celta) que fueron aprovechados por Real Madrid para subirse a la punta del torneo.
Por ende, Barcelona necesita ganar en el Camp Nou ante Atlético de Madrid este martes si quiere mantener las aspiraciones de revalidar el título.
Mientras los catalanes no ganan ni convencen con su juego, para el equipo de Diego Simeone es el mejor momento de la temporada, con cuatro triunfos consecutivos para subirse al tercer puesto del torneo (a 13 puntos de la cima) tras un flojo rendimiento antes del parate.
De todos modos, el Camp Nou no es un escenario agradable para Simeone y sus dirigidos. Cinco empates, siete derrotas y ningún triunfo en cada una de sus visitas. Un historial poco alentador.