La Fórmula 1 comenzará su 71° campeonato envuelta en un largo manto de incertidumbre, sin saber siquiera cuántas carreras se correrán ni tampoco dónde. Cuando este viernes se ponga el semáforo en verde para las prácticas del Gran Premio de Austria, que se disputará el domingo a las 10.10 con las tribunas vacías y transmisión de ESPN, habrán pasado más de siete meses desde la carrera en Abu Dhabi que cerró el torneo 2019. Ni el más pesimista hubiera imaginado que, Coronavirus mediante, la F1 se enfrentaría a un inicio tardío (nunca antes arrancó con el calendario tan avanzado, a 187 días del primer día del año) ni con la atención dividida entre lo deportivo y lo que hay alrededor. Un alrededor acorde a esta nueva normalidad, con medidas sanitarias que van desde controles constantes de fiebre hasta testeos masivos y ausencia de podio y eventos promocionales. Una F1 sin champagne

Trabajo en equipo, en la previa del GP de Austria.

Al igual que las ligas de fútbol europeas o la NBA, el objetivo es salvar el año a como dé lugar para cobrar los jugosos contratos de televisación, aunque resguardando a los participantes y respetando las normativas epidemiológicas de cada país. Es por eso por primera vez se correrán dos pares de carreras consecutivas en la misma pista (el 12 repite Austria, el 2 y 9/8 en Inglaterra), lo que permitirá que los diez equipos (con un máximo de ochenta personas cada uno) puedan instalarse durante diez días en los autódromos sin contacto con el “exterior” ni entre rivales. Las reuniones serán virtuales y todos deberán usar máscaras faciales cuando sea imposible mantener la distancia social, además de realizarse un test PCR cada cinco días. "El número de interacciones debe minimizarse para mitigar la transmisión del virus entre equipos”, dijo la FIA a través de un comunicado.

El contexto inédito obligó a medidas inéditas. Truncado el plan original de empezar en marzo –el evento inaugural de Australia se canceló horas antes del inicio luego de un caso positivo de Covid-19 en la escudería McLaren– y realizar una decena de carreras en el primer semestre, la temporada 2020 tiene apenas ocho fechas confirmadas hasta principios de septiembre, todas en Europa y sin público: a los dobletes en Austria e Inglaterra se les sumarán los GP de Hungría (19/7), España (16/8), Bélgica (30/8) e Italia (6/9). La idea de la empresa dueña de la F1, Liberty Media, es un calendario anual con entre 15 y 18 carreras, aunque los últimos movimientos apuntan a una cifra más cercana al límite inferior que al superior. 

Italia repetiría el 13/9 en el circuito de Mugello, que no estaba en el calendario pero es propiedad de Ferrari y, detalle no menor, coincidiría con la carrera 1000 de los autos rojos. Luego seguirían un par de carreras más en Europa (se habla de Portugal, San Marino y hasta un doblete en Rusia), para luego hacer las valijas con destino a Bahrein y Abu Dhabi, donde también podría correrse dos veces. La confirmación de estos planes implicaría modificar el reglamento ya que, al tratarse de un mundial, la F1 debe visitar tres continentes para que el título sea oficial. Para eso Brasil o México deberían llevar adelante su GP, pero cruzar el Atlántico para luego ir Medio Oriente asoma como un desafío logístico y sanitario enorme, sobre todo con Latinoamérica pintada de rojo por la pandemia.

Pero durante el parate también tuvo novedades deportivas, aunque no de cara a 2020 sino a 2021. Ferrari anunció el fichaje del español Carlos Sainz Jr., cuya butaca de McLaren será para el actual piloto de Renault Daniel Ricciardo. Ese movimiento dejó sin lugar en Ferrari al cuádruple campeón alemán Sebastian Vettel, que podría alejarse de la máxima o mudarse a Mercedes para compartir equipo con otro múltiple campeón como Lewis Hamilton, siempre y cuando su coequiper Valtteri Bottas no renueve contrato. ¿Cómo será la convivencia de Vettel con la escudería italiana sabiendo que está de salida? ¿McLaren le hará pagar a Sainz Jr. su anuncio prematuro? ¿Podrán Max Verstappen y Charles Leclerc, con solo 22 años, cargar el peso de ser las cartas principales de Red Bull y el Cavallino rampante? Desde este viernes se sabrán las respuestas.

Salvando el año 

La F1 no es la primera categoría en volver. El Nascar lo hizo el 17/5 con la idea de hacer las 36 fechas originales. Desde entonces disputó 11 carreras en 45 días, varias de ellas entre semana y casi todas en circuitos cercanos a las bases de los equipos, y ya tiene un calendario confirmado con otras seis presentaciones en un mes. Hasta ahora no hubo público, aunque el gobernador texano Greg Abbot aprobó los protocolos para que a la carrera del 19/7 puedan ir 65 mil personas aun cuando ese estado atraviesa un rebrote preocupante. Una línea similar sigue la Indycar, que a principios de junio corrió allí su primer evento del año y ya tiene los ojos puestos en las míticas 500 millas de Indianápolis pautadas para el 23/8. Los organizadores avisaron que no habrá carrera si no se permite el ingreso de al menos 100 mil espectadores, un tercio de la capacidad máxima de las tribunas.

Por otro lado, el Moto GP no dudó en afincarse en España para salvar su temporada. La categoría reina de las dos ruedas correrá cinco carreras en ese país, dos en Italia y Austria y una en Francia y República Checa. Parece muy difícil que puedan hacerse las fechas fuera de Europa, entre ellas la de Argentina, pautada para abril y luego desplazada a noviembre. Y si se habla de salvar el año, qué decir de la Fórmula E, que debido a su campeonato desplazado del resto (arrancó en noviembre y debía culminar en julio) tendrá ¡seis! carreras entre el 5 y el 13/8 en distintos circuitos armados dentro del aeródromo berlinés de Tempelhof

La incógnita argentina

El futuro del automovilismo en la Argentina es igual de incierto que el de todos los deportes. Las categorías nacionales (TC, TN, STC2000 y Top Race) esperan una respuesta a los protocolos presentados ante Ministerio de Deportes y Turismo, y volverían a las pistas no antes de fines de agosto. Según contó al programa radial Campeones Fernando Miori, gerente general de la ACTC, el ente rector del Turismo Carretera, la idea es mover no más de 400 personas (tres o cuatro personas por auto, además del piloto) para realizar eventos de dos días (en lugar de tres) fuera del AMBA. Para eso están en contacto tanto con funcionarios de Neuquén, Misiones, Entre Ríos, Rosario y San Nicolás como del Ministerio de Transporte para coordinar los traslados. “Podríamos ingresar el sábado temprano al autódromo para hacer los entrenamientos y la clasificación desde el mediodía, y las series y la final el domingo. Todo sin salir del predio ni tener contacto con la ciudad”, contó el dirigente. Por el lado del Súper TC2000, hace una semana su Gerente General, Francisco Aldinio, se reunió con el Ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens, con miras a un retorno que podría realizarse en Córdoba, donde tienen su base cuatro equipos oficiales, siempre que haya un apoyo del gobierno provincial.