Leopoldo Martín Martínez se abrió camino en la barra de Central a los tiros y un padrinazgo que es bendición en el mundo del delito en la ciudad: Los Monos. Lo conocen como “Pitito”. Se ganó la fama cuando baleó a un policía en cancha de Newell’s en 200 pero paradójicamente marcó territorio en zona sur bajo el respaldo implícito de las fuerzas de Seguridad para liberarle la zona donde la barra decide pintar en la vía pública. Se enfrentó a balazos con hinchas de Newell’s para quedarse con un paredón para dejarlo azul y amarillo y se erigió como la mano derecha de Andrés “Pillín” Bracamonte en 2016, tras el asesinato de Julio César Navarro, alias "Cara de Goma".

“Pitito” cayó presó por balear a un policía en el Coloso del Parque en un clásico en 2001. Esa fue su carta de presentación en la barra de Central que, por entonces, tenía mando sin madurar de Bracamonte. Ya con “Pitito” en libertad, la barra canaya sufre una balacera mientras compartían un asado nocturno en la subsede de "Clubsito" con la presencia de “Pillín”. Nadie se atribuyó el ataque, pero todos señalaron a “Pitito”.

Bracamonte nunca desconoció la ambición de Martínez por llegar al liderazgo de la hinchada. Tampoco su pertenencia a Los Monos. Esa fue la puerta de entrada de Bracamonte a la banda que lidera la familia Cantero. Y lo que empezó como un pacto terminó siendo una alianza. “Pitito” pasó a ser el hombre de Los Monos en la hincha de Central.

Pero Martínez se ganó reputación por ser referencia de la hinchada en zona sur. En barrios donde predominan los hinchas de Newell’s, “Pitito” se impuso en la calle dando protección a los jóvenes hinchas con ganas de pintar paredones en la vía pública (ver edición del 3 de septiembre de 2017). “Pitito” se enfrentó a tiros con hinchas de Newell’s para quedarse con un paredón. Ahuyentó con un revolver a más de 20 simpatizantes en Av. Uriburu y Circunvalación.  El ladero de Bracamonte ganó la calle para pintar por acuerdos con la policía. Nunca le substrajeron ni una lata de pintura, mientras los pibes leprosos pasaron de ser detenidos una y otra vez. La disputa por los pinceles llegó a su máxima expresión cuando a “Pitito” lo emboscó en barrio Martin un grupo organizado de barras leprosos. Se transportaba en un auto Fiat Uno que se retiró del lugar a toda marcha con más de diez orificios de bala en 2016.

Para preservarse, Bracamonte pactó con Los Monos. Un arreglo que lo alejó de los acuerdos de tribuna gestados al calor de su pelea con la familia Bustos en 1999. Julio César Navarro fue uno de sus compinches. Quien era conocido como “Cara de Goma” estuvo en puja permanente con “Pitito”. Una discusión que se elevó de tono, aún hoy, es señalada como la razón para ordenar el asesinato de Navarro en 2016, con el trasfondo del narcotráfico. Desde entonces Bracamonte cambió de compinche. No hay amistad. Solo por negocios, “Pitito” trepó el segundo peldaño de la barra. Y hasta ahí llegó.