El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) informó que, gracias al trabajo en conjunto con la Fiscalía General de la República (FGR), se identificaron los restos óseos de Christian Alfonso Rodríguez, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. 

El prestigioso equipo de investigación argentino analizó el dictamen del laboratorio de genética de la Universidad de Medicina de Innsbruck, Austria, dado a conocer este martes por la FGR de México. Los resultados concuerdan con el análisis del EAAF sobre las muestras provenientes de restos recuperados en el municipio de Cocula, estado de Guerrero. El titular de la Unidad para el caso Ayotzinapa de la FGR, Omar Gómez Trejo, detalló que los restos fueron encontrados lejos del basurero donde, según la criticada "verdad histórica", habían sido quemados los jóvenes. Estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Rodríguez desapareció cuando tenía 19 años y cursaba primer año en esa casa de estudios. 

El resto hallado corresponde a un hueso del pie derecho y fue identificado entre el 25 y 26 de noviembre de 2019. Fue recuperado junto a otros restos óseos humanos como parte de la búsqueda realizada por la FGR bajo la dirección de Omar Gómez Trejo. La detección tuvo lugar entre el 20 de noviembre y 28 de noviembre de 2019 en la barranca La Carnicería, en el municipio mexicano de Cocula.

El sostenido trabajo del EAAF

Mercedes Doretti, miembro fundadora y directora para Centro y Norte América del EAAF, espera que las "nuevas investigaciones continúen un proceso de verdad". "El EAAF continuará trabajando en la investigación junto a las familias de los 43 estudiantes, sus representantes legales y la Unidad Especial para el Caso Ayotzinapa de la FGR", aseguró Doretti. Desde el 2014, el equipo participa en gran parte de las búsquedas de los estudiantes. 

Entre 2015 y 2016, el EAAF colaboró con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) creado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que se instaló durante ese período en México para investigar el caso. En febrero de 2016, el análisis a cargo del EAAF no encontró evidencia física para sostener la incineración de 43 cuerpos en el basurero de Cocula entre el 26 y 27 de septiembre del 2014, tal como sostenía la versión oficial de los hechos conocida como "verdad histórica" y sostenida por las autoridades de aquel momento. 

Junto con las investigaciones del GIEI y otras organizaciones de derechos humanos, el informe del EAAF sobre el basurero de Cocula permitió a las familias de las víctimas solicitar el redireccionamiento de la búsqueda hacia otras líneas de investigación, y exigir una investigación completa sobre las graves irregularidades ocurridas al inicio de la causa.

En el año 2017, con autorización de los familiares de los 43 estudiantes, el EAAF le pidió la reconstrucción de la escena del crimen de la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014 en Iguala, a Arquitectura Forense (Forensic Architecture), ONG inglesa que investiga violaciones a los derechos humanos utilizando plataformas digitales. En conjunto, se desarrolló una cartográfica interactiva para explorar la narrativa oficial y sus inconsistencias, comparándola con la versión de sobrevivientes y testigos de esa fatídica noche. 

En esta ocasión, el EAAF iba a ser parte de la diligencia de levantamiento de muestras organizada por la Unidad Especial para el Caso Ayotzinapa de la FGR, pero sus profesionales no pudieron participar ya que estaban con licencia médica debido a una afección de salud originada en otra diligencia de esta misma investigación a fines de octubre de 2019. 

Al finalizar el trabajo de levantamiento el EAAF participó, junto a peritos de la FGR, del estudio de toda la evidencia recuperada. Fueron analizados más de 100 fragmentos óseos severamente fragmentados y alterados por exposición a altas temperaturas correspondientes al menos a dos personas. El EAAF también participó en la selección de muestras a ser procesadas genéticamente.

El EAAF junto al fiscal Omar Gómez Trejo participaron del traslado de las muestras al laboratorio genético de Innsbruck el pasado 2 de marzo. Gómez Trejo relató que tras recibir información sobre el paradero de los estudiantes y comprobar su veracidad, llevó a cabo una búsqueda en un punto ubicado en el municipio de Cocula, conocido como barranca de la Carnicería. "Este lugar no es el basurero de Cocula, ya que la barranca se encuentra a más de 800 metros de distancia de donde se crea la narrativa de la verdad histórica", dijo Gómez Trejo.

Según la versión oficial del gobierno del entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, la noche del 26 de septiembre de 2014, 43 jóvenes fueron detenidos por policías municipales y entregados a integrantes de Guerreros Unidos, que los asesinaron e incineraron sus restos en un basural. Hace apenas una semana y como muestra de los avances en la investigación, la FGR ordenó la detención de 46 funcionarios del sureño estado de Guerrero por su presunta relación con la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.