El FMI dio su respaldo a la oferta de deuda presentada por el Gobierno, como había adelantado este diario. El ministro de Economía Martín Guzmán planteó que la Argentina hizo un esfuerzo importante en la propuesta de reestructuración. “Argentina necesita resolver este problema de deuda insostenible para tener condiciones de recuperación y un país más estable y dinámico”, dijo.

El funcionario planteó que “la intención es encontrar un acuerdo con BlackRock. No queremos confrontar”. La pelota ahora se encuentra del otro lado de la mesa de negociación. “Transitamos un proceso complejo y con esta oferta se cierra. Argentina muestra una gran voluntad de acordar, hicimos un gran esfuerzo. Básicamente, ahora la decisión está del lado de los acreedores”, afirmó Guzmán.

“La situación es así: por un lado hemos tenido acuerdos con un número de acreedores, hubo un diálogo constructivo, pero hay un grupo de inversores muy importante con el que no y en un momento dejaron de negociar, plantándose en una situación que Argentina no podía sostener”, indicó el jefe del Palacio de Hacienda.

Guzmán aseguró que “esperamos que en los próximos días haya un comunicado en contra y después se tomen un tiempo para decidir”. Indicó que “hicimos el máximo esfuerzo dentro de lo que podemos cumplir. Si no pudiéramos cumplir no tendría sentido”.

Cupones sostenibles

“Hoy Argentina tiene una tasa interés promedio en dólares de 7 por ciento. Es altísima. En el 2016 Argentina se volvió a endeudar y había expectativa pero también un reconocimiento del riesgo”, aseguró. “Solo iba a poder Argentina si le iba bien, pero no fue así. Fue una mala inversión de los inversores y un mal endeudamiento de Argentina”, apuntó.

El funcionario ratificó que buscamos bajar esas tasas. “No se pide a los acreedores que pierdan, sino que ganen menos. Todo el mundo pone algo, Argentina hizo su parte”, puntualizó. “Cuando esto empezó, las expectativas de los acreedores eran muy diferentes de lo que está ocurriendo, no había un entendimiento claro de lo que pasa en Argentina, el distanciamiento era enorme. Se hablaba de reperfilar”, añadió.

El Ministro de Economía explicó que “hay dos grupos de deuda. La que se emitió a partir de los canjes 2005 y 2010, y la que se emitió a partir de 2016, que es la mayor parte, bajo el gobierno anterior. Para esta última deuda lo que se requiere es que las dos terceras partes de los tenedores de deuda acepten, más la mitad de cada bono”.

Agregó que “ahora la Argentina está considerando también la posibilidad de no llegar a resolver todo y resolver una buena parte. Nosotros vamos a considerar cerrar con una parte arreglada”, explicó Guzmán. 

“Sería que no se llegue a las mayorías para cerrar el 100 por ciento de la deuda, que quede una parte reestructurada y no el 100 por ciento. Argentina obviamente consideraría tomar eso, porque ya es un avance”, indicó.

“Si los acreedores quisieran esperar, la realidad es que la situación va a ser peor. Estamos en una situación de doble crisis: crisis macroeconómica, que ya el país tiene desde abril de 2018 y crisis del coronavirus”, apuntó Guzmán. “¿Pensamos que la capacidad de repago va a ser mejor si se espera a resolver los problemas? La verdad no. Acá se hizo una oferta muy razonable y es en el mejor interés de todas las partes cerrar”, cerró el ministro.

Apoyo del FMI

“La oferta de las autoridades argentinas es un paso importante en el proceso de reestructuración de la deuda con sus acreedores privados”, aseguró el vocero del FMI, Gerry Rice.

“Esperamos que todas las partes involucradas continúen trabajando de manera constructiva y oportuna con el objetivo de llegar a un acuerdo que coloque la deuda pública en un camino sostenible y establezca las bases para un crecimiento inclusivo y duradero en el futuro”, agregó el vocero del organismo de crédito internacional.

Sergio Chodos, el director por el Cono Sur en el Fondo Monetario Internacional, fue otro de los funcionarios argentinos que realizó declaraciones sobre la reestructuración. “Esta oferta es lo máximo que la Argentina puede afrontar. Me parece que hemos llegado al límite absoluto de lo que el país está en condiciones de pagar en la reestructuración. Existe un reconocimiento de muchos sectores en este sentido”, planteó.

Precisó que “si Argentina llegase a empezar a prometer más no lo podría cumplir y entonces lo que ganarías en promesa lo perderías en credibilidad. Lo que marca un tope natural, un compromiso, un señalamiento muy claro de que esto es lo que hay”.