La multinacional Amazon se convirtió en la última compañía en anunciar que eliminará todo el merchandising de los Redskins de Washington que tiene en su catálogo para la venta, mientras que el equipo evalua un cambio de nombre por sus connotaciones racistas. El nombre Redskins (Pieles rojas) está considerado “un insulto racista, definido así por el diccionario” hacia los pueblos originarios de Estados Unidos, aseguran los promotores del cambio de denominacion. 

"Con el anuncio del equipo de Washington y la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), estamos eliminando productos con el nombre y el logotipo del equipo de nuestras tiendas", dijo un portavoz de la compañía a la cadena CNBC, que informó que a los vendedores en Amazon se les dio 48 horas para eliminar la mercancía de los Redskins.

La acción de Amazon de quitar todos los productos de sus tiendas electrónicas es una forma de presionar al equipo para que cambie su nombre, que tiene connotaciones racistas. Antes de la decisión tomada por Amazon, otras compañías como Nike, Walmart, Target y Dick's Sporting Goods ya habían decidido eliminar los productos de los Redskins para la venta en línea mientras el equipo revisa su nombre. Por el momento, la mercancía de los Redskins se pueden seguir comprando en Fanatics.com y NFLShop.com, informó el Sports Business Journal, citando portavoces de la compañía.

Los Redskins anunciaron el viernes que "se someterán a una revisión exhaustiva del nombre del equipo" en medio de una presión renovada. Ahora se considera probable un cambio del nombre, sin que en el mismo haya ninguna referencia a los nativos norteamericanos, aunque sí se podrían mantener los actuales colores granate y dorado como sus grandes señas de identidad y reflejo de su historia deportiva que le ha permitido ganar tres títulos de Super Bowl en 1982, 1987 y 1991.


El dueño del equipo, Dan Snyder, está bajo más presión en las últimas semanas para cambiar el nombre dado el clima social en los Estados Unidos tras el asesinato del ciudadano negro George Floyd cuando se encontraba bajo custodia policial en Minneapolis.

Snyder no había mostrado disposición para cambiar el nombre desde que lo compró el equipo en 1999, pero esta vez también se está viendo presionado por accionistas minoritarios que ya manifestaron su intención de vender las acciones que poseen de los Redskins. Además, corre el riesgo de que patrocinadores importantes también resuelvan cortar su vínculo si el equipo se sigue llamando Redskins.

En ese sentido, la empresa de correos FedEx, que paga en total 205 millones de dólares para que el estadio donde juegan los Redskins lleve su nombre hasta 2025, estuvo entre los sponsors que solicitaron a los dueños que el equipo cambie el nombre. En caso contrario, indicaron que podrían considerar su relación contractual con la franquicia de Washington.

Incluso, el gobernador del estado de Maryland, Larry Hogan, un republicano moderado y crítico de las políticas del presidente Donald Trump, se manifestó partidario del cambio de nombre. “Pienso que este momento es probablemente el correcto. Me alegra que estén teniendo esta discusión. Creo que el nombre se cambiará”. dijo Hogan, que en 2014, cuando asumió su cargo, consideraba que no era necesaria una nueva denominación. Sin embargo, ahora buscó diferenciarse de Trump, que estimó que la franquicia estaba evaluando el cambio de nombre sólo “a fin de mostrarse políticamente correcto”.

En forma paralela, varios líderes y organizaciones de nativos americanos enviaron el lunes una carta al comisionado de la NFL, Roger Goodell, pidiendo que la liga obligue a Snyder a cambiar el nombre del equipo de inmediato.