Un relevamiento de ONU Mujeres confirma que el 54 por ciento de las mujeres de América Latina y el Caribe trabaja en la economía informal, frente a un 52 por ciento de varones empleados en ese sector. Se trata de una proporción marcada especialmente en países con ingresos bajos y medios-bajos, si bien a nivel mundial el empleo informal es una fuente mayor de trabajo para los varones (63 %) que para las mujeres (58 %). En África subsahariana, por dar otro ejemplo, cerca del 92 por ciento de las mujeres empleadas trabaja en la economía informal, en comparación con el 86 por ciento de los varones. “Es probable que la pandemia provoque una prolongada caída de los ingresos y la participación de las mujeres en la población activa“, detalla el informe. Según cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo mundial aumentará entre los 5,3 y los 24,7 millones, a partir de un nivel base de 188 millones en 2019, como resultado del efecto del Covid-19 en el crecimiento del PBI mundial. “Las trabajadoras informales, migrantes, jóvenes y las personas más pobres del mundo, entre otros grupos vulnerables -concluye- , son más susceptibles a los despidos y a las reducciones de plantilla.”