Las informaciones que señalan que por la pandemia hubo médicos que tuvieron que elegir a quienes dar prioridad en la atención generaron escalofríos. La sensación es similar cuando (salvando las diferencias, si las hubiera) los agentes de Salud preguntan a las autoridades los criterios para repartir la leche a niños y embarazadas vulnerables porque les llegó la mitad de lo que necesitan.

Una nota elevada los primeros días de julio a Juan López, gerente del Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal (ciudad cabecera del departamento San Martín) da cuenta de esta preocupación. Desde el gobierno de la provincia les llegó solo la mitad de la leche a repartir entre niños de Bajo Peso (BP) Muy Bajo Peso (MBP), los que están en Riesgo de Bajo Peso (RBP), y aquellos que tienen peso adecuado, los recuperados y embarazadas.

Las categorías surgen de la nota que se elevó al responsable hospitalario. Según fuentes consultadas por Salta/12, el faltante de la leche llegaría durante la segunda quincena. Ante las consultas al Ministerio de Salud, se indicó que la directora de Alimentación Saludable, Silvia Quiroga, recién responderá el lunes.

La nota, a la que accedió Salta/12, elevada por la jefa del Programa de Atención Primaria de la Salud (APS) del Hospital, María Pérez Nieva, y dirigida a López, indica que el stock de leche mensual para entregar en julio fue de 3.804 kilogramos. Pero aclara la nota que “desde enero de 2020 se manejaron salidas de 7.400 kilos (de leche), por mes”. O sea que lo recibido para julio, es un poco más de la mitad de lo que se recibe normalmente.

Se comunicó al nivel central en la Dirección de Alimentación Saludable si podrían enviar una normativa de distribución debido a la escasez de kilos a entregar. En consulta con los supervisores del Programa se plantearon dos estrategias de distribución las cuales ponemos a su consideración para comenzar con la distribución del mes a saber: -Entregar a niños con bajo peso (BP) y Muy Bajo Peso (MBP), cantidad total que corresponde y a los de Riesgo de Bajo Peso (RBP), solo 1 kilogramo. Quedan afuera de entrega: adecuados, recuperados y embarazadas”. La alternativa apunta a: -“Entregar a niños con Bajo Peso (BP), y Muy Bajo Peso (MBP), cantidad total que corresponde y a las embarazadas. Quedan fuera de entrega adecuados, recuperados y Riesgo de Bajo Peso (RBP)”, dice la nota.

En el escrito la titular de APS solicita al gerente “que informe a la brevedad posible cual estrategia le parece la adecuada ya que cualquiera de las dos va a generar malestar en la comunidad”. Sucede que son los agentes de esta área quienes tienen interacción directa con los miembros de las comunidades. La nota establece la salvedad de que “la estrategia implementada de distribución también se debe aplicar a la leche que entrega enfermería de Primer Nivel y Vacunatorio del Hospital”.

Un ajuste que quedó en el camino

El radiograma N° 6.179, al que también accedió Salta/12 el primero de julio pasado, establecía un ajuste para el combustible de las ambulancias y móviles usados por los hospitales. Ese mismo día hicieron consultas a quien firmó la nota, el director general del Parque Automotor, Esteban Pouchou, quien derivó el requerimiento al área de prensa del Ministerio de Salud. “Está sin efecto”, dijeron los responsables del área el 2 de julio. Algunos responsables hospitalarios, en tanto, solo supieron que el radiograma existió y ese mismo día fue dado de baja.

El radiograma 6.179 firmado por Pouchou estaba dirigido “a todos las áreas operativas”, y sus respectivos “gerentes generales, gerentes administrativos y/o encargados de movilidad”.

El texto indicaba: “se comunica a todos los gerentes generales, gerentes administrativos y/o encargados de movilidad, que a partir del día 01/07/2020 y por disposición expresa del coordinador administrativo de la Gobernación, y conforme a facultades propias conferidas por decreto 233/14, dispuso implementar una reducción en el cupo mensual de combustible equivalente al 10 por ciento promedio de consumo mensual, utilizado en estos últimos cinco meses, para todos los vehículos afectados a cada área operativa”.

La vida del radiograma fue corta pero suficiente para generar preocupación. Pues para los responsables hospitalarios esta disposición, de haberse cumplido, iba a generar más complicaciones a las que ya tienen los hospitales del interior, desmantelados de recursos técnicos, estructurales y humanos. Y por esas mismas falencias deben recurrir constantemente a los traslados en distancias no muy cortas.