Desde Lima. Crisis ministerial en medio de la pandemia, que tiene al Perú como el sexto país del mundo con más casos de coronavirus. El miércoles, el presidente Martín Vizcarra cambió su gabinete ministerial. Los cambios llegan cuando el Congreso, en el cual el oficialismo no tiene bancada propia, preparaba la interpelación a cuatro ministros. Tres de los que iban a ser interpelados -el jefe del gabinete y los ministros de Salud y Justicia- dejan sus cargos, y se queda el de Educación. El saliente primer ministro, Vicente Zeballos, en el puesto desde septiembre pasado luego que Vizcarra cerrara constitucionalmente el Congreso, es reemplazado por el también abogado Pedro Cateriano, que ya ocupó el cargo en el gobierno de Ollanta Humala (2011-2016) y es muy cercano al Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, con quien comparte las mismas posturas neoliberales. Salen once de los dieciocho ministros y dos cambian de cartera.

Cateriano, un defensor de la ortodoxia económica liberal, ingresó a la política en 1990 de la mano de Vargas Llosa, cuando el escritor postuló sin éxito a la presidencia. Fue diputado por el frete que apoyó a Vargas Llosa. Desde entonces, es uno de los voceros del liberalismo económico y mantiene una cercana identificación política con el Nobel de Literatura, de conocidas posiciones de derecha. Asume el cargo en un momento crítico, con la pandemia que no cede, una apertura económica que ha instalado dudas y temores por sus posibles efectos en un crecimiento de los contagios. Su nombramiento es considerado un acercamiento al empresariado.

El saliente jefe del gabinete ministerial, Vicente Zeballos, ha sido hasta ayer brazo derecho y principal operador político del presidente Vizcarra en la defensa de las reformas políticas y judiciales propuestas por el gobierno, lo que lo llevó a enfrentamientos con el Congreso. Antes de ser primer ministro, había sido ministro de Justicia. Cateriano ha dado su apoyo a estas reformas.

Es la segunda vez que se cambia al ministro de Salud desde que estalló la pandemia, una peligrosa inestabilidad en el puesto cuando se enfrenta la peor crisis sanitaria que se recuerde. El saliente ministro Víctor Zamora había asumido en marzo, pocos días después de declarada la cuarentena general. Desde el primer día tuvo que enfrentarse a un precario sistema de salud pública, debilitado por distintos gobiernos neoliberales. Con pasado ligado a la izquierda, Zamora cuestionó duramente ese abandono de la salud pública, pero durante su gestión se mantuvo una especulación sin control en los precios de medicamentos y del oxígeno necesarios para los pacientes de covid - 19. La criticó, pero no pudo hacer nada para terminar con ella. Logró ampliar la capacidad hospitalaria, pasándose de menos de 300 camas de cuidados intensivo a las poco más de 1 300 que hay ahora, de las cuales el 92 por ciento ya están ocupadas. La crisis sanitaria no le dio tregua: son 337 724 los contagiados y 12 417 los muertos.

Zamora es reemplazado por la doctora Pilar Mazzetti, quien venía encabezando el llamado Comando Covid, cargo desde el que ha tenido un papel protagónico en las acciones contra la pandemia. Ha sido ministra de Salud en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) y ministra del Interior en la segunda administración de Alan García (2006-2011).

Permanece en el gabinete la ministra de Economía, María Antonieta Alva, joven tecnócrata neoliberal de 35 años, en el cargo desde octubre pasado, lo que implica la continuidad de la política económica, con el sector neoliberal reforzado con la presencia de Cateriano al frente del gabinete ministerial. A la ministra Alva se le cuestiona la debilidad de las medidas para atender a los sectores más vulnerables durante la pandemia y la cuarentena -un solo bono familiar de 220 dólares para estos cuatro meses- y el importante desbalance entre esta atención y la dada a las Mypes, con lo destinado para apoyar al empresariado.

Entre los que se van está el ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Meza Cuadra, reemplazado por el diplomático Mario López, quien entre 2005 y 2011 fue ministro consejero en la embajada del Perú en Argentina y antes de su nombramiento como canciller era director de asuntos económicos de la Cancillería. También sale el ministro del Interior, el general de la Policía, Gustavo Rodríguez, que había asumido recientemente, en abril pasado, luego que un escándalo de corrupción en la compra de mascarillas y guantes para la policía le costó el puesto a su antecesor. Es reemplazado por el general de la Fuerza Aérea, Jorge Montoya.

“Es un cambio a la derecha. El gobierno pasa de tener con el gabinete Zeballos una autonomía relativa frente a las presiones empresariales, a buscar una alianza con los empresarios, y Cateriano es el instrumento de esa alianza. En este nuevo gabinete hay representantes directos del empresariado, como el ministro de Trabajo, que es abogado de un estudio que defiende a las empresas, y el de Energía y Minas, ligado al empresariado minero. La reactivación económica va a ser dura, va a haber problemas con los trabajadores. Con este cambio, Vizcarra también busca calmar al Congreso, porque con Cateriano puede tener una mejor relación con los partidos pro libre mercado que son mayoría”, le declaró a Página 12 el sociólogo y analista político Alberto Adrianzén.

“Con este cambio ministerial -indica Adrianzén- Vizcarra ha roto con la poca vinculación que tenía con sectores de izquierda y de centro, con Zamora y Zeballos. Zamora sale por la crisis sanitaria, pero también por su pasada vinculación con la izquierda. En relaciones exteriores mi temor es que vaya a ser peor en lo que se refiere a la dependencia con la política de Estados Unidos. La prueba de eso va a ser si Perú vota por el candidato de Trump a la presidencia del BID, yo creo que sí lo va a hacer”.

Los ministros juramentaron con mascarilla, en una ceremonia privada en Palacio de Gobierno, las que se quitaron solamente para la foto oficial junto al presidente Vizcarra. Dos ministras juramentaron en forma virtual, algo que ocurre por primera vez en la historia. Una de ellas, la de Comercio Exterior y Turismo, por estar en cuarentena contagiada de coronavirus, la otra, de Desarrollo e Inclusión Social, por estar fuera de la capital. “Es parte de la nueva convivencia”, dijo Vizcarra, quien luego señaló que con este nuevo gabinete ministerial el gobierno espera enfrentar la pandemia “con energía renovada”.