El presidente Alberto Fernández apelará a la "responsabilidad social" al anunciar hoy la vuelta a la fase 3 de la cuarentena , con reapertura escalonada de comercios e industrias y reanudación de los ejercicios al aire libre . Además, advertirá que si se produce un brote de casos que ponga en riesgo la capacidad del sistema sanitario se volverá todo de nuevo para atrás. Fernández hablará junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, y la novedad será la participación virtual de los gobernadores de Río Negro, Arabela Carreras, de Chaco, Jorge Capitanich, y de Jujuy, Gerardo Morales, tres de las provincias con mayor tasa de contagios en los últimos días. 

La reapertura en la Ciudad se iniciará con los comercios de cercanía para seguir con las tiendas de ropa y calzado. Se trata de unos 70 mil comercios barriales más otros 10 mil que funcionan en avenidas principales. Además, volverá la posibilidad de realizar ejercicio al aire libre, con un horario más extenso. También se extenderán las salidas recreativas de los chicos a los días de semana. En la Provincia, se privilegiará la reapertura de industrias y de comercios de cercanía. Otro tipo de actividades quedarían a criterio de los intendentes, que a partir de ahora tendrán mayor autonomía.

Ayer fue el día de la reunión con los especialistas. Lo hizo el Presidente en Olivos y Kicillof en La Plata. Los contagios mostraron una leve baja: fueron 3.624 casos (2.545 en Provincia y 854 en la Capital) y 62 fallecidos. Un alivio respecto a lo sucedido el miércoles, cuando los números se dispararon y por primera vez superaron los 4 mil casos. "Fue como una piña en los dientes", graficó la novedad el infectólogo Tomás Orduna, uno de los integrantes del comité que asesora al Presidente. Explicó que habían anotado el amesetamiento de la curva en torno a los 3 mil y 3.500 casos diarios y se suponía que a partir del miércoles comenzaría a darse una baja, consecuencia del ingreso a una cuarentena más estricta de dos semanas antes. Ocurrió lo contrario. Eso obligó al Presidente a esperar un día más para hacer el anuncio de las flexibilizaciones y tomarse un tiempo para consultar con los sanitaristas.

A esta altura es muy difícil contener la apertura que se viene prometiendo desde hace varios días, algo que comerciantes e industriales esperan con ansiedad para poner en marcha sus negocios. A los gobiernos también les urge que se reanude la actividad económica, con algunos índices en caída libre. Por eso los sanitaristas no cuestionaron la repertura, pero pidieron que esta vuelta a la fase 3 se haga de manera escalonada. Las experiencias en el mundo indican que las reaperturas totales de un día para el otro derivaron en nuevos brotes y la necesidad de volver a cerrar. "Será un reinicio escalonado, siempre acompañando a la gente", sostuvo el infectólogo Eduardo López. Respecto al pico de casos del miércoles, lo adjudicaron en parte a un retraso en la carga de análisis de los laboratorios por el fin de semana largo anterior. Los números de ayer, más a tono con los que se venían dando en la semana, los dejaron más tranquilos. 

En definitiva, los integrantes del comité de expertos avalaron la vuelta a las flexibilizaciones pero de manera gradual y con el mantenimiento de las prohibiciones que regían anteriormente: evitar las aglomeraciones en lugares cerrados y también las reuniones sociales. Los asados, cumpleaños, baby shower y demás, mostraron ser importante focos de contagios. En especial en localidades del interior que tienen pocos casos y de repente se encuentran con un rebrote indeseado.

También como hace antes de cada prórroga, Kicillof convocó por su parte a sus funcionarios y su comité de especialistas junto a un grupo de intendentes que pudieron participar de la reunión vía teleconferencia. “Como Estado tenemos la responsabilidad de no dejar que el aislamiento se regule automáticamente. Con la presencia del Estado, nuestra cuarentena ha sido profundamente equitativa, igualitaria y justa", comentó Kicillof. El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, y su vice, Nicolás Kreplak, detallaron el trabajo realizado durante estos días que permitió seguir ampliando el número de camas y de equipamiento disponible.

Los especialistas coincidieron en la necesidad de promover el uso del tapaboca y de las medidas de higiene y también sugirieron continuar mejorando los sistemas de rastreo para aislar a los pacientes y sus contactos estrechos ante los primeros síntomas. Al respecto, el gobernador explicó lo que se había avanzado en la capacidad de testeo y en el seguimiento de los contactos estrechos. Además, se "sofisticó" el aislamiento de los pacientes leves en centros extrahospitalarios. 

Lo extraño del anuncio de hoy será que se relajará la cuarentena cuando los casos siguen subiendo y "se transita hacia el pico", al decir del infectólogo López. Los especialistas sostienen que no hay fijarse en un único índice y mirar también otras variables. Sin embargo, como es lógico, la ocupación de camas también sube: en todo el AMBA ya llegó al 64 por ciento pero el número más preocupante es el que muestra la Capital, ya con el 72,4 por ciento de ocupación. La variable de la que más se agarran los funcionarios bonaerenses y porteños es el de la tasa de duplicación de contagios, que es lenta. También es baja la letalidad, un dato alentador.