El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, compartió el viernes la inauguración de un nuevo hospital modular en Moreno junto al gobernador Axel Kicillof y la intendenta Mariel Fernández. "En cada localidad es la diferencia entre el colpaso y el no colapso", explica el ministro sobre esos doce hospitales que se construyeron en tiempo récord para hacerle frente a la pandemia. Katopodis defiende el diálogo con todos que propone el presidente Alberto Fernández y entiende que tal vez lo que falta en el país es una cultura de coalición en las que las diferencias internas puedan tratarse sin dramas. Dice que así como gestionó bien el cuidado de la población durante la pandemia, el Presidente es el más capacitado ahora para resolver la crisis social y económica que dejará. "Está claro que la pandemia no produce demanda de macrismo", afirma.

-Argentina Hace se presentó como un plan de obras ambicioso en medio de una crisis como la que provocó la pandemia. ¿Se están cumpliendo sus objetivos?

-Cada vez que tuvimos crisis en el país los aliados pasa salir adelante siempre fueron la industria y la obra pública. En la medida que ayudemos a la industria a reactivarse y que el estdo ponga en marcha las obras saldremos más rápido de esta emergencia. El ministerio funcionó como a dos velocidades: en el interior se fue normalizando mientras que la preocupación en el Conurbano quedó focalizada en lo sanitario. En la medida que logremos salir más fuerte de este emergencia sanitaria va a tener más chances de salir más rápido de toda esta situación social y económica. Empezando por los barrios más golpeados. El Conurbano tiene que ser uno de los nombres de la salida de la pandemia.

-¿En el interior ya están trabajando con normalidad?

-Estamos haciendo obra pública en pandemia. En casi todo el interior toda la obra se está reactivando progresivamente, con protocolos sanitarios. Tenemos tres ejes en la agenda del ministerio. Uno, las rutas y la conectividad, que se vincula a las economías regionales. Otro, el agua y el saneamiento, en el que se busca llegar lo más rápido posible a las localidades donde todavía no se llegó pagando una deuda de años. Y el tercer eje tiene que ver con el Argentina Hace, que es llegar con infraestructura social a cada uno de los 2.300 municipios de una manera federal y transparente. 

-¿Y en cuanto a la pandemia propiamente dicho que es lo que se está haciendo?

-También allí se trabaja en base a otros tres ejes buscando hacer una red de infrestructura social del cuidado. En lo hospitalario, vamos a seguir construyendo hospitales el día después de la pandemia, es una inversión que nunca más en la Argentina se puede recortar. El segundo es un trabajo que venimos haciendo con el ministerio de Género que son centros de atención a la mujer en cada provincia. El tercer eje tiene que ver con jardines maternales, de manera de armar una red. 

-¿Cuántos hospitales se agregaron?

-Hicimos 12 hospitales modulares que sumaron mil camas al sistema sanitario, tres en el interior y nueve en la provincia de Buenos Aires. Ya están equipados y casi todos tienen pacientes. Además, por pedido del Presidente, nos pusimos a trabajar en los dos hospitales de La Matanza que estuvieron cerrados los cuatro años del gobierno anteerio. En cuatro meses, estamos en condiciones de abrir uno, el Favaloro, que fue el que priorizamos, mientras que en el otro, el Néstor Kirchner, todavía se está trabajando porque hubo casi que reconstruirlo, lo habían abandonado.

-¿Hay una cifra aproximada de cuántos puestos de trabajo se generó con la obra pública en estos meses?

-Estamos reactivando 260 obras que estaban paralizadas. La idea es generar mano de obra local y que sean las pequeñas empresas constructoras de cada localidad las que se pongan en marcha. En su conjunto nosotros aspiramos a que, progresivamente, ir generando entre 40 y 50 mil puestos de trabajo. Pero es progresivo, todavía en muchas provincias hay restricciones y se exigen protocolos sanitarios muy estrictos. Hay un agenda de obra pública que se va a ir ordenando en función de la salida de la pandemia y sin diferencias en cuanto al color político de quien gobierna la provincia o el municipio. Venimos de algunas semanas muy difíciles y probablemente tengamos todavía algunas más por delante, que nos demandan el mayor entendimiento. Creo que la grieta se cura en la Argentina gobernando mejor. El Presidente tiene muy claro que lo que hay que hacer hacia adelante se hace con más diálogo y más coordinación. La grieta no solucionó nunca ningún problema.

-El acto del 9 de Julio generó algún debate acerca de con qué sectores se debía vincular el Gobierno para construir el modelo más equitativo que propone. ¿Qué opina sobre ese debate?

-El Presidente tiene claro que no se gobierna con un discurso único, por eso convoca a todos los sectores. Ya sabemos cómo nos fue cuando en el peronismo nos ganaron las diferencias, lo sufrieron los argentinos cuatro años con las políticas de Macri. Entiendo que todavía nos falta un poco más de cultura política de coalición. Alberto y Cristina nos convocaron a una construcción amplia y diversa. Ellos entendieron que había que armar algo más grande para ganar las elecciones y también para gobernar, mejor que Macri y mejor de lo que lo hicimos en los años anteriores cuando nos tocó.

-¿Le parece que hay quienes no tomaron dimensión de la profundidad de la crisis provocada por la pandemia?

-Es importante que se entienda el tamaño de la crisis que estamos atravesando, luego de cuatro años de gobierno de Macri de economía en picada, sin cuarentena y sin pandemia. No hay exceso de cuarentena, hay exceso de pandemia. La fortaleza de este gobierno es que en los primeros 11 días de cuarentena puso en marcha el IFE, el ATP, líneas de créditos y suspendió los cortes de los servicios públicos. Lo hizo rápido y fue lo que permitieron que no la peguemos de frente. 

-¿Ve poca paciencia de algunos sectores con el gobierno?

-Lo que veo es un gobierno con un presidente que tiene una alta consideración de la ciudadanía, que tiene buen diálogo con los 24 gobernadores y agenda con los intendentes de todos los colores políticos, que está negociando con mucha dignidad una de las deudas más importantes en la historia y que en medio trata de sacar adelante a esta Argentina defaulteada que recibimos el 10 de diciembre. Y que como pudo cuidarnos en el marco de esta emergencia es el que está mejor preparado para defendernos también de la crisis en social y económica que quedará. Está claro que la pandemia no produce demanda de macrismo. Nuestro gobierno es un Estado presente con políticas de cuidado.