Desde Santa Fe

Después de tres horas de cabildeos, la paritaria docente terminó anoche en un clima de desconfianza. El gobierno ofreció a los maestros un aumento similar al que ya aceptaron los empleados públicos: el 25 % en tres cuotas (4 % en febrero, 13 % en marzo y 8 % en julio), pero sobre las planillas los técnicos de los gremios descubrieron que, en la práctica, ese incremento no llega al 23 por ciento. La secretaria general de Ctera y Amsafé, Sonia Alesso y su colega de Sadop Patricia Mounier salieron disconformes de la audiencia. "La propuesta es insuficiente. No cumple las expectativas", dijo Alesso. Y anunció que será puesta en debate en las escuelas a partir de hoy, por lo que el resultado de la votación se conocerá el viernes, en la asamblea provincial de Amsafé. Precisamente, esa diferencia de dos puntos, entre la oferta oficial y el impacto en el bolsillo "será muy difícil de explicar a los maestros", advirtió Alesso al dar otra pista de lo que puede suceder en tres días.

La reunión de anoche se demoró más de lo esperado. Al salir, Alesso dijo que el ofrecimiento era similar al que aceptaron los trabajadores de Upcn y ATE. "Nosotros creemos debería incluir particularidades del trabajo docente que no se contemplan. De cualquier manera, vamos a convocar a la asamblea provincial de Amsafé, el viernes, para resolver si se acepta o se rechaza", comentó.

-‑¿Se van disconformes?

‑-Sí, es una propuesta insuficiente, creemos que la inversión salarial debería ser mayor ‑respondió.

Alesso sintetizó los desacuerdos:

1) La pérdida salarial de 2016 que los gremios estiman entre el 8 y el 10 por ciento y el gobierno acepta que sólo fue del 4 por ciento.

2) El aumento de 2017, que el Ministerio de Educación estima en un 25 por ciento, pero los gremios docentes plantean que ‑planillas en mano‑ en algunos casos no llega al 23 por ciento.

3) La cláusula gatillo de actualización automática de los salarios. "En esto hay dos cuestiones", explicó Alesso. "El año pasado se planteó en la paritaria que está firmada una actualización en julio, pero nunca se la convocó, entonces es difícil creer que este año no vaya a suceder lo mismo, que el gobierno incumpla lo que firmó. Y por el otro lado, el índice de inflación está atado a los datos del Ipec y en 2016, entre nuestras estimaciones y las del Ipec hubo una diferencia de ocho puntos".

"Lo llamativo es que el aumento que se anuncia del 25 por ciento, tampoco es real, sino del 23: Es un tema técnico de cómo juegan las cifras en el salario, pero será difícil de explicárselo a los maestros", adelantó.

-‑¿Entonces, no es una propuesta superadora?

-‑No. Es igual a la de los estatales, pero en el bolsillo es menor.

Mounier coincidió que la oferta "no supera las expectativas. Nosotros pretendíamos más. Dee todos modos vamos a ponerlo en consideración y ellos resolverán si se acepta o se la rechaza. La propuesta no es la que esperábamos.

"El escenario es complejo", aceptó Mounier. "A pesar de que la propuesta incorpora el mes de febrero, no es el porcentaje que esperábamos. Lo que se perdió en 2016 ronda entre el 8 y el 10 por ciento, el gobierno dice que fue un cuatro por ciento y estima una inflación para 2017 muy inferior a la que calculan técnicos y economistas serios. Y esa cláusula gatillo que pretenden imponer para una actualización automática de haberes tendrá que ver con el índice de inflación del Ipec, que es un organismo del gobierno. Hay un desacuerdo no solo en los criterios con los cuales se resuelve ese porcentaje sino también en la metodología que utiliza", concluyó.