“Nos tratan como administrativos pero estamos en la primera línea frente a la pandemia”, señaló Alicia Collazo, psicóloga del Hospital Santojanni, una de las 167 profesionales que trabajan en el sistema de salud porteño bajo la categoría de escalafón general, la misma que engloba a los trabajadores de la administración pública de la Ciudad de Buenos Aires. En la Legislatura porteña hay dos proyectos de Ley que impulsan su pase a la carrera de profesionales de la salud, según está contemplado en la Ley 6035, aprobada en 2018.

“Aunque hacemos las mismas tareas que nuestros compañeros, hoy estamos cobrando la mitad de un sueldo profesional. No tenemos licencias por estrés ni otro tipo de situaciones extraordinarias, ni tampoco tenemos posibilidad de ascender, por ejemplo a jefaturas”, advirtió Collazo. "Las capacitaciones a las que nos mandan son de dactilografía o informática, cuestiones que no tienen nada que ver con nuestra formación ni con nuestro trabajo cotidiano”, añadió. 

La especialista detalló que "una vez que uno obtiene el título profesional, lo que sigue es el pedido de cambio de función, y 3 o 4 años después pasabas a carrera profesional. Eso fue así hasta que, hace dos años, el Gobierno de la Ciudad cerró toda posibilidad de realizar este pase y quienes estábamos en esa transición quedamos atrapados entre las categorías".

En el Hospital Santojanni son alrededor de 15 los profesionales -médicos generalistas, trabajadoras sociales, psicólogos y un especialista en oncología- que esperan el pase a la categoría de carrera profesional. Del resto del equipo de salud mental, una parte se pudo profesionalizar en 2003, cuando la Legislatura porteña aprobó la Ley 1055, que habilitó el pase a la carrera profesional de aquellos especialistas que formaran parte de la planta permanente del escalafón general “en función profesional y desempeñando tareas asistenciales en algún efector estatal de salud, según las incumbencias de sus respectivos títulos habilitantes”. Sin embargo esta Ley no aplica para quienes obtuvieron el título o comenzaron a desarrollarse como profesionales luego de la fecha.

Si bien la Ley 6035, aprobada en 2018, incluye a las distintas especialidades que trabajan en el sistema hospitalario y sanitario de la Ciudad, la norma excluye a enfermeros, técnicos en instrumentación y especialistas en bioimágenes . 

“Quedamos de rehenes entre las pujas políticas, pero en la práctica somos tan importantes como cualquier profesional de la salud, cursamos años de carreras de grado y tenemos los títulos que corresponden”, señaló Liliana Román, instrumentadora quirúrgica del Hospital Rivadavia. "En las evaluaciones de desempeño que nos hacen, las preguntas apuntan a alguien que trabaja en atención al público o en una oficina”, explicó. Sin embargo, añadió, lo ideal sería “una carrera sanitaria que incluya a todos, cada uno con su nivel y su especialidad”.

En ese sentido, Collazo, que trabaja hace 20 años en el Hospital Santojanni, señaló que “el pase a la carrera es en principio un reconocimiento de los derechos, dejar de sentir que estamos como de prestado, como de paso”. Actualmente, agregó, por la pandemia del coronavirus se están encargando "de los protocolos, y contenemos a los pacientes, a las familias. Estamos en la primera línea frente a la pandemia y sería un buen momento para que reconozcan nuestro trabajo”.

Walter Audero, psicólogo y parte del equipo de estrés post traumático del Hospital Alvear, explicó que “en todos los casos somos profesionales que el propio sistema sanitario requirió en algún momento; nosotros estuvimos ahí ante la demanda y después asumimos el compromiso y el trabajo, ahora lo que pedimos es que se formalice ese rol que cumplimos”. Audero empezó a trabajar en el Hospital en marzo del 2005, atendiendo a sobrevivientes y a familiares de las víctimas de Cromañón. “La pandemia puso en evidencia nuestro trabajo una vez más, como sucede cada vez que hay una emergencia, pero este reclamo que planteamos es histórico”, advirtió y aclaró que “además de la cuestión salarial hay una escala profesional a la que no tenemos acceso por pertenecer al escalafón general”.

Del total de profesionales que reclaman el reconocimiento de su título y de las tareas que desempeñan cotidianamente, más de 100 pertenecen al área de salud mental. “Con la pandemia del coronavirus hay una demanda que tiene que ver con ser intermediarios entre el paciente y los familiares, y el sufrimiento por el que cada uno está pasando”, relató Audero. Además, detalló, "nos encargamos de recibir a la gente y hacer los triage, que no se trata de tomar la temperatura y chequear los síntomas, sino de generar una situación de entendimiento, de confianza para que el paciente sepa que si tiene el virus uno lo va a acompañar”.

En abril del 2020, la Defensoría del Pueblo presentó una resolución, firmada por el defensor Alejandro Amor, en la que solicitó a la Comisión Paritaria Permanente de Aplicación y Relaciones Laborales del Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reconocer el derecho a goce de las licencias por estrés profesional, adecuar las jornadas laborales y los sueldos respecto del cargo y antigüedad según lo previsto en la Ley 6035. 

En junio ingresaron a la Legislatura porteña dos proyectos de Ley, uno firmado por el diputado Juan Manuel Valdés (Frente de Todos), y otro por el legislador Gabriel Solano (Frente de Izquierda), que establecen el pase a la carrera municipal de profesionales de la salud. “Gran parte de los profesionales en esta categoría que no se condice con las tareas que realizamos, reclamaron judicialmente y todos salieron favorecidos. Pero los juicios son individuales y lo que queremos es una solución colectiva”, afirmó Collazo. 

Informe: Lorena Bermejo.