La absolución de Belén, injustamente condenada por homicidio tras sufrir un aborto espontáneo, es un triunfo del movimiento de mujeres. La Corte tucumana dictó el esperado fallo y afirmó que es completamente inocente de las arbitrarias acusaciones que recibió. Hay que esperar los fundamentos de la sentencia, pero seguramente será un fuerte llamado de atención a médicos que violan el secreto profesional para denunciar a mujeres que sufren un aborto. El Estado debe ser denunciado y condenado por la violencia institucional que ejerció sobre Belén. La joven debe ser resarcida por los casi 900 días que pasó presa, ilegalmente presa. Estuvo tres años bajo proceso. Fue demonizada por los medios tucumanos, señalada como asesina. Perdió su trabajo en una cooperativa al ser encarcelada cuando fue a buscar atención médica. Perdió tres años de su vida en una cárcel. ¿Cómo le compensará el Estado tucumano semejante daño?