La renuncia de dos ministros y los nuevos choques entre policías y manifestantes marcaron la tensa jornada del domingo en el Líbano. El gobierno se ve cada vez más debilitado luego de las tremendas explosiones que el martes destrozaron al puerto de Beirut y a buena parte de la ciudad dejando hasta el momento un saldo de 158 muertos y unos 6 mil heridos.

A primera hora del domingo se conoció la renuncia de la hasta entonces ministra de Información, Manal Abdel Samad. Más tarde se sumó la salida del titular de Medio Ambiente, Damianos Qattar. "Después de la enorme catástrofe de Beirut, anuncio mi renuncia al gobierno", dijo Abdel Samad en un escueto comunicado en el que además pidió perdón a los ciudadanos por no poder "colmar sus aspiraciones".

En tanto, la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que se mantienen en las calles de la capital, luego de que varios libaneses se enfrentaran a los custodios del diputado Chamel Roukoz, yerno del presidente Michel Aoun, cuando éste quería sumarse a las movilizaciones. 

Las protestas del domingo siguieron a las masivas del sábado , cuando al menos un policía murió y se registraron más de 700 heridos, y fueron ocupadas las sedes de cuatro ministerios. La bronca en las calles de miles de libaneses no disminuyó siquiera cuando el primer ministro Hassan Diab propuso anticipar las elecciones parlamentarias.