En una provincia con un déficit habitacional de más de 70.000 viviendas y una crisis en la construcción como consecuencia de los años de gobierno de Juntos por el Cambio, en donde se ralentizó la obra pública; sumado a la situación de pandemia que provocó un fuerte parate económico y de la producción, los referentes del sector coincidieron que para reactivar el trabajo se necesita que la Provincia vuelva a generar vivienda pública, algo que no sucede desde hace más de tres años.

Si bien el relanzamiento del Procrear, que entrega créditos para la refacción, ampliación, mantenimiento y construcción de nuevas viviendas y que propone brindar 300 mil soluciones en todo el país, es un aliciente, consideran que no es suficiente para Salta debido a que no generará grandes volúmenes de puestos de trabajo registrado “y no llegarán tantos a nuestra provincia”.

Para el secretario general de la Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA), Rubén Aguilar, el Procrear es una buena noticia para muchos obreros, gasistas, pintores o maestros mayores de obra que estaban desempleados “y que siempre han sido cuentapropistas”. “Nos parece bárbaro porque nos da perspectiva de la cultura de trabajo”, indicó.

Sin embargo, resaltó que es la vivienda social la que puede movilizar la mano de obra intensiva “y sobre todo la registrada y con todas las condiciones laborales”, ya que al menos en esta primera etapa del Procrear, destinada a refacciones o ampliaciones “puede llegar a ocupar un albañil, o a lo sumo dos por cada beneficiario”.

Por lo que consideró que sería esencial que la provincia reactive la obra pública habitacional, “soluciona un tema de trabajo y un problema de vivienda que parece que ha quedado relegado en esta discusión porque es para los más pobres”.

Aguilar aseguró que desde fines de 2016 “no se hace una licitación para viviendas en Salta”. Sostuvo que si bien el Plan Mi Lote es una buena medida, no prevé la construcción, sino solo la entrega de terrenos que “con suerte podrían llegar a beneficiar a algunos en septiembre, cuando Nación lance la segunda etapa del Procrear que incluye la construcción, pero no con el volumen que se necesita”. Y añadió que las viviendas que se están entregando hoy, “fueron licitadas en 2015”.

Quien ratificó ese dato fue el presidente de la Cámara de la Construcción, Juan Carlos Segura, aunque aclaró que la última licitación provincial fue en 2017, en el predio de Pereyra Rosas, “así que nos deben algo así como 3.600 viviendas si incluimos lo que va del 2020 y se tiene en cuenta que antes nos daban unas 1.200 viviendas por año”.

El referente de los empresarios constructores indicó que esas soluciones habitacionales las gestionaba el Estado provincial, que debía ofrecer los terrenos, y Nación, a través del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, era el encargado de solventar los gastos.

“Por eso yo dije que el Procrear no es la solución para Salta, porque va a llegar a gente con poder adquisitivo y acá necesitamos vivienda social para los más de 70.000 que no la tienen y son pobres”, manifestó.

Segura afirmó que debería existir a la par una gran puesta en marcha del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) en la construcción social “porque cada casa genera al menos tres obreros contratados, por lo que si se hacen 1.500 son 4.500 familias contenidas”, implicaría un aumento exponencial en la mano de obra ocupada.

“El Procrear es muy bueno, pero nunca va a llegar a contratar tanta gente y a generar tantas soluciones habitacionales, por lo que debemos volver a pensar en la vivienda social con obreros registrados que aporten al sistema”, concluyó.