El intercambio comercial registró un déficit de 122 millones de dólares en febrero. Con las cifras publicadas ayer por el Indec, durante el primer bimestre del año el frente externo acumuló un saldo negativo de 210 millones de dólares, mientras que en el mismo período del año pasado contabilizó un superávit de 110 millones de dólares. Con una facturación de 3888 millones de dólares, las exportaciones mostraron en febrero un retroceso de 6,2 por ciento, en tanto que las importaciones llegaron a 4034 millones, lo que representa una baja de 0,6 por ciento interanual. En 2016 fue la primera vez desde 1975 que durante una recesión aumentó la importación en términos reales.

Esa dinámica iniciada el año pasado con el proceso de apertura comercial no se interrumpió. En febrero las importaciones globales cayeron 7,5 por ciento medidas en cantidades pero, como sucedió a lo largo del año pasado, el desempeño agregado en las compras externas oculta el incremento del ingreso de bienes de consumo final y vehículos. El mes pasado esos rubros marcaron aumentos interanuales de 10,9 y 55,0 por ciento, respectivamente. Los datos desagregados hasta enero que elabora la consultora Radar muestran el inédito incremento de las importaciones de alimentos, frutas, verduras, bebidas, calzado, golosinas, vinos, heladeras, ropa blanca, tractores, cosechadoras y agroquímicos, entre otros.

En los últimos 30 años se registraron 12 caídas interanuales del PIB y en ningún caso se observó un aumento en las importaciones. Según informó el Indec, las importaciones que más aumentaron en valores –contemplando precios y cantidades– en febrero fueron: combustibles, semillas y frutos oleaginosos, productos farmacéuticos, calzados, paraguas, flores artificiales. Los mayores aumentos de importaciones registrados en febrero de 2017 respecto de igual mes del año anterior tuvieron como principales orígenes Brasil (210 millones de dólares), Bolivia (154 millones de dólares), Paraguay (78 millones de dólares) y Finlandia (40 millones de dólares).

En tanto, la reducción de 6,2 por ciento de las exportaciones de febrero respecto de igual período del año anterior se explica por una caída de 11,7 por ciento en las cantidades que no fue compensada por el aumento de 6,3 por ciento de los precios. A priori, esa dinámica evidencia la ausencia del salto exportador que, según anunciaba el Gobierno, seguiría a la devaluación y la reducción de las retenciones. En cambio, se observó una brutal transferencia de recursos hacia el sector agroexportador y la relevancia que tienen sobre las ventas externas argentinas la debilidad (y restricciones) de la demanda proveniente de China, Brasil, Estados Unidos y Europa. El valor de las exportaciones de productos primarios se redujo en febrero 14,5 por ciento como resultado de un aumento en los precios de 0,4 por ciento y una caída en las cantidades de 14,8 por ciento. Por su parte, las exportaciones de manufacturas agropecuarias bajaron 8,6 por ciento en un contexto donde los precios subieron 12,4 por ciento y las cantidades cayeron 18,7 por ciento. En tanto, las exportaciones industriales cayeron 0,5 por ciento; los precios disminuyeron 0,5 y las cantidades, 0,1.