Rosa Roisinblit, la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, cumple hoy 101 años. El organismo de derechos humanos celebró la fecha, marcada por la pandemia de coronavirus. "Podemos hablarnos, seguir compartiendo nuestras historias. No hay que aflojar, porque mientras tenemos vida estamos bien", la saludó en un video Estela de Carlotto.

"Podemos tener la dicha del encuentro de nuevos nietos", siguió la titular de Abuelas de Plaza de Mayo. "Felizmente, vos y yo y tantas otras ya podemos abrazarlos, pero faltan muchos para encontrar, y vos no podés faltar, te necesitamos", siguió.

Nacida el 15 de agosto de 1919 en Moisés Ville, Rosa Tarlovsky se casó en 1951 con Benjamín Roisinblit. Tuvieron una única hija, Patricia. El 6 de octubre de 1978, Patricia y su compañero José Pérez Rojo fueron secuestrados junto a su hija Mariana, de 15 meses. Patricia estaba embarazada de ocho meses. La familia pudo recuperar a Mariana y por diversos testimonios saber que Patricia dio a luz un varón en la ESMA. Allí, ella relató a otros prisioneros que con su pareja habían estado en dependencias de la Fuerza Aérea.

La lucha de Rosa y de Abuelas permitió hallar al hijo de Patricia en 2000. Había sido apropiado por un oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea. En 2004 pudo recuperar su identidad, y hoy es Guillermo Pérez Roisinblit, nieto recuperado número 68.

Las salutaciones se sumaron en Twitter para Rosa, que entre otras distinciones tiene la de Persona Ilustre que le otorgó la Legislatura de Santa Fe; la Mención de Honor "Domingo Faustino Sarmiento" que otorga el Senado de la Nación; y el doctorado Honoris Causa de parte de la Universidad Nacional de la Patagonia. Entre ellas, la del presidente Alberto Fernández, que fue dada a conocer por su nieto Guillermo Pérez Roisinblit.

Las redes han permitido hacer llegar saludos a Rosa. Abuelas propuso el hashtag #rosa101años. Más fácil para la luchadora de derechos humanos sería, quizás, sentir en plena pandemia y aislamiento, el saludo por teléfono. Su nieta se encargó de avisar que eso no es posible.

Si la compañía de teléfonos se digna, la línea quedará saturada de tantos y tantas que la quieren saludar. Estela de Carlotto cerró su saludo con un sentimiento compartido: "Quiero que lo pases lo mejor, porque cuando pase esta pandemia los abrazos que nos vamos a dar van a ser fabulosos".