La justicia provincial allanó ayer la concesionaria Auto Rosario S.A., de Eva Perón al 7800, donde el exfiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, habría comprado dos vehículos marca Toyota tras archivar una causa judicial que investigaba a su dueño. El procedimiento fue ordenado por la fiscal Mariela Jimenez, de la Unidad de Delitos Complejos de la ciudad de Santa Fe. Serjal, cabe recordar, se encuentra cumpliendo prisión preventiva por intercambiar favores judiciales a cambio de dinero.

La concesionaria en cuestión es propiedad de Rómulo González, un hombre que había sido denunciado por el vaciamiento de una compañía y, en su momento, el expediente cayó en manos de Serjal quien, dos semanas después de declarar la inexistencia del delito, compró dos autos cero kilómetros en el negocio del denunciado. A fines de noviembre último, se reabrió la investigación del caso y Serjal pidió ser apartado de esta causa.

La investigación de estos sucesos se viene realizando desde hace meses, incluso antes de que el nombre del exfiscal regional aparezca ligado al detenido fiscal Gustavo Ponce Asahad, quienes son sospechosos de pedirle dinero al empresario Leonardo Peiti a cambio de favores judiciales.

Cabe destacar que, a la vista de los recientes hechos que vinculan a Serjal y a Ponce Asahad con Peiti, ambos fiscales presentaron su renuncia y en la última semana se ordenó la prisión preventiva para los dos funcionarios del MPA.

La causa que disparó la investigación a Serjal por la compra de dos vehículos cero kilómetro involucraba a Omar Augusto Santero, propietario de la firma Carrocería Sudamericana, y a Rómulo González, a quien se acusaba de haber vaciado la compañía antes mencionada para favorecer a Auto Rosario, una concesionaria que Toyota tiene en la ciudad.

El caso, que pasó por cinco años de idas y vueltas judiciales, según explicó la querella, estuvo expuesto a demoras y cambios de fiscales, hasta que fue cerrado por Serjal.

El exfiscal regional, a veintinueve días de cerrar la causa y liberar de cargos a González, renunció a un plan de pagos de un vehículo que había contratado con anterioridad y compró dos autos cero kilómetros en AutoRosario. El valor de la compra de los dos vehículos -un Toyota Etios y un Toyota Corolla- equivale a tres millones de pesos y ambos están a nombre de Serjal y su esposa.

En su momento, esta controversia generó que el fiscal general, Jorge Baclini, reabriera la causa por delitos económicos, apartara a Serjal (lo que él mismo solicitó voluntariamente) y enviara las actuaciones para consideración de la Legislatura provincial, bajo advertencia de que los hechos “implicarían” una “violación a la responsabilidad ética y a la transparencia”.