La más reciente enumeración de “brotes verdes” estuvo a cargo del ministro de Producción, Francisco Cabrera. Crecimiento económico, creación de empleo registrado, aumento en las exportaciones y un aluvión inversor fueron algunos de los “10 datos que muestran señales de crecimiento del país” que presentó ayer el funcionario. “El esfuerzo que hacemos entre todos empieza a mostrar resultados”, celebró el responsable del área industrial. Sin embargo, los datos oficiales del Indec, el Ministerio de Hacienda, la AFIP, la Anses, FIEL, la UIA, la CAME y el Banco Central no acompañan el entusiasmo de Cabrera. El nuevo esquema económico implementado por el gobierno de Mauricio Macri implicó la reducción de la relevancia de la actividad industrial en la economía. El retroceso del consumo interno, la debilidad de la demanda externa y la apertura importadora atentan contra la recuperación de la industria argentina. 

 En su decálogo de mejoras, el ministro de Producción destacó el desempeño de las ventas externas en enero cuando aumentaron 9,3 por ciento. “Van tres meses seguidos de crecimiento y recuperación de mercados perdidos”, celebró Cabrera al elegir ignorar los datos oficiales publicados anteayer. El Indec informó que las exportaciones retrocedieron 6,9 por ciento en febrero frente al mismo mes de 2016. Esa caída interanual se explica por una caída de 11,7 por ciento en las cantidades que no fue compensada por el aumento de 6,3 por ciento de los precios. En el primer bimestre del año el indicador marca una leve mejora de 1,5 por ciento que responde a un alza de 5,7 por ciento en los precios de los productos exportados mientras que las cantidades bajaron 4,0 por ciento. 

En los registros del Indec publicados el martes que parece que no llegaron a manos de Cabrera, las exportaciones de productos industriales ascendieron hasta los 2296 millones de dólares entre enero. Esa cifra representa un avance de apenas 6,7 por ciento frente al mismo mes del año pasado cuando, a pesar de la devaluación y el quite de retenciones, no solo no se registró un boom exportador sino que las ventas externas de manufacturas de origen industrial retrocedían 18 por ciento afectadas por la debilidad de la demanda brasileña. Comparado con el primer bimestre de 2015, los datos de este año arrojan que las exportaciones manufactureras se encuentran 11,5 por ciento por debajo de aquel registro. En ese momento la actividad fabril orientada a los mercados externos tampoco atravesaba un gran momento. 

 “Las exportaciones a Brasil aumentaron 3 por ciento en febrero y llevan 4 meses de crecimiento. En el primer bimestre exportamos un 19 por ciento más que en 2016”, detalló Cabrera al referirse al vínculo con el socio comercial más relevante del país y principal destino de los envíos industriales. El Indec también informó datos positivos pero distintos a los provistos por el funcionario. Las ventas externas a Brasil aumentaron 20,3 por ciento en febrero y 5,3 por ciento en el primer bimestre. El organismo estadístico agrega un dato adicional que el funcionario dejó de lado en su enumeración de “brotes verdes”. Las exportaciones de manufacturas de origen industrial hacia el mercado brasileño, los rubros cubiertos por la cartera que tiene al frente a Cabrera, retrocedieron 30 por ciento en febrero y 10,4 por ciento en el primer bimestre.

 El empleo fue otro segmento de la economía argentina donde el titular de la cartera de Producción identificó mejoras contundentes. “En enero hubo 86.993 personas más con trabajo formal que un año atrás, lo que muestra que el empleo registrado creció por sexto mes consecutivo”, lanzó el funcionario que obvio precisar que esa recuperación no responde a una “dinámica virtuosa” ya que la cantidad asalariados de sector privado registró en el primer mes del año una contracción de 25.323 personas frente al mismo período de 2016. En las industrias manufactureras el empleo acumula una caída interanual de 44.118 personas. 

 Las estadísticas oficiales publicadas anteayer evidencian que, a lo largo de los últimos meses, se frenó el proceso de destrucción masiva de empleo asalariado registrado, pero los datos difundidos ayer no acompañan el relato sobre la reactivación laboral que anunció Cabrera. En el primer mes de 2017 la cantidad de asalariados registrados anotó una contracción de 43.679 trabajadores en relación al mes anterior. Desde el Ministerio de Trabajo sostienen que la baja mensual de 0,4 por ciento responde a una caída tradicional del empleo en el sector público ya que las provincias rescinden contratos de una porción de sus docentes para reincorporarlos en febrero o marzo. Sin embargo, cuando se limpian esos efectos estacionales los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) arrojan una reducción de 5800 trabajadores contra diciembre, lo que representa una baja de 0,1 por ciento. 

 Pero los datos del Ministerio de Trabajo elaborados en base a los registros administrativos de la Anses no solo no respaldan sus afirmaciones sino que la información referida a la industria manufacturera encabeza las caídas y no se observan indicios de mejoras. Los datos de empleo registrado en el sector privado arrojaron en enero un crecimiento mensual limpio de efectos estacionales de apenas 1876 puestos de trabajo. Cuando se desagrega esos datos por rama de actividad se observa que la industria manufacturera empleó 1688 personas menos a comienzos de año. 

 “En el primer trimestre de 2017 se estima que el crecimiento será del 0,7 por ciento”, pronosticó Cabrera aunque, de validarse ese escenario, el impulso no vendrá de la industria. La actividad fabril se contrajo un 9,5 por ciento interanual el mes pasado y acumula en el bimestre del 3,3 por ciento frente al mismo período de 2016. En materia laboral y de comercio exterior los indicios de recuperación remarcados por el ministro eludieron a la actividad industrial donde las caídas continuaron durante el mes de febrero.