Bajo el título "América latina después de la pandemia", la edición Cono Sur de Le Monde Diplomatique organizó un debate entre el exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y el periodista y director de la edición en español de la publicación mensual, Ignacio Ramonet. El diálogo que giró en torno a la inédita coyuntura derivada del coronavirus estuvo moderado por José Natanson, politólogo y además director de la edición Cono Sur de Le Monde. Los intelectuales expusieron sus perspectivas frente al futuro post-pandémico. Resaltaron la importancia del Estado como actor fundamental para la recuperación y analizaron el presente errático de los proyectos neoliberales. García Linera tampoco olvidó la preocupante situación política y social que atraviesa Bolivia, en un día en que se ratificó la inhabilitación de la candidatura a senador del expresidente Evo Morales de cara a las elecciones del próximo 18 de octubre.

Ignacio Ramonet planteó que la pandemia llegó en un muy mal momento para el continente. "Un tercio de los muertos por covid-19 son latinoamericanos. Esto le genera a los gobiernos de la región una crisis porque su sistema público es muy frágil", aseguró. El prestigioso académico español sostuvo que los recursos puestos en juego en Latinoamérica son esencialmente tres: "las exportaciones del sector primario, las remesas que envían los trabajadores y trabajadoras que se encuentran en Estados Unidos o Europa, y el turismo". La caída estrepitosa de esos factores constituye un dolor de cabeza para la región. "Pensamos que estábamos saliendo del túnel de la crisis de 2008, pero resulta que estamos entrando en un nuevo túnel", planteó Ramonet.

En el mismo tono, García Linera aseguró que la crisis actual "significaría 10 años de retroceso en cuanto a la generación de riqueza en el continente", o "20 años en términos de empleo", según cifras de la CEPAL. "Estamos viviendo un momento de oleadas y contraoleadas, un empate catastrófico entre proyectos progresistas y neoliberales", remarcó García Linera. Frente a ese escenario, el ex vicepresidente de Bolivia entiende que el Estado "debe asumir un nuevo protagonismo llevando directamente el dinero a la gente", aunque esto plantea una seria dificultad: "los recursos son pocos y las demandas muchas". 

Enfrentado a una situación delicada, Ramonet se vio sorprendido por la respuesta de gobiernos neoliberales a la crisis derivada de la pandemia. "En Francia el presidente Macron en el fondo es neoliberal, y sin embargo acaba de anunciar un plan de 100 mil millones de euros para transformar la economía con ayudas para las empresas y los trabajadores. Estamos viendo un regreso de la planificación y un regreso del Estado como actor principal y capacitado para tomar la rienda de empresas privadas". Para el periodista español, los propios neoliberales se dieron cuenta de que el mercado no puede dar respuesta a esta crisis.

De cara al futuro inmediato, García Linera entiende que hay que recurrir a estrategias creativas. "Las grandes fortunas pagan menos en nuestra región. Esa es una veta que hay que profundizar. No tenemos una agenda progresiva de impuestos en America latina. Hay que renegociar la deuda. Hay que ajustar a la banca. Hay que ajustar el tema de los paraísos fiscales. Hay que ir por ahí, porque eso permite al Estado utilizar recursos frescos y dinamiza a la economía".

"Este nuevo momento del Estado requiere además de la movilización social. El nuevo sentido común tiene que emerger de la acción colectiva", agregó García Linera. En la misma línea, Ramonet indicó que "las clases sociales son ahora las causas sociales". Para el autor de 'La tiranía de la comunicación', se deben producir nuevas movilizaciones "que fragmentan a la sociedad pero también la ponen en marcha".

Para referirse a la convulsa situación que atraviesa Bolivia luego de la renuncia forzada del expresidente Evo Morales, García Linera advirtió que "uno de los objetivos del golpe era desarticular lo popular, que con sus luces y sombras había logrado convertirse en forma estatal y producir las transformaciones que vimos en los últimos 14 años". Esto generó la reacción de los sectores más radicalizados. "El objetivo era descomponer para que los indios no vuelvan al poder. Pero no lo han logrado", aseguró el ex vicepresidente boliviano.

Al momento en que se realizaba la conferencia virtual, la justicia de Bolivia disponía el rechazo de un recurso de amparo interpuesto por la defensa del expresidente Evo Morales, lo que ratificó su inhabilitación para postularse a una banca en el Senado en las elecciones generales de octubre. A pesar de la persecución judicial desatada por el gobierno de facto, García Linera se mostró optimista. "Los sectores populares tuvieron una extraordinaria capacidad de reconfiguración", remarcó. Frente a la consulta de PáginaI12, García Linera sostuvo que "Áñez no tiene capacidad de convocatoria, no es una esperanza, es una venganza y no se puede construir una sociedad desde la venganza".