El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció su decisión de equiparar la escala salarial de la policía provincial con la de la Federal y logró ponerle fin a las protestas que los efectivos mantenían desde el lunes. El aumento, que marca un piso salarial de 44 mil pesos y la recomposición tanto del valor de las horas extras, como del monto que perciben los agentes por el concepto de compra de indumentaria, terminó por conformar un paquete que ni los más beligerantes pudieron cuestionar. Ahora, con el conflicto desactivado, puertas adentro de la Gobernación plantean que “será tiempo de autocrítica y de evaluación de responsabilidades” y se abstuvieron de confirmar o desmentir cambios en la cúpula de seguridad. Desde el territorio, los intendentes apuntan contra el ministro de Seguridad Sergio Berni, y reclaman cambios en la cúpula policial.

"Si esto es, como dicen, un reclamo salarial y de condiciones de trabajo les estamos dando una respuesta contundente e histórica, de fondo. Si no, en otro caso, vamos a comprender que es una cuestión política", sentenció Axel Kicillof y dejó sin margen de maniobra a los grupos reducidos que por la mañana aseguraban que si no había respuesta afirmativa a todo le petitorio que habían presentado la protesta seguiría.

En idéntico sentido se expresó el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque. "Se trata de una inversión muy grande y es una respuesta clara y contundente del Gobierno, que entiende que debe primar una lógica y, si hay disconformidad y cuestionamientos, quizá tengamos que pensar que no era el reclamo lo central sino otros intereses", subrayó.

En tanto, respecto de la escalada de la protesta que llegó hasta la Quinta de Olivos, Larroque señaló: "Tal vez muchos quisieron montarse sobre un reclamo genuino, pero esperemos que las cosas transcurran en canales paralelos, se resuelva el conflicto y que los que pretendían hacer un uso político de esto queden aislados".

Después de tres días de tensión permanente, la calma volvió ser parte del paisaje de la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Por la tarde, en algunos de los despachos se sonreían frente al televisor que mostraba una de las clásicas placas rojas de Crónica, que en letras catástrofe anunciaba: “No queda ni un policía en la protesta”. En ese contexto, desde el entorno del Gobernador explicaron: “No creemos que esto esté terminado. Vamos a estar atentos, pero no se podía seguir si no hacíamos lo que hicimos hoy. Para poder trabajar había que poder responder a las demandas históricas de la Policía”.

El conflicto por el salario de los efectivos de la Policía Bonaerense, que empezó a hacerse visible el lunes con una protesta frente a la residencia del Gobernador, y que tuvo su punto más delicado el martes por la tarde, cuando agentes armados rodearon la Quinta de Olivos, produjo ruido en la relación entre los intendentes y Poder Ejecutivo provincial. “Hay malestar con (Sergio) Berni porque no la vio venir”, le confirmó a Página/12 uno de los intendentes más cercanos a Kicillof y que también tiene un estrecho vínculo con la Casa Rosada. Desde la sede de Gobierno en la ciudad de La Plata dieron por buena la versión, pero aclararon que hasta que se desató el conflicto, ningún jefe comunal había planteado formalmente sus quejas por el accionar de Berni.

Claro que no sólo los intendentes tienen en la mira a Sergio Berni. Desde el entono de Gobernador señalaron que “este conflicto no tendría que haber escalado, no tendría que haber pasado de una resolución ministerial. Tuvo que salir el Gobernador a presentar la solución y someterse a un desgaste innecesario a tan sólo diez meses de haber asumido”.

Desde la Gobernación afirmaron ante Página/12 que no hay una decisión tomada sobre la continuidad o salida de los funcionarios del ministerio de Seguridad o de los integrantes de la cúpula de la Policía Bonaerense. “Creemos que dentro de la estructura de Seguridad tienen que hacer una profunda autocrítica y evaluar sus responsabilidades sobre lo que pasó. Nos vamos a tomar el fin de semana para eso, hoy es muy pronto”. Más allá de la cautela con la que tratan el tema en La Plata, los intendentes no dudan en dar por terminado el ciclo de Daniel García como jefe de la Policía Bonaerense y, a regañadientes, dan por confirmada la continuidad de Berni en su cargo. Más allá de los nombres, el desafío de Kicillof será recomponer lo más rápido posible la cadena de mando.

Al cierre de esta edición los dos nombres que sonaban para reemplazar a García eran el de Jorge Oscar Figini, actual subcoordinador General Operativo de la Policía, y el de Hugo Natiello, otro hombre de carrera que tomó notoriedad cuando asumió como jefe de la Regional Capital después de la masacre de San Miguel del Monte.

Lo que viene

El anuncio del Gobernador, en el marco de la búsqueda de la profesionalización de la fuerza, también abarcó una mejora en la atención a la salud de los efectivos y la puesta en marcha del Instituto Universitario Juan Vucetich.

Sin embargo, más allá del esfuerzo presupuestario, el anuncio no fue recibido de la misma manera por los distintos grupos que participaban de la protesta. Si bien tras levantar la protesta los diversos voceros del conflicto se mostraron conformes, desde las redes sociales que arengaron la escalada manifestaron que "se logró dar un gran paso, que se conocieran las malas condiciones en las que estábamos trabajando, el auditor general dio su palabra que nadie va ser sancionado". Y remarcaron también su expectativa de que "ahora Kicillof cumpla y haga una mesa de diálogo". "Podemos estar de acuerdo o no con el anuncio, pero se logró algo muy bueno, es el primer paso", plantearon.

El posteo parece ser la confirmación de una sensación extendida entre los intendentes y también en parte del Gabinete provincial: que la pulseada con la Bonaerense aún no terminó. Conciente de eso, Kicillof se anticipó y durante su anuncio resaltó: "esto es mucho más que un porcentaje, es una equiparación de un reclamo que tiene muchísimo tiempo. Vamos a dar, pero también vamos a ser muy exigentes".