Al contrario de lo que muchos padres se quejan, de que la tecnología     y los juegos virtuales aíslan e incomunican, Morillo y Zangronis remarcaron la importancia y el mundo de posibilidades que implicó ese universo. Morillo contó que su hijo “que es no verbal y usa una tablet con todo un sistema de pictogramas para comunicarse, antes usábamos pictogramas con velcro y cada vez que se perdía uno te querías matar, ahora, te olvidaste de algo y uno lo arma en el momento. Es increíble cómo la tecnología ha acercado, mi hijo no queda tan excluido porque puede comunicar un montón de cosas. En el caso de muchos chicos de alto funcionamiento necesitan los juegos para bajar el nivel de ansiedad, que en ellos es muy alto”. Para Zangronis “poder explicar un proceso con la tecnología resuelve mucho. Uno baja de YouTube un video, y mostrárselo, para ellos que son muy visuales es muy importante. Enseñarles un tutorial o que escuchen un audio cambia mucho porque no es lo mismo transmitirle qué dijo el padre, a que escuche un audio o que lo vea, es una herramienta fundamental”, señaló.