"Todo muy raro, como todo en esta causa, otra vez un sábado a la noche, otra vez un pescador", le dijo Luciano Peretto, el abogado de la madre de Facundo Astudillo Castro a Adriana Meyer, la periodista de Página/12 que sigue el caso desde su desaparición.

El abogado hacía referencia al último y sorprendente giro que tomó la investigación. Tal como había ocurrido el sábado 15 de agosto, hace prácticamente un mes, la Policía Federal de nuevo recibió un llamado de un pescador para avisarles que en la misma zona donde aparecieron los restos esqueletizados de Facundo esta vez habían encontrado una mochila muy parecida a la que llevaba el joven cuando emprendió su viaje a Bahía Blanca.

Según lo recibido en la delegación de la Policía Federal de Bahía Blanca, y fue confirmado por el abogado, el hallazgo se produjo en la localidad de General Cerri a medio kilómetro de las vías del tren y a unos cuatro del lugar donde había sido encontrado su cuerpo.

La mochila es del mismo color que la que llevaba Facundo y además tenía en su interior su licencia de conducir y dos celulares, “un Nokia de alta gama y un Blackberry”, según describió Peretto. “Sabíamos que tenía esos dos celulares, el Blackberry era del abuelo y tenía puntos, por lo que lo usaba cuando se quedaba sin crédito en el otro. Lo reportamos desde el primer momento en la causa”, amplió el abogado.

“Están los dos celulares y el carnet de conductor de Facundo, y no hay mucho más que se haya visto a simple vista. Hay unos bolsillos cerrados que fueron precintados y está siendo custodiado por la Policía Federal Argentina (PFA) de Bahía Blanca y se va mandar a analizar de manera urgente”, aseguró Peretto.

Consultado acerca de la reacción de la madre del joven al enterarse del hallazgo, el abogaado contó que Cristina Castro señaló que era “rarísimo todo, raro otra vez un sábado a la tarde, un pescador, en cuarentena, los dos celulares en la mochila”, cuando “Facundo siempre los llevaba en el bolsillo”.

La Policía dejó trascender que la mochila “tiene una doble V o una M”, pero falta confirmar que efectivamente sea la de Facundo, aunque cerca de la familia piensan que lo más probable es que sea la Wilson que llevaba.

Entre los más cercanos al joven que estuvo 107 días desaparecido crece la incredulidad ante las versiones oficiales. “Para nosotros es imposible que aparezca la mochila con los dos celulares adentro, el celular ese reportó actividad en una antena del centro de Bahía Blanca por lo que es imposible que haya entrado ahí y vuelto al lugar, no tiene ningún tipo de lógica”, reflexionan.

Todos los elementos encontrados están en poder de la Policía Federal, que se encargará de su custodia hasta que se efectúen lo antes posible las correspondientes pericias. En principio, este domingo por la mañana se hará la identificación exacta del lugar del nuevo hallazgo.

Curiosamente, la zona había sido rastrillada por las fuerzas de seguridad antes de la aparición del cuerpo, y también después, sin que la mochila fuera descubierta.

Otro elemento a tener en cuenta es que desde la incorporación a la causa de los fiscales Horacio Azzolin, especializado en Ciberdelincuencia y subrogante en la Procuraduría ante la Cámara Federal de Bahía Blanca, y Andrés Heim, de la Procuraduría de Violencia Institucional, se había acordado con el fiscal Ulpiano Martínez, muy cuestionado por la madre de Facundo, que la Policía Federal sería apartada y que los peritajes quedarían en manos de la Dirección General ede investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), dependiente del Ministerio Público Fiscal. 

Nada de ello fue tomado en cuenta con las últimas novedades, ya que el fiscal Martínez envió a la Federal a tomar contacto con el “pescador” y hacerse cargo de sus descubrimientos.

La cronología del caso

El 30 de abril último, el joven Facundo Astudillo Castro, cuyo cuerpo fue encontrado el 15 de agosto en un cangrejal de Villarino Viejo, salió de su casa de la localidad bonaerense de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca donde vive su ex novia. El joven de 22 años caminó y viajó a dedo por la Ruta Nacional 3. Nunca llegó.

De ese día se supo que fue demorado por policías de la localidad de Mayor Buratovich, que lo cuestionaron por violar el aislamiento social preventivo por coronavirus. Se le labra un acta y da cuenta del hecho a la madre, Cristina Castro. Hay una fotografía que da cuenta del momento en que fue demorado y que fue revelada 80 días después.

Por la tarde, el joven se comunica con ella y le dice: “No sabés dónde estoy, no me vas a volver a ver”. Más tarde fue interceptado en el acceso a Teniente Origone. Ese mismo día, desde el teléfono de Facundo fue enviado un SMS a uno de sus amigos. El registro quedó en una antena de Bahía Blanca.

1 de mayo: un testigo se presenta en la comisaría para decir que vio cómo al joven lo ingresaban a un patrullero blanco y negro, pero no se le tomó declaración.

8 de mayo: la oficial Siomara Ayelén Flores desactiva Whatsapp y las redes sociales desde su teléfono celular.

5 de junio: Cristina Castro formaliza la denuncia por desaparición forzada. La causa queda a cargo del titular de la UFI N°20 de Bahía Blanca, Rodolfo De Lucía.

15 de junio: la policía allana sin orden judicial el domicilio de los hermanos de la ex novia, a quienes vinculan con la venta de drogas. El policía Alberto González dijo que demoró a Facundo en el kilómetro 750 y que le sacó una fotografía a su registro de conducir para verificar la identidad. Luego aseguró que el joven subió a un Renault Duster Oroch color gris, que lo levantó en la ruta.

19 de junio: la agente Siomara Anyelen Flores le dijo a Cristina Castro que había llevado a Facundo desde Buratovich hasta Teniente Origone, cuando lo que debió haber hecho por protocolo fue devolverlo a su casa.

27 de junio: tres personas llaman a Cristina Castro. Cuentan que vieron a Facundo cuando policías lo subían a un móvil en la entrada de Mayor Buratovich.

7 de julio: el juzgado federal 2 de Bahía Blanca aceptó a la madre de Facundo como querellante en la causa que investiga la presunta desaparición forzada.

8 de julio: la investigación queda a cargo de la jueza federal María Gabriela Marrón y el fiscal Santiago Ulpiano Martínez. Se incorpora a la Policía Federal y en la Comisaría de Mayor Buratovich se secuestran el libro de guardia y teléfonos celulares de policías involucrados. El ministro de Seguridad, Sergio Berni, asegura que a Facundo se lo va a encontrar vivo y que “no surge ninguna evidencia” de una posible responsabilidad policial.

11 de julio: la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió al Estado argentino “inmediatez y exhaustividad de la investigación” por la desaparición de Facundo.

12 de julio: se rastrea un basural de Mayor Buratovich por el hallazgo de presuntos restos humanos.

13 de julio: los abogados de Cristina Castro denuncian aprietes del subcomisario de Mayor Buratovich, Pablo Reguillón, y el Ministerio de Seguridad bonaerense desafecta al efectivo.

17 de julio: se realizan peritajes a patrulleros y en el auto particular de la agente Siomara Ayelén Flores se encuentran rastros hemáticos. Aparecen los libros de Guardia de la comisaría de Origone que habían sido pedidos 10 días atrás. Castro pide la recusación del fiscal Martínez por supuesto "ocultamiento de información".

31 de julio: en un allanamiento de la delegación policial de Teniente Origone se encuentra un juguete que de Facundo que la abuela le había regalado y que él llevaba como amuleto. Estaba en una bolsa tirada en un calabozo abandonado.

5 de agosto: durante un rastrillaje en una zona de Mayor Buratovich se encuentra una mochila semienterrada, ropa y huesos, que más tarde fueron catalogados como pertenecientes a algún animal.

10 de agosto: se dan a conocer chats entre los policías investigados que datan del 16 de junio hasta el 19 de julio y en algunos de los cuales se refieren a Facundo.

12 de agosto: la jueza Marrón rechazó el pedido de Cristina Castro de detener a los policías Mario Gabriel Sosa, Jana Curuhinca (quienes retuvieron a Facundo en Buratovich), Alberto González y Siomara Flores,

14 de agosto: se hallan imágenes del DNI de Facundo en el teléfono celular de la agente Jana Curuhinca. Este hecho desmintió la declaración de Alberto González, que aseguró que al joven solo se le pidió su licencia de conductor.

16 de agosto: en un cangrejal de la zona de Villarino Viejo se halla un cuerpo esqueletizado. La Justicia notifica a la madre, que viaja hasta allí y reconoce que una zapatilla encontrada en los alrededores es similar a unas que usaba su hijo.

21 de agosto: Cristina Castro y su abogado Leandro Aparicio son recibidos por el presidente Alberto Fernández, en la Quinta de Olivos. “Renuevo la confianza en el Presidente”, dijo Castro al salir.

22 de agosto: el Equipo Argentino de Antropología Forense comienza con la autopsia del cuerpo encontrado en Villarino, a fin de identificarlo y establecer las posibles causas de la muerte.

27 de agosto: Cristina Castro se reúne con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Le pide la renuncia de Sergio Berni y a la salida del encuentro manifiesta: “La reunión ha sido productiva. Necesitaba pedir respuestas y me llevo algunas. Otras han quedado en el tintero”.

2 de septiembre: Se confirma oficialmente que los restos hallados en Villarino Viejo pertenecen a Facundo Astudillo Castro.