La Federación de estudiantes secundarios de Salta (FESS) llevó adelante distintas actividades en memoria de los jóvenes sobrevivientes y desaparecidos en la Noche de los Lápices, hecho cometido el 16 de septiembre de 1976 durante la vigencia del terrorismo de Estado. Participaron de un conversatorio federal con el presidente Alberto Fernández y dialogaron vía Instagram con la nieta restituida y actual legisladora porteña Victoria Montenegro.

“Es fundamental hacernos presentes en un escenario completamente diferente al de años anteriores, pero siempre alzando la voz por lxs que ya no están”, fue el mensaje que se leyó en las redes sociales de la Federación y que sirvió como adelanto a una de las fechas más importantes que tiene la militancia estudiantil en la Argentina.

Ese 16 de septiembre fueron secuestrados y desaparecidos Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Claudio de Acha, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro. Y hubo cuatro sobrevivientes: Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler.

La integrante de la FESS Alma Blanco sostuvo ante Salta/12 que a 44 años del secuestro y desaparición de los estudiantes que bregaban por la gratuidad del boleto estudiantil en la ciudad de La Plata, el contexto salteño presenta un movimiento secundario “más fuerte que nunca”. Para la joven, esa fue una de las razones que la llevó a participar ayer de un conversatorio federal junto al Presidente, Emilce Moler y la directora del Instituto Nacional de Juventudes, Macarena Sánchez.

“Es una fecha muy significativa este día” dijo Blanco además de manifestar que haber participado del diálogo con el Presidente estan importante para nosotros” porque significa que “hay un Estado y un gobierno que nos escucha y también hace las políticas públicas con nosotros”. Blanco fue la representante salteña que se encontró junto a los otros 13 estudiantes que provenían de las provincias de Santa Fe, Tierra del Fuego, La Rioja, Buenos Aires, entre otras.

A diferencia de la escucha y participación que tienen con la actual gestión nacional, la salteña aseguró que eso no se traduce con la gestión de Gustavo Sáenz. “Seguimos sosteniendo los reclamos que tenemos desde hace tres años”, afirmó. El colectivo de estudiantes se forjó al calor del debate por el aborto legal, seguro y gratuito en 2018 y con la entonces llamada Coordinadora de Estudiantes.

A partir de allí, reivindican tres pedidos que consideran urgentes y que no se cumplen en su totalidad: la conformación de los centros de estudiantes secundarios en todos los colegios, la aplicación de educación sexual integral y la enseñanza laica.

Los reclamos están amparados en legislaciones nacionales y en el caso de la educación laica, lo hace en el fallo de la Corte Suprema de Justicia de 2017 que ordenó no dictar educación religiosa durante el horario escolar en todo el territorio de Salta.

“A pesar de todos los palos en la rueda que nos pusieron los distintos gobiernos de Salta, la FESS salió a flote”, dijo Blanco. Algunos estudiantes sufrieron persecuciones por parte de los directivos de las escuelas en el momento del debate por el aborto legal. Y por eso elevaron reclamos durante la gestión del ex gobernador Juan Manuel Urtubey, pero nunca obtuvieron respuestas. En el caso de Sáenz, no fueron convocados desde que comenzó su gestión.

Por su parte, Tobías Paz, oriundo del municipio de Campo Santo del departamento de General Güemes, dijo que cada 16 de septiembre es un momento para que los secundarios “tomen consciencia de lo importante de este día”. “Esos jóvenes fueron estudiantes secundarios y pudieron ser como nuestros amigos y compañeros en los colegiosfueron desaparecidos en una de las historias más trágicas que vivimos”, destacó.

Por eso, recordó la importancia de la militancia estudiantil que desafía a los jóvenes para “transformarnos y transformar el futuro”. Para Paz, algo quedó en claro: “Nunca más vamos a permitir que los militares hagan un golpe de estado”. 

Además de los pedidos a la gestión de Sáenz, los estudiantes vienen colectando mercadería para comedores de Salta, y han realizado una serie de debates virtuales sobre el sistema sanitario, la violencia institucional y los derechos estudiantiles en cuarentena.

“Hay mucho por seguir construyendo”

La segunda actividad que llevó adelante la FESS fue la charla virtual con la diputada por la ciudad de Buenos Aires Victoria Montenegro. El encuentro se transmitió por la red social de Instagram y estuvo moderada por la estudiante Candelaria Peano, quien destacó que “es un día importante para toda la comunidad militante por aquellos militantes que son nuestro ejemplo”.

Montenegro es hija de los salteños desaparecidos Hilda Ramona Torres y Roque Orlando Montenegro, quienes eran del departamento de Metán. En 2012 identificaron los restos de su padre y fueron trasladados a su ciudad natal. 

La vicepresidenta del partido Kolina, que recuperó su identidad en 2001, expresó que estuvo mucho tiempo tratando de comprender que sus apropiadores no eran sus verdaderos padres biológicos sino que "eran los responsables del la desaparición de mis padres”. 

Montenegro fue desaparecida junto a sus progenitores el 13 de febrero de 1976 por un grupo paramilitar durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón. Dos semanas después fue apropiada por el coronel del Ejército Argentino, Hernán Antonio Tetzlaff, y su esposa Carmen Eduartes, quienes le pusieron el nombre de Maria Sol.

Para la legisladora, la historia del movimiento estudiantil no puede despegarse del terrorismo de Estado y de lo que representó en su propia adolescencia porque “hablamos de una generación y una juventud que creció en un país distinto al que conocemos hoy”. “Nos decían que a los bebés no había que buscarlos” o “escuchabas a un genocida contar los asesinatos en la tele y después se iba a tomar un café a la esquina”, recordó. Dijo que ese goce de impunidad fue amparado por las propias legislaciones nacionales de ese entonces.

Por eso señaló que la tarea de hoy es “construir un puente” entre aquellos momentos nefastos de la historia para salvaguardar la lucha que quería esa generación juvenil. “Claramente (hoy) hay una ampliación de esos derechos por los cuales los compañeros luchaban”, señaló. Y en ese sentido, dijo que es primordial tomar el desafío de “cuidarlos”.

Indicó que es importante el ejercicio de la memoria porque “todavía hay mucho para seguir construyendo pensando en el sueño de aquellos jóvenes”. Aseguró que no se trata sólo del boleto estudiantil gratuito sino por la búsqueda de una sociedad distinta. y sostuvo que el contexto de pandemia es propicio para “repensar los roles de la juventud respetando la historia, la identidad y el compromiso con los derechos humanos”.