Es un medicamento antiquísimo y su patente ya venció. Es accesible y de producción tan local que incluso se puede solicitar su fórmula en una farmacia. Esas son las características de la Ivermectina, el medicamento de uso médico y veterinario que según una investigación realizada por el Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales (IIET), de la Sede regional Orán de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), “produce la eliminación más rápida y profunda del virus”. Sin embargo, aún no está reconocida como medicamento con 100 por ciento de efectividad para combatir el SARS-CoV-2, el virus que produce la covid-19, dado que faltarían pruebas e investigaciones para ello.

“La ivermectina sí la usamos (quienes son) personal del (Hospital El) Milagro y ahora por resolución preventiva” también para las personas adultas mayores y personas con enfermedades de base o causas de comorbilidad, que se encuentran incluidas en los llamados grupos de riesgo, dijo a Salta/12 Esteban. El ministro de Salud sostuvo que en su caso, toma 6.9 miligramos cada 7 días.

Por su parte, el gerente del Hospital Arturo Oñativia, Marcelo Nallar, afirmó que desde hace un mes aproximadamente dejó a disposición de los trabajadores de ese Hospital la posibilidad de acceder a un tratamiento de ivermectina y carragenina (gotas nasales), como método preventivo de contagio. Los fundamentos surgen de un estudio realizado por tres hospitales de la provincia de Buenos Aires, en los que se dio a los trabajadores la posibilidad de acceder a las sustancias, cuyo uso médico ya se aplica desde hace años para otras situaciones de salud sin conocer hasta el momento efectos colaterales graves.

El protocolo iver.car

Según el estudio aplicado, a cargo de un protocolo que generó el médico Héctor Carvallo, entre otros especialistas, el uso combinado de Iota-carragenina e ivermectina (Protocolo iver.car) “en la profilaxis de los agentes de salud arrojó una efectividad del cien por ciento entre aquellos que recibieron el tratamiento”. 

En la confección de ese protocolo participaron voluntariamente 1.195 agentes de salud de diferentes centros asistenciales entre el primero de junio y el 10 de agosto, repartidos en cuatro centros asistenciales de Ezeiza, Caseros y Cañuelas, indica el estudio. 

Se afirma que de los 1.195 agentes de salud que participaron del ensayo, 788 recibieron iver.car, en tanto que 407 no lo recibieron. En el grupo que no recibió iver.car, se verificaron 237 contagios (58 %). Por el contrario, en el grupo que recibió iver.car no se hubo contagios.

No todos la aceptan

“Tanto este trabajo de los hospitales de Buenos Aires como el de Alejandro Krolewiecki (el investigador que dirigió al grupo que investigó los efectos de la ivermectina sobre el virus) sirven no para prescribirlo con efectividad comprobada sino para desarrollar una hipótesis”, sobre los resultados que tiene el medicamento, dijo Nallar. Y es que entendió que para comprobar la efectividad del medicamento habría que hacer un estudio “doble ciego”, con un número muy alto de personas con las mismas características físicas y enfermedades preexistentes, otorgando el medicamento a unos y a los otros un placebo. “Entonces en medio de la pandemia se genera un problema ético, porque ¿quién decide a quién se da y a quién no el medicamento?”, planteó. Agregó que los medicamentos ya fueron utilizados como antiparasitarios, por ejemplo, en el caso de la ivermectina, sin producir efectos colaterales riesgosos.

Informó que en el caso del Hospital Oñativia desde hace cuatro semanas se recibió una donación de ivermectina “de un laboratorio que lo produce” y se ofreció el medicamento al personal a su cargo. Hay quienes lo aceptaron y quienes no, entre ellos más de un médico. “Es una indicación relativa”, dijo Nallar al aclarar que eso implica que se puede ofrecer a los trabajadores de Salud o a los pacientes con la covid para tomarlo como una alternativa, pero con todas las explicaciones del caso, dado que no implica (como el ibuprofeno sódico) que tenga 100 por ciento de efectividad para curar la covid. 

Incluso tampoco se garantiza que no se pueda generar un estadío grave de la enfermedad aun tomando el medicamento. Aunque se vio en algunos casos leves y moderados que lo tomaron que no se desarrolló una forma grave de la enfermedad, puede suceder que sí. “Pero que no se confunda, no es lo mismo que el dióxido de cloro”, aclaró el médico. A diferencia de la ivermectina y la carragemina, dióxido de coloro, que no es un medicamento, es perjudicial para la salud y causó fallecimientos.