A raíz de las imágenes que dieron vuelta al mundo y pusieron a Salta y sus representantes en el centro de la escena, cuando el ahora ex diputado Juan Emilio Ameri apareció en una transmisión en vivo tocando a su pareja, lo que le mereció primero su suspensión y luego su renuncia, surgieron muchas preguntas en cuanto al presente político local y a sus referentes.

Salta/12 dialogó con tres consultores políticos sobre cuál será el efecto post Ameri, quiénes ganan y quienes pierden tras el escándalo. También opinaron sobre la pandemia y si reconfigura la política.

Benjamín Gebhard, Pedro Butazzoni y Gustavo Acuña coincidieron, aunque con matices, en que la mayor tajada la sacan quienes promulgan la antipolítica, en la decadencia de representación que viven la Cámara de Diputados y el Concejo Deliberante salteño y que la gestión política ha dejado de tener trascendencia por el vértigo electoral permanente.

Los tres rescataron la rápida reacción del Frente de Todos en el Congreso, en las figuras de Sergio Massa y Máximo Kirchner, que sin titubear pidieron primero la suspensión y luego la expulsión del diputado transgresor, obligándolo a renunciar. Y también resaltaron la necesidad de un recambio generacional en un FdT con una representatividad agotada en el ámbito de la provincia.


Una degradación de la política

Para el licenciado en relaciones internacionales, miembro de la consultora Jiménez Buttazoni, Pedro Buttazoni el hecho desenmascara una degradación de la política salteña en general, “hacía mucho que no veíamos una política tan chata y mediocre, con tan pocas ideas y proyectos”, afirmó, y destacó que no pasa por un partido puntual, “es la representación política en general”.

“A eso lo vemos desde que se renovó la Legislatura y el Concejo Deliberante, donde de lo único que nos enteramos son de sucesos extravagantes que van desde intentar avanzar con un ovnipuerto hasta convocar a una sesión extraordinaria en medio de una emergencia para sumar jueces de Corte”, explicó.

Buttazoni sostuvo que toda esa degradación se puede representar en la figura de Ameri “que es un caso puntual, pero hay una cuestión mucho más de fondo para analizar qué está pasando con la política en Salta”.

Y explicó esa decadencia en la fragmentación de los partidos políticos tradicionales como el Justicialista, “que fue históricamente el más fuerte de Salta y que en las últimas elecciones sacó dos puntos, ese es el síntoma de lo que está pasando con los partidos políticos, que han perdido identidad y el contacto con la población”.

Ante esa crisis de representantes, los espacios tradicionales de la política fueron en busca de personajes puntuales que no venían de la política “para conseguir votos”. Lo que aseguró, "es un problema" porque “lo vemos hoy en la Legislatura, tenemos personas famosas y mediáticas pero que no son cuadros políticos, no conocen ni la realidad del Estado ni de la provincia, por lo que no tienen soluciones concretas ni buenas”.

Afirmó que lo sucedido con Juan Ameri “es un golpe a toda la política sin distinciones, que ya venía golpeada" y destacó que quienes más tajada sacaron fueron quienes impulsan “desde la política, la antipolítica, y se agarran de eso para darle a las instituciones políticas y el Estado, como si fueran herramientas que no sirven para nada más que no sea gastar recursos”.

Pero sin duda quien más sintió el golpe es el espacio del Frente de Todos local y sobre todo sus referentes, Sergio Leavy y José Vilariño, “los padrinos políticos de Ameri”. Aunque aclaró que se abre una oportunidad muy interesante tras el cimbronazo por la posibilidad de que surjan nuevos liderazgos, “algo que se reclama desde hace tiempo desde sus bases”.

“Ya el 2019 mostró que se necesitaba un recambio en la dirigencia del Frente de Todos local”, añadió, aunque reconoció que no se vislumbran líderes concretos que puedan ocupar esos espacios.

También destacó, casi como un anhelo, que lo sucedido puede llegar a generar otro tipo de atención de la ciudadanía en cuanto al armado de listas y los candidatos elegidos para representarlos.

Sobre el oficialismo provincial, dijo que debe estar disfrutando lo sucedido, “es su principal opositor y sin embargo no encuentra un rumbo y no termina de definir ni liderazgo ni ideas concretas para el futuro de la provincia”. Ante ese presente de la oposición, “Gustavo Sáenz está tranquilo, sabiendo que si bien no son los mejores, del otro lado son peores”.

“El hecho lo sacó del foco de la crisis que está atravesando la provincia”, opinó el especialista, para quien Sáenz “tampoco demostró estar a la altura de lo que los ciudadanos esperábamos” y añadió que todo recae bajo su figura debido a que su gabinete no tiene peso propio.

Ante la pregunta sobre los tiempos de gestión que están permanentemente en tensión con los electorales, sostuvo que hoy gobernar tiene un fin electoralista en sí mismo “y no con la idea de transformar una realidad”. “No se buscan consensos básicos ni puntos de encuentro para poder gobernar y avanzar, siempre se piensa en términos electorales, en la imagen positiva o negativa propia y del otro”, manifestó.

En cuanto a las elecciones intermedias del año que viene, Butazzoni cree que si la oposición, encarnada en el Frente de Todos, no modifica su manera de intervenir en la política, será el oficialismo quien vuelva a ganar, “porque la gente no va a encontrar otra alternativa y va a volver a elegir lo malo conocido”.

“El Frente tiene una marca propia muy fuerte, pero necesita otros líderes que lo lleven adelante, junto con buenas ideas y un proyecto que conecten”, concluyó.

Una desgracia positiva

Para el director de la Consultora We, Benjamín Gebhard, pasada la espuma del acontecimiento Ameri, que genera primero indignación y después pasa a la fase humorística en cuanto al presente de los dirigentes políticos, “el tema no creo que signifique una reestructuración e implique una reflexión sobre el sistema político, pero sí es muy importante y va a impactar internamente en el Frente de Todos”.

Gebhard rescató la rapidez con la que actuó la dirigencia a nivel nacional, con Sergio Massa y Máximo Kirchner a la cabeza, “a priori uno hubiese pensado que iba a haber una suspensión para evaluar cual era la reacción de la opinión pública, y sin embargo tomaron una decisión exprés que significó para Ameri la renuncia o la expulsión”.

“De esa manera la oposición no pudo decir mucho más, porque le quitaron espacio para la indignación”, agregó el consultor.

Pero en el ámbito local, sostuvo que fue un gran llamado de atención hacia la dirigencia “por haber sostenido a un personaje que ya tenía antecedentes que no eran para nada positivos”, y recordó que no es el primero dentro de ese espacio “con acusaciones de violencia, por ejemplo”.

Al igual que Butazzoni, indicó que es el momento “de ir haciendo una purga e ir separando a personas que tienen mucho que explicar”. Allí también resaltó que el momento es positivo “por eso mismo, para hacer algo que si no no se iba a lograr”, y subrayó que el suceso marcó el “ocaso de algunos referentes del espacio que ya venían en un franco declive luego de las elecciones provinciales, como Leavy o Vilariño”.

El director de We sostuvo que están en el momento propicio para tomar las decisiones de un recambio “antes que lo marque el resultado de las urnas una vez más”. Aseveró que esos dos dirigentes tienen una imagen negativa en capital de más del 70% “y esto los termina derrumbando, porque es imposible despegarlos de él (por el ex legislador Ameri)”.

Coincidió con la lectura de que lo sucedido favorece a los sectores que pregonan la antipolítica, pero prefirió ver el lado positivo en cuanto a que será la excusa obligada para la renovación y porque “la salida de Ameri le dio lugar a quien a priori es un gran cuadro de la política como Alcira Figueroa”.

“La aparición de Alcira demuestra que es más un problema de definición de candidatos y dinámica interna de los partidos que a una ganancia de la antipolítica como si fuera más de lo mismo”, aclaró.

Evaluó como “muy mala” la gestión de quienes arribaron a la política desde lugares mediáticos o mediatizados y señaló al Concejo Deliberante como el poder con peor imagen para los salteños, “después de la justicia”; afirmó que los concejales no supieron estar a la altura de la circunstancias “y los que venían de afuera de la política han demostrado que no tienen ninguna diferencia o superioridad respecto a los que llegaron de la militancia”.

Por lo que para Gebhard, en 2021 se revertirá en ese sentido y tendrá más candidatos de la política que los que llegan por fuera. Lo mismo opinó con respecto al recambio en la Cámara de Diputados, de la que evaluó que adquirió una forma “más banal y cirquera”.

“Necesitamos discutir los tiempos de elecciones y de gestión”, dijo con respecto al vértigo electoralista con el que viven todos los políticos en Argentina. Y añadió que ese vértigo implica estar más atento a los medios y la imagen que de su propia gestión.

Por último, sostuvo que la pandemia no reconfiguró la política y sus lógicas de reproducción, “lo que uno puede imaginar en la pospandemia tiene que ver más con el pasado que con el futuro, con un esquema altamente conflictivo y donde los extremos y las confrontaciones agresivas son las que ganan más visibilidad y movilizan con más efectividad”.

Y aseguró que no se vislumbran cambios ni a nivel nacional ni local en cuanto a las elecciones del año que viene y serán los oficialismos los que predominen. Pero dijo que lo más interesante será saber con qué espacio Gustavo Sáenz se va a alinear, “hoy se ve que Juntos por el Cambio cada vez se separa más del gobierno provincial y está muy fatigada la figura de Martín de los Ríos como su presidente”.

La mirada parcial de las redes

Siguiendo la lectura de sus colegas, el analista político Gustavo Acuña, director de la consultora ICQ, resaltó la rapidez con la que se movieron los líderes nacionales del espacio gobernante cuando se vieron las imágenes del ex diputado Ameri, separándolo y obligándolo a renunciar durante la misma sesión, “algo que no es muy común en el ámbito político, que primero pone peros para evaluar la situación y tratar de defender a los suyos”.

Acuña apuntó hacia una “superficialidad” reinante en la política y los políticos que debe cambiar, “hay una preponderancia en general de darle mucha relevancia al mundillo que se vive en las redes sociales”. Lo que genera una visión parcial de la realidad “que termina generando una infinidad de errores políticos”.

Acuña sostuvo que el gobernador y quienes lo secundan “gobiernan por y para las redes sociales” y de acuerdo a lo que allí se opina, perdiendo de vista la realidad. “A pesar de la mala gestión de la ministra de Salud (Josefina Medrano), lo que determinó su salida, fueron en definitiva dos o tres twitter en su contra”, explicó el director de ICQ haciendo mención a los entredichos que la ex funcionaria tuvo con el intendente de Orán, Pablo González y algunos legisladores.

Afirmó que hechos como los sucedidos esta semana en el Congreso “le dan de comer a la antipolítica, y se puede ver en la reacción que tuvo la sociedad indicando que son todos iguales, cuando en realidad Ameri es una gota en el océano de dirigentes que hacen las cosas como corresponde”.

“Sin embargo, el discurso reinante en las redes sociales y los medios ve en Ameri la normalidad y no la excepción que le da de comer a una bolsonarización de la política que genera riesgos por la pérdida de credibilidad de la institución como tal y se naturaliza que la política es un costo y que son todos chorros, subrayó Acuña.

Aplaudió la llegada de Alcira Figueroa a ocupar la banca por su capacidad y preparación, en un contexto en donde priman otro tipo de figuras políticas y de pensamientos, pero recordó que “va a un lugar donde hay 256 personas más”, y pidió que no se sobredimensione lo que pueda realizar. “Será de a poco, pero este cambio seguro nivela para arriba en nuestra provincia”, agregó.

Respecto a las elecciones de 2021 dijo que es complejo hacer un análisis en medio de la pandemia y lo que va sucediendo “porque ahora se viene el dengue”. Pero expresó que a pesar de ver un gobierno provincial “muy golpeado” y sin proyecto “que no nos muestra un futuro posible”, no hay del otro lado ninguna figura que pueda hacerle frente. Y volvió sobre lo que ya habían sostenido Gebhard y Butazzoni, que es indispensable un recambio en la dirigencia del Frente de Todos.

Pero se preguntó “¿Quiénes son esos nombres que pueden surgir? Porque sabemos que no pueden ser ni Leavy, ni Vilariño ni Nora Giménez, ahora, ¿quién representa en Salta al kirchnerismo y tiene el suficiente nivel de conocimiento?".

Acuña también abrió una incógnita sobre la decisión que tomarán el PJ local y Gustavo Sáenz en cuanto a su rumbo político, y tampoco si desdoblará o no las elecciones como lo hacía su antecesor, Juan Manuel Urtubey, “creo que si hace eso es un suicidio político en este contexto”, sostuvo.

Por último, agregó que también será una incertidumbre el rumbo del romerismo en su relación con el gobernador “y si Sáenz apunta a los votos seguros de ese espacio, que son de centro derecha, o se sigue alineando con el gobierno nacional”