El gobierno de Venezuela calificó como una provocación la presencia de un buque de guerra de Estados Unidos cerca de sus aguas territoriales. El navío norteamericano había informado a las autoridades venezolanas que realizaría operaciones de patrullaje contra el narcotráfico. Sin embargo la Cancillería bolivariana puso en duda estas afirmaciones. "Llama profundamente la atención el empleo de un buque de guerra con capacidad misilística de largo alcance para desarrollar supuestas operaciones de esta naturaleza", estableció la dependencia en un comunicado. El ejecutivo de Nicolás Maduro consideró que se trata de una conducta reincidente e intencional al recordar que el pasado 16 de julio se produjo una maniobra similar. "Es una provocación errática del Comando Sur de EEUU", indicó la Cancillería.