El Consejo Nacional del PJ propuso que el presidente Alberto Fernández encabece la lista de la que saldrá la nueva conducción partidaria. "Mi opinión es que sería bueno para el Justicialismo que la lista que podamos hacer la encabece el actual presidente de la Nación. Esto facilitaría la unidad, sin ninguna duda", se encargó de lanzar el propio actual presidente del PJ, José Luis Gioja, en el encuentro virtual del que participaron ministros, gobernadores, sindicalistas, intendentes y legisladores, entre más de 80 dirigentes, que fueron adhiriendo a la moción a medida que intervenían en un zoom que se prolongaba al cierre de esta edición. La propuesta quedaría formalizada en forma de clamor en el acto del 17 de Octubre, que tendrá como sede física el edificio de la CGT y del que esperan que se conecten alrededor de un millón y medio de militantes de manera virtual.

El encuentro del Consejo tuvo un amplia concurrencia, probablemente ayudada por la virtualidad. Hubo representantes del gobierno nacional como el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros Agustín Rossi, Wado de Pedro y Ginés González García; gobernadores como Axel Kicillof (Buenos Aires) y su vice Verónica Magario, Sergio Uñac (San Juan), Juan Manzur (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis); sindicalistas como Héctor Daer, Antonio Caló, José Luis Lingeri, Ricardo Pignanelli, Víctor Santa María y Hugo Yasky; intendentes como Fernando Gray (Esteban Echeverría), Fernando Espinoza (La Matanza), Gustavo Menéndez (Merlo y presidente del PJ Bonaerense), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Marisa Fassi (Cañuelas); legisladores como Lucía Corpacci, Cristina Alvarez Rodríguez y Martín Soria y hasta ex gobernadores y actuales embajadores como Daniel Scioli y Domingo Peppo.

Cafiero y Rossi pusieron énfasis en la defensa de la gestión del Gobierno, destacando la vasta ayuda estatal distribuida durante estos meses de pandemia. Rossi fue enfático en la necesidad de salir a poner el cuerpo para el rescate de lo realizado frente a las críticas de la oposición y de los medios afines. En cuanto a la situación partidaria, coincidieron con Gioja en la necesidad de armar una lista de unidad y que Fernández era la figura indicada para encabezarla. 

El mandato de Gioja al frente del PJ debía renovarse en mayo y fue prorrogado hasta fin de año debido a la pandemia. Las elecciones internas están previstas para el 20 de diciembre y unas semanas antes será el cierre de listas. Hay una tradición en el justicialismo que indica que cuando gobierna el presidente de la Nación preside también el partido, pero Cristina Kirchner no siguió ese mandato. En un principio, Fernández había indicado que prefería poner toda la concentración en la gestión, por lo que consideraba mejor que fuera otro dirgente quien se encargara de manejar las riendas del partido. Sin embargo, en las últimas semanas, dada la virulencia de las críticas que le hacen desde la oposición y desde sectores del establishment, en su entorno empezaron a ver la posibilidad con otros ojos, como forma de expresión de apoyo político a la figura presidencial.

Así lo fueron manifestando todos los que hablaron en el zoom que arrancó pasadas las 19, a excepción del puntano Rodríguez Saá, quien consideró que, a su entender, sería conveniente que se pudiera ir a internas. Un dato político que destacaban en el peronismo era que después de mucho tiempo participaron representantes del PJ de Córdoba que responden al gobernador Juan Schiaretti. Habló el titular partidario, Oscar González, quien prometió movilizar a la militancia para el acto del 17 de la forma que se resolviera. 

Justamente, se resolvió que el lunes Gioja encabezará otro encuentro con representantes de la CGT y del Gobierno nacional para terminar de darle forma a la organización de la celebración por el Día de la Lealtad. Está resuelto que el evento central ocurrirá en el salón Felipe Vallese de la histórica sede de Azopardo, donde hablará Fernández como cierre de una jornada de discursos. Lo que queda por resolver es de qué manera se replicará en los distintos puntos del país -si habrá jornadas similares o movilizaciones acotadas- y, principalmente, cómo podrán conectarse el millón y medio de militantes y simpatizantes. 

El número surge de la cantidad de gente que, imaginan, se movilizaría en respaldo al Gobierno en caso de que las condiciones sanitarias lo permitieran. Algo que tanto Fernández como la vicepresidenta Cristina Kirchner se encargaron de dejar claro era que no querían ninguna actividad pública en la que dirigentes y militantes se expusieran a contagios, algo que critican cuando las movilizaciones la realiza la oposición.