El otro 66 % alcanzado por ese impuesto son varones, lo que evidencia el reparto asimétrico en la distribución de la titularidad de los patrimonios según género. Las cifras surgen del informe “Economía con perspectiva de género: de la brecha salarial a la brecha patrimonial”, elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) sobre la base del Impuesto a los Bienes Personales de AFIP, de 2018. “Se trata de lo que hemos llamado brecha patrimonial y que refiere a la desigual distribución de las propiedades entre varones y mujeres”, advierte el estudio que realizaron Hernán Letcher y Julia Strada.

“Vamos a complejizar un poco más: sólo un 34 % de los titulares de Bienes Personales son mujeres, pero ¿cuánto vale el patrimonio declarado por las mujeres? ¿Vale lo mismo que el declarado por los varones? Spoiler: claro que no”, advierte Strada en su cuenta de Twitter. “Al año 2018, sobre el valor total de los bienes declarados, el 72 % correspondían a los varones, mientras que las mujeres poseían el restante 28 %.” Cuando se observan las ramas económicas que predominan según género en ese impuesto, los varones abarcan agricultura, industria, construcción y transporte, mientras que el 9,17 % de las mujeres con mayor patrimonio se encuentran en el sector salud, contra un 6,38 % de varones, y otro 2,76 % de las mujeres se desempeñan en la enseñanza, frente al 0,79 % de varones. “En definitiva -concluye el informe-, la feminización de la pobreza tiene su contrapartida en la masculinización de la riqueza, en una sociedad donde el 10 % de la población con más ingresos está compuesto en un 62 % por varones, mientras que el 10 % con menos ingresos está compuesto mayormente (69 %) por mujeres.”