Un millonario puede ser considerado un héroe nacional en los Estados Unidos, gloria que pocos alcanzan sea por su desempeño político, militar, científico, artístico o por haber ganado un Oscar merecidamente. Y puede pertenecer a ese Panteón de dioses americanos, aunque parte de su fortuna la haya obtenido a costa de sus ciudadanos.

Andrew Mellon, el personaje del quien hablamos, desde un alto cargo público no sólo se enriqueció personalmente, sino que ayudó a enriquecerse a los más ricos de su país, mientras que sus políticas contribuyeron a desencadenar la gran crisis de los años 30. Fue durante 11 años secretario del Tesoro de los Estados Unidos y ya era uno de los hombres más ricos de su país.

Si bien las comparaciones en la historia son dudosas por las diferentes coyunturas que viven los personajes, alejados muchas veces por países y años. Mellon es un individuo de la historia norteamericana que nos recuerda al ex presidente Mauricio Macri. Por supuesto no tomo en cuenta que sus apellidos comienzan con la misma letra (M). Me refiero a Mellon y Macri. Aquí vamos a hablar sólo del primero, con respecto al segundo los argentinos lo tienen bien en el recuerdo, o lo estan desentrañando todavía.

Familia

Como Macri, Andrew Mellon era hijo de un millonario, en su caso banquero y abogado establecido en Pennsylvania, en la ciudad de Pittsburgh, donde fundó el T. Mellon & Sons y nació su afortunado hijo Andrew. Éste empezó a trabajar muy pronto en el negocio familiar donde desplegó enseguida su habilidad financiera. No tardó mucho en transformar el banco junto su hermano y un íntimo amigo en uno de los más poderosos de su país. 

Hacia 1913 con el nombre de Mellon National Bank junto a otra institución paralela también controlada por él tenìan la mayor cantidad de dinero en depósitos de Pittsburgh. Desde allí se transformó en un gran industrialista introduciendose en el negocio del aluminio con la fundación de Alcoa, el gigante del aluminio norteamericano y se metió en cuanto negocio rentable de la época pudo. 

El carbón, el acero (la Union Steel Company), el petróleo (Gulf Oil),una compañia de whiskys hasta la prohibición y luego de ella a través de testaferros, la "Westinghouse Electric Corporation” y muchas otras trasnformándose en uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, junto a los Rockefeller, los Vanderblit, los Morgan.

Pero su interés pasó pronto a la política. Su padre ya había tenido cargos en el Partido Republicano y él fue uno se los principales financistas de ese partido en su época de oro. En 1921, luego de que el presidente demócrata Woodrow Wilson dejara la presidencia, financió la campaña del candidato republicano y en 1921 fue elegido Warren G. Harding, quizás el más oscuro Presidente de su país, que llegó a reconocer publicamemte su propia incapacidad y falta de conocimientos para el cargo. 

Su tabla de salvataje en un período de auge económico fue el nombramiento como secretario del Tesoro a Andrew Mellon. Éste estaba en contra del incremento de los gastos que había incurrido el país al involucrarse en la Primera Guerra Mundial y frente al incremento de impuestos que se había producido para financiarlo bregó por su reducción, sobre todo para los más ricos, como él mismo. En el período de Wilson esa alícuota llegaba al 77 por ciento. 

Corporaciones

Luego de la muerte de Harding, le sucedió Calvin Coolidge, otro republicano que compartía sus ideas y lo renovó en su cargo. Desde ese momento, la influencia de Mellon en la política económica creció notablemente. Su objetivo, además de obtener rebajas impositivas para los ricos, fue depositar el poder en manos de las corporaciones y reducir las funciones del Estado.

Luego de la guerra se reestableció el nivel de mano de obra, la tasa de desempleo bajó a niveles mínimos y los salarios industriales aumentaron. Pero la brecha entre el aumento de salario de sólo un 8 por ciento en la década con respecto a la productividad del trabajo -creció un 30 por ciento en el mismo período- se agigantó. 

Los empleadores de todo el país buscaron eliminar los sindicatos y la Federación estadounidense de trabajadores perdió un millones y medio de miembros. Un observador extranjero comentó que los Estados Unidos de 1928 “era un oásis de los empleadores”

También el agro sufrió del desinterés del gobierno. Los salarios de los trabajadores rurales eran aun menores que el de los industriales, y el campo entró en una prolongada crisis. Hubo también una gran desigualdad regional, siendo el sur la región más afectada,  y también hubo un crisis de salud. Dos millones de personas murieron por la malaria y la tuberculosis afectó a miles de trabajadores.

En vísperas de los grandes negociados en la Bolsa que iban a desatar una muy fuerte crisis, los capitales fluían de todo el mundo al mercado estadounidense . En Argentina,  la Caja de Conversión que volvió a abrir Alvear en 1926 sufrió en seguida las causas de esta situación e Yrigoyen la cerró definitvamente.

En la última semana de las elecciones de 1928, Mellon dio un discurso por radio para promocionar a Herbert Hoover, el candidato republicano: "Rusia es un ejemplo de lo que sucede cuando se destruyen los valores crediticios" dijo, atacando al nuevo Estado comunista y vinculándolo con las ideas políticas de los demócratas. Por el contrario, continuó Mellon, en Italia la amenaza bolchevique fue enfrentada y vencida. Según él, Mussolini no solo había rescatado a Italia de cualquier posible peligro de colapso económico y social sino que, además, había mejorado el bienestar de la gente del país. El gobierno italiano, a diferencia del soviético, “operó de acuerdo con las leyes económicas establecidas”.

Impuestos

Finalmente, en 1924 Mellon consiguió bajar el impuesto de los más ricos al 18 por ciento, mientras introducía impuestos para el resto de la población y disminuía los gasto sociales.

Después de décadas de cruzadas antimonopolio por parte de políticos agresivos, comprometiéndose a hacer frente a grandes sumas de dinero y fallando espectacularmente, este fue el resultado: Los monopolistas tenían el control.

La última elección presidencial de la década fue similar a la primera y terminó con una aplastante victoria republicana en manos de Hervert Hoover La última elección presidencial de la década fue similar a la primera y terminó con una aplastante victoria republicana en manos de Hoover que mantuvo a Mellon en su cargo. Y allí comenzó su derrumbe. Mellon, además de empujar a su país a la crisis, tuvo un serio revés político.

El senador Wright Patman le inició un juicio político que tuvo gran resonancia. Lo acusó de no haber separado sus negocios personales de los del Estado que seguían manejando testaferros: Patman dio a conocer los cargos, uno por uno. Comenzó con un antiguo estatuto anticorrupción que prohíbe que un secretario del Tesoro en Estados Unidos se involucre en el comercio o en buques marítimos. Los cargos escalaban cada vez más alto. Mellon, como secretario del Tesoro y, por lo tanto, jefe de la Oficina de Impuestos Internos, había otorgado a sus propias empresas reembolsos de impuestos. Tenía acciones bancarias mientras se desempeñaba como presidente de la Reserva Federal. También poseía una gran destilería mientras hacía cumplir la Ley Seca y comerciaba ilegalmente con la Unión Soviética. Patman incluso señaló que Mellon controlaba el monopolio del aluminio de Alcoa. La acusación central era la autocontratación. Mellon había estado haciendo sus propios negocios en el Departamento del Tesoro y había retenido el control -sino la propiedad formal- de más de 300 corporaciones dedicadas al comercio mundial.

Fraude

Durante el gobierno de Hoover, en 1932, se lo nombró embajador en Londres para salvarlo de ese juicio, pero cuando regresó al país, un año más tarde, en plena crisis encontró que se había convertido en un paria político. El demócrata Franklin Delano Roosevelt era ahora Presidente, y los departamentos del Tesoro y de Justicia comenzaron a investigar a Mellon por sospechas de fraude fiscal masivo.

Por supuesto no fue a prisión y murió un año después. Toda su colección de arte desde Leonardo da Vinci y Rafael hasta los artistas contemporáneos más famosos, una de las más valiosas del mundo en aquel entonces, le fue confiscada para pagar los impuestos que debía. Nunca donó sus pinturas y esculturas y la galería que le dio fama de benefactor fue construida por el gobierno de Roosevelt. La falsa imagen de Mellón sigue brillando en algunas enciclopedias. Pero su aporte al desencadenamiento de la crisis del '30 en Estados Unidos fue su verdadero legado.

* Profesor emérito de la UBA y del ISEN (Instituto del Servicio Exterior de la Nación).