La crisis global se ha llevado puesta al 89% de los animales del planeta en los últimos 50 años (1) y nuestra querida provincia sigue contribuyendo a este nefasto número, es uno de los lugares que tienen las tasas de deforestación más altas del planeta (2–5)

Existe una visión colectiva de que el monte es tierra desaprovechada, lo escucho desde que tengo memoria, y por diferentes personas en nuestra sociedad. ¿A qué se debe esta gran ignorancia con respecto al monte? ¿Por qué seguimos viendo al monte como tierra desaprovechada y a los desmontes como supuesto desarrollo?

Para empezar a responder esta pregunta tenemos que entender que es un problema coyuntural, en donde se mezclan intereses políticos, inmobiliarios, económicos, pero especialmente de educación. 

Existe la creencia generalizada de que el monte (término “monte” se aplica a cualquier masa vegetal, indistintamente si es bosque chaqueño, selva pedemontana o un algarrobal vallisto) es el sustrato donde se debe desarrollar cualquier actividad extractiva explotando de esta manera, el territorio para el agronegocio o la minería, la madera para carbón y postes, los animales como “cosas” que se cazan por placer, necesidad o simple crueldad, y finalmente los ríos por el agua y sus peces o lo que es peor como desagües naturales de nuestros desechos, y todo esto, generalmente, es en detrimento de la calidad de vida de los poblaciones humanas aledañas al monte que ni siquiera se benefician económicamente de estas actividades destructivas.

Otro punto clave es el total desconocimiento de los servicios ambientales derivados de la biodiversidad, procesos como la polinización, prevención de erosión, retención del agua en el suelo, disminución de la temperatura local, regular el cambio climático a través de la fijación de carbono, servir de barreras biológicas a enfermedades, e incluso algunos insospechados englobado en lo que se conoce como mental health, como caminatas al aire libre, paisajes llenos de seres vivos o el sonido de un arroyo entre muchísimos más ejemplos.

Ésta visión extractiva y de un ambiente infinito se mantiene desde los años setenta, década a partir de la cual el consumo humano superó la capacidad de recuperación de los llamados recursos naturales del planeta. Desde el punto de vista humano 50 años no es tanto, por lo que continuamos sosteniendo una visión del desarrollo como en 1970 cuando solo el 40% del planeta estaba impactado por actividades humanas. Actualmente, solo 25% del planeta se encuentra sin intervención de los humanos, solo una cuarta parte es “monte salvaje” correspondiéndose en su mayor parte con desiertos y áreas polares, solo sobrevive una porción de los montes intactos en Canadá y el parte del Amazonas (1).

El principal responsable de este deterioro ambiental es el modelo agroexportador que se viene llevando a cabo hace décadas, promovido y romantizado en el marco de una visión clásica, especialmente en nuestra provincia.

¿Entonces qué hacemos? ¿Dejamos de cultivar? La respuesta es no, lo que tenemos que hacer es dejar de basar la agroindustria en un modelo que se sostiene en la transformación de tierras y en el aumento de superficie agropecuaria. 

Está comprobado que no es necesario desmontar, como ejemplo emblemático podemos observar a Holanda, que con una superficie cultivable de 1,2 millones de hectáreas, casi 1 millón menos que la provincia de Salta, intensificó la producción agrícola y se transformó en el segundo exportador de alimentos a escala mundial después de EEUU (6). En este marco sería posible garantizar la satisfacción de las necesidades de todos los argentinos y garantiza la sostenibilidad ambiental. Lo que sí está claro es que es imposible tener una calidad de vida adecuada sin el monte, que nos brinda protección a las epidemias y los fenómenos meteorológicos extremos.

Hace 50 años era imprescindible saber leer, escribir y las operaciones matemáticas básicas para desenvolvernos en la sociedad, actualmente es crítico saber sobre ambiente y sus problemas para sobrevivir en un planeta en crisis y revertir las consecuencias de nuestras acciones como humanos. 

Para eso son necesarias políticas públicas, nosotros como sociedad podemos actuar sobre los poderes públicos, instarlos para que se generen acciones de gobierno, se desarrollen leyes y se apliquen adecuadamente en este marco de crisis ambiental. La provincia de Salta se encuentra en una región privilegiada por las alternativas que nos brinda, que van desde la agricultura familiar hasta el turismo de calidad, y sin embargo es una de las más pobres de la Argentina y la más pobre de la región NOA (7), con índices de hasta un 45,5%.

Si estas oportunidades se desarrollan pensando en el bienestar de todos y no en la acumulación de riqueza para unos pocos, los problemas estructurales de pobreza y marginalidad de gran parte de la población deberían revertirse y disminuir en el tiempo. Salta debe y puede ser una provincia equitativa en lo social y ambiental en los próximos años. Esta es la oportunidad histórica que todos debemos anhelar.

Fuentes:

1. WWF. Living planet report - Bending the curve of biodiversity loss. (2020)

2. Hansen, M. C. et al. High-resolution global maps of 21st-century forest cover change. Science (80), 342, 850–853 (2013).

3. Sacchi, L. V. & Gasparri, N. I. Impacts of the deforestation driven by agribusiness on urban population and economic activity in the Dry Chaco of Argentina. J. Land Use Sci. 11, 523–537 (2016).

4. Nanni, A. S. et al. Presiones sobre la conservación asociadas al uso de la tierra en las ecorregiones terrestres de la Argentina. Ecol. Austral 30, 304–320 (2020).

5. Nanni, A. S. & Grau, H. R. Land-use redistribution compensated for ecosystem service losses derived from agriculture expansion, with mixed effects on biodiversity in a NW Argentina Watershed. Forests 8, 303–319 (2017).

6. Couto, Luis F. La transformación del agro holandés, posibilidades para Argentina. www.infocampo.com.ar/la-transformacion-del-agro-holandes-posibilidades-para-argentina/. (2020).

7. Página 12. Casi la mitad de la población salteña es pobre. https://www.pagina12.com.ar/256958-casi-la-mitad-de-la-poblacion-saltena-es-pobre. (2020).