Tras una serie de anuncios y contraanuncios, encuentros entre ministros de Nación y Ciudad, reuniones del Consejo Federal de Educación, expectativas por "índices epidemiológicos", "parámetros objetivos", "guías de acción" y "semáforos" en los cuales basarse, la Ciudad de Buenos Aires anunció que retomará progresivamente las avtividades presenciales a partir de este martes. Así lo informó Soledad Acuña el lunes en conferencia de prensa, en base a lo acordado la semana pasada en el Consejo Federal de Educación, detallando que la "revinculación" comenzaría por los últimos años de las escuelas técnicas y secundarias. Los gremios docentes se manifestaron en contra de la decisión y anunciaron dos días de paro y retención de tareas. Directivos de escuelas secundarias porteñas informaron a este diario que hasta el lunes --feriado-- no habían recibido ninguna comunicación oficial al respecto, de modo que no tenían manera de comenzar el martes con actividad alguna.   

Esto no es la vuelta a clases pensando en la escuela que dejamos en marzo, pero sí es algo muy importante para chicos y chicas que hace más de seis meses que no ven a sus amigos, que no pueden resolver entre pares, que no pueden resolver situaciones con sus docentes, y este es un primer paso”, definió la ministra. La aclaración implícita apunta a que no se trata de un "regreso a clases" sino, como estableció el Cobnsejo Federal de Educación, de "actividades no educativas", o como definió la cartera porteña la semana pasada, cuando hizo un simulacro previo a la decisión oficial, de "jornadas de revinculación". 

Según se detalló, la reapertura empezará con los alumnos de los últimos años de cada uno de los ciclos (primero secundaria, luego séptimo grado), mediante una "modalidad de burbuja", es decir con grupos de diez chicos a cargo de un docente. También se prevee que entre grupo y grupo haya una diferencia de media hora, para poder higienizar y desinfectar las escuelas. 

Este esquema de reaperturas se deicidió para las escuelas públicas. En cambio, en el caso de las privadas quedará a criterio de cada directivo si retomar la presencialidad, de este modo, este año. "Tienen que hacer un trámite muy simple: comunicarse con la Dirección General de Educación Privada, confirmar que conocen y van a cumplir el protocolo, y a partir de ahí van a poder abrir sus puertas”, invitó la ministra.

El ciclo lectivo no va a extenderse más allá del 16 de diciembre, pero habrá exámenes de fin de año y quienes no los aprueben deberán cursar una escuela de verano. Además, la Ciudad evalúa la posibilidad de adelantar un mes el inicio de clases el año que viene, con la idea de que en ese lapso se recuperaría lo perdido durante la pandemia. 

“No vayan mañana a las puertas de sus escuelas. Van a ser los docentes y escuelas quienes se van a comunicar con cada familia para que sepan en qué turno, horario y grupo les toca entrar, porque queremos evitar el amontonamiento y colas de gente”, advirtió la ministra. 

Sobre el modo de llegar a la escuela, se informó que los docentes ya pueden viajar en transporte público, tramitando su permiso de circulación correspondiente, porque pasan a ser trabajadores escenciales. La Ciudad informó que también está pidiendo que los estudiantes puedan viajar en el transporte público, aunque por el momento eso no está autorizado por el gobierno nacional.

Rechazos

El principal gremio docente de ciudad, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), así como Ademys, adelantaron su rechazo a la reapertura de las escuelas con los actuales índices de circulación del virus. Advierten que CABA viene registrando más de 900 casos diarios por semana, en el promedio de los últimos siete días. Es es un número muy alto, "entre 10 y 200 veces más grande que en todos los lugares del mundo que reabrieron las escuelas", aseguran desde UTE. Además consideran que el número de contagios y muertes está subvalorado, porque la información que da a conocer el gobierno porteño es incompleta y desactualizada. 

El gremio va a pesentar un pedido de habeas data para que la Ciudad de a conocer "la información real, porque no se puede aplicar ningún indicador para el retorno de las clases presenciales si no se cuenta con los datos completos y actualizados", anticipó Angélica Graciano, su titular.

Por su desacuerdo, UTE convocó a una retención de las tareas presenciales, mientras que Ademys realizará un paro de 48 horas este martes y miércoles. 

Para los sindicatos, la Ciudad no tiene ninguna planificación  para la vuelta a la escuela. "Los directivos están perplejos y los profesores también, porque son actividades que vienen por afuera del sistema educativo y sin ninguna planificación pedagógica", aseguró Graciano. La dirigente consideró que  “lo que va a hacer el gobierno de la Ciudad no son clases, sino puestas en escena para decir que los chicos van a tener algún tipo de actividad". 

La secretaria general de Ademys, Mariana Scayola, aseguró que los docentes no tienen información sobre qué hacer, algo que también constató este diario. “Nos llamaron el viernes, por zoom, para notificarnos en una reunión bastante pobre. No está claro, por ejemplo, cómo se va a transportar a los chicos. Nos dijeron que arrancan con los quintos años de algunas escuelas técnicas, pero no nos informaron cuáles. No definieron qué van a hacer con los docentes que conviven con familiares de riesgo ni con las que tienen hijos a cargo en edad escolar”, ejemplificó.