Mientras que los principales canales y portales de noticias se dedicaban a cubrir cómo se había desarrollado la apertura de las primeras escuelas de la Ciudad de Buenos Aires luego de 200 días de cuarentena, el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) publicó un informe que asegura que gran parte de las instituciones educativas privadas del país no están en condiciones para un retorno a las clases presenciales. A partir de un relevamiento nacional realizado en 1400 escuelas, en el que se analizaron las condiciones edilicias y laborales de los establecimientos, el gremio docente concluyó que no estaban garantizadas los requisitos sanitarios básicos para recibir a les alumnes y docentes. "Nosotros estamos abiertos a volver a las clases, pero hay que adecuar la estructura edilicia y las condiciones de trabajo a la nueva realidad. No podemos prestarnos a dar clases presenciales como sea", indicó el Secretario General de SADOP, Jorge Kalinger, en diálogo con PáginaI12

 "Viendo las condiciones en las que encontramos los colegios privados, no están dadas las circunstancias para el inicio de clases. Las condiciones edilicias son bastante deplorables, muchas tienen problemas con el agua potable y las instalaciones eléctricas y de gas. El 68 por ciento de las escuelas no cuenta con un lugar acondicionado para aislar casos sospechosos de covid. No hay plan de evacuación ni se realizan capacitaciones de prevención de riesgo", enumeró Kalinger, quien destacó que, además de estos problemas estructurales, había que incluir en el análisis las condiciones de trabajo de las y los docentes en el marco de la pandemia: "No se cumple el derecho a la desconexión y el 25 por ciento de las escuelas no pagaron el salario a tiempo. Los empleadores no pusieron recursos tecnológicos, las computadoras y los celulares con los que trabajan los tuvieron que poner los docentes, lo mismo con los servicios de telefonía e internet", denunció. 

El panorama ilustrado por el dirigente de SADOP proviene de un relevamiento que realizaron las y los delegados del gremio en un total de 1400 instituciones educativas privadas ubicadas en diferentes puntos del país (en total, Argentina cuenta con unas 8500 escuelas privadas, según especificaron desde el sindicato). Este "Plan de Relevamiento Nacional de Establecimientos Educativos Privados", realizado durante el mes de agosto, fue publicado a modo de respuesta a la decisión del Ministerio de Educación de la Nación de aprobar el regreso progresivo a las aulas de acuerdo a las condiciones epidemiológicas de cada distrito. "Las clases deben ser presenciales. Queremos volver a las aulas. Extrañamos el vínculo, pero estamos preocupados por el nivel de contagio del virus y sus posibles consecuencias", indicó Kalinger, quien agregó: "Los niños, docentes y auxiliares necesitan reglas y condiciones epidemiológicas claras y seguras para el regreso. Nadie quiere correr riesgos innecesarios". 

El relevamiento realizado por SADOP --que determinó las variables a partir de los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud y de Educación de la Nación, así como por las Actas de Acuerdos Paritarios firmadas-- encontró diversos "factores determinantes" que imposibilitarían un regreso seguro a las aulas. Por ejemplo, el 40 por ciento de los establecimientos no cuenta con la cantidad adecuada de baños para les alumnes y docentes, además de que en el 25 por ciento de los casos no hay suficiente agua para la limpieza y funcionamiento de los mismos; en el 59 por ciento de las instituciones no se realizaron capacitaciones de prevención de riesgo; en el 43 por ciento de los casos no se garantiza el mantenimiento periódico de las instalaciones de iluminación y ventilación. El 30 por ciento de las escuelas relevadas, además, cuenta con más de 30 alumnes por curso, un factor de riesgo a la hora de considerar la circulación del virus. “La pandemia dejó al descubierto muchas cuestiones que no estaban bien. Por estos motivos, tenemos que construir una escuela segura", concluyó Kalinger.