Hacer música con el cuerpo, encontrar el ritmo propio y con los demás. Se siente intenso y así se nota en las y los integrantes del grupo litoraleño Aié: Movimiento Cultural de Música Corporal. Con sonidos y palmeos, de mayor y menor intensidad, en un repertorio que refiere desde sus letras al trabajo y al contacto de esas mismas manos con la tierra a la que se canta. Toda una historia se escribe allí –a través de composiciones que incluyen, entre otros, los nombres de Esteban Cabezas Reher, Guillermo Portables, Eduardo Mateo, Rubén Rada, José Barros-, con la que el grupo Aié se vincula estéticamente. La propuesta es notable y adquirió la forma de un “recital-documental”. Trabajando, sí podrá ser vista a través de la plataforma Ticket Hoy, y estará disponible hasta mañana.

“Somos docentes, músicos, bailarines”, explica Rocío Elizalde. “Cuando nos empezamos a encontrar lo hicimos a partir de una propuesta concreta: aprender la percusión corporal desde una misma instancia pedagógica, que es la de conectar el lenguaje con el pensamiento y con la corporalidad. Todos nos tuvimos que acercar a eso, reconocer que ese proceso es un trabajo, y que a partir de cada encuentro ese trabajo tiene un valor”, continúa.

La premisa pedagógica y estética que vincula a los Aié tiene su tarea de referencia en Maximiliano Maglianese. Sobre él se extiende merecidamente Elizalde: “Fue gracias a la educación cómo Maxi comenzó a encontrarse con la percusión corporal. Al ir a trabajar a un barrio de la periferia y descubrir que se habían robado los instrumentos, comenzó a pasar los toques al cuerpo, para sacar a los adolescentes del malestar en el que estaban. Y se encontró con un montón de información a partir de esto. Fue una premisa que comenzó a trabajar. Llevó todo esto a su propio cuerpo, en soledad, y luego tuvo la necesidad de compartirlo. Comenzó a dar talleres, con la intención de generar un movimiento artístico que reuniera a bailarines, músicos, docentes, y todo el público que quisiera acercarse”.

El grupo tenía otro nombre –“Minga”-, tuvo sus ensayos y conoció una primera presentación el año pasado, de manera coincidente con el 12 de octubre. La pandemia suspendió un inminente viaje a Brasil. Mientras tanto, la producción audiovisual surgía como alternativa. “Con la pandemia, algunos tuvieron que alejarse del grupo y otros pudieron acercarse más. Armamos una escuela y quienes formaban parte de los talleres se incorporaron. Revisamos otra vez el nombre, así que de alguna manera nos estamos estrenando nuevamente”, señala Elizalde.

Junto con Rocío Elizalde y Maximiliano Maglianese, en Trabajando, sí participan con sus voces y percusión corporal Dianela Fernández, María Florencia Grimoldi, Judith Leónardon, Juan Manuel Perino, Alfonso Paz Demasi y Rolando Lukacs. La idea, arreglos y producción musical corresponden a Maglianese, Elizalde se ocupa del guión y la grabación de sonido. Entre los dos, llevaron adelante la producción general de este trabajo grabado íntegramente en Arroyo Leyes.

“El grupo se triplicó. Ahora estamos coordinando casi veinte personas. Creo que tiene que ver con la elección de la autogestión. Hoy en día el camino para seguir haciendo expresiones artísticas consiste en tratar de tener mucha suerte y conseguir algún tipo de apoyo, o generar otras situaciones, que permitan que la actividad prosiga. También hay que jugársela. Sabemos que con esta propuesta ganamos en experiencia, apertura y movimiento. Son pequeñas elecciones que generan grandes cambios. Tiene que ver un poco por militancia, y más en estos momentos de crisis, cuando es momento de poner todo. Y un poco también porque se fue dando así. De alguna forma confiamos en que se iba a poder hacer algo, le encontramos la vuelta, y al proyecto lo fuimos descubriendo desde el hacer”, refiere Elizalde.

A la vez, hay un voto de confianza que nace desde la experiencia ganada. En este sentido, la artista señala que “soy trombonista y como gestora cultural tengo experiencia en Trombonanza. Hice cosas en Córdoba y en Buenos Aires. Encaré tranquila este proyecto. En el camino nos fuimos encontrando con un montón de cosas que no conocíamos, pero nos fuimos capacitando. La devolución de la gente es lo que más nos intriga ahora”.

La percusión corporal tiene otros referentes, pero hay algo del orden de lo distintivo que es lo que guía a Aié: “Obviamente que existen otras experiencias, pero hay un trabajo particular por parte de Maxi, y es el de haber trasladado al cuerpo la técnica de los instrumentos de percusión latinoamericana. Desde ese lugar es un documento de innovación, que quedó grabado y registrado y que dice un montón de cosas. Como aporte creo que si no es reconocido y valorado hoy, le va a llegar su momento, porque tiene el potencial de la semilla”.

Vale aclarar que Trabajando, sí no es streaming en vivo, y que estará disponible, para quien acceda mediante el pago de la entrada, hasta el día domingo y de manera irrestricta, para ser visto cuantas veces se desee.