El primer ministro de Gales, Mark Drakeford, ordenó hoy un confinamiento casi total de dos semanas a partir del próximo viernes, para intentar frenar la propagación de una creciente segunda ola de coronavirus en la región.

"Si hacemos esto, nuestro sistema de salud pFodrá atender a gente contagiada y, al resto: aquellos que necesiten atención inmediata, tratamiento de cáncer o enfermedades cardíacas", alertó hoy Drakeford, quien agregó que "todos estamos hartos del coronavirus y queremos que la pandemia termine".

El Gobierno de Gales cree que un “cortafuegos" de dos semanas, desde el viernes a las 18 hasta el lunes 9 de noviembre, es vital para ayudar a controlar el virus en esa región del Reino Unido, que hoy anunció otros 18.804 nuevos casos y 80 muertes en las últimas 24 horas.


Drakeford dijo que el virus se está propagando rápidamente por todo el territorio británico y que si no se toman medidas, continuará avanzando y pondrá en riesgo la capacidad de los hospitales.

"El cortafuegos es lo más corto posible, pero eso significa que tendrá que ser agudo y profundo para tener el máximo impacto en el virus", subrayó. 

Las tiendas no esenciales, así como los pubs y restaurantes, se cerrarán en todo el país como al principio de la pandemia, y los empleados deberán trabajar desde sus domicilios.

Los estudiantes universitarios estudiarán también desde sus casas en la semana que comienza el 9 de noviembre y las universidades continuarán brindando una combinación de aprendizaje presencial y online. A su vez, las escuelas primarias y secundarias que se encuentran en un receso reabrirán pero bajo las nuevas reglas del "cortafuegos".

También se prohibirán las reuniones en los interiores y al aire libre con personas que no formen parte de un mismos hogar.

El Gobierno galés, liderado por los laboristas, también prohibió viajar a Gales desde áreas que se encuentren en las fases 2 y 3 de la cuarentena. 

En el Reino Unido, la salud es competencia de cada país, por lo que Irlanda del Norte, Escocia y Gales imponen sus propias restricciones por la Covid-19. En Inglaterra, la gestión de la salud está en manos del gobierno británico.

Aproximadamente 2,3 millones de personas en Gales ya viven bajo las reglas de bloqueo locales, mientras que unos 28 millones de habitantes de Inglaterra están bajo nuevas restricciones ante el avance de la segunda ola.

La semana pasada, el Gobierno del primer ministro Boris Johnson implementó un sistema de medidas escalonado para Inglaterra, que se puede ajustar o flexibilizar según la tasa de infecciones por coronavirus.

El nuevo sistema de tres niveles clasifica todas las regiones en alerta media, alta o muy alta, también conocidas como niveles 1, 2 y 3, respectivamente. Las reuniones entre familiares y amigos de diferentes hogares están prohibidas en Londres y en otras partes de Inglaterra, donde viven 11 millones de personas.