Los reclamos, que comenzaron a principios de año, cuando a nivel provincial se dieron de baja las cooperadoras asistenciales y que se frenaron con un acuerdo dividiendo algunos programas y sus trabajadores entre Provincia y municipio capitalino, ahora se instalaron en los empleados de la Panadería Social a cargo de la intendencia de la ciudad de Salta, que se había comprometido a pagar los sueldos y comprar los insumos.

El secretario gremial de ATE Capital, Victor Chuquisaca, informó que desde ayer los 50 trabajadores de la Panadería se encuentran de paro “como a principios de año”, por falta de pago de sus haberes. “Lamentablemente no cobraron el sueldo de septiembre y el de agosto se lo pagaron en tres partes, no hay bolsillo que aguante así”, manifestó.

Indicó que a pesar de la pandemia y el momento de crisis, “no somos los trabajadores con nuestro sueldo los que tenemos que pagarla”, y agregó que ATE acompaña a los trabajadores en su reclamo. "Tampoco les están pagando la ART”, sostuvo.

La Panadería Social pasó íntegramente a depender de la Municipalidad de Salta aunque con una figura de Sociedad del Estado, con el compromiso de que el Ejecutivo municipal se debe hacer cargo de los sueldos y de comprar los productos para repartirlos en escuelas y merenderos de la ciudad.

“A ellos les pagan con una escala salarial del gremio de panaderos y emiten recibos de sueldos de la Panadería Social, están como tercerizados”, explicó Chuquisaca. Por esto también consideró que “ya es momento de tramitar el pase a planta y que la Municipalidad absorba la Panadería”.

En cuanto al trabajo que vienen realizando, contó que si bien no hay actividad escolar, por lo que cae mucho el consumo, generaron convenios con hospitales como el San Bernardo y el Materno Infantil, “que pagan en tiempo y en forma y con eso se puede pagar la materia prima para seguir elaborando, pero falta que la Municipalidad se haga cargo de su parte”.

Violencia laboral en cementerios

Por otra parte, Chuquisaca recordó que en el Cementerio municipal de la Santa Cruz vienen denunciando violencia laboral desde que comenzó la pandemia “sin obtener respuestas a pesar de las denuncias”, y sostuvo que “los compañeros que se animaron a denunciar fueron apartados o puestos a disposición sin que nadie nos de una respuesta”.

Expresó que el trabajo en el Cementerio “en estas condiciones es insalubre”, que los empleados están realizando sus labores en muchos casos sin equipos adecuados “y sin protocolos”, y añadió que el fin de semana último enviaron desde la intendencia a integrantes de cooperativas de trabajadores a hacer las tareas “de compañeros aislados por los temas que vienen denunciando”.

Los reclamos puntuales comenzaron en junio contra el administrador del Cementerio municipal, Tomás Calderoni, quien fue denunciado por una empleada por violencia de género y abuso de autoridad, al desvincularla, según la denunciante, “por huelguista”.

En ese entonces, los trabajadores reclamaban, entre otras cosas, pistolas para medir la temperatura, guantes y barbijos. “Tenemos denuncias, declaraciones, grabaciones y fotos que dejan bien claro el maltrato de Calderoni, sin embargo, a los únicos que apartaron son a los que se animaron a denunciarlo”, concluyó el gremialista.