Mark Bryan, el hombre que usa tacones, titulaba la nota, y a una amante de los tacos altos como yo, esta noticia le produjo mucha curiosidad. No iba a escribir sobre ella esta semana, pero al leer las reacciones que provocó el artículo quise hacerlo. ¿Quién es Mark Bryan? No sabemos mucho de él: solo fue noticia porque su cuenta de Instagram se viralizó en los últimos días por contener imágenes de él posando distintos outfits que combinan tacos y polleras. En sus redes, Mark acompaña a cada foto que se saca con el mismo epígrafe: «solo soy un hombre heterosexual y felizmente casado, que ama los Porsche, a las mujeres hermosas, y que incorpora tacones altos y faldas a su armario». Me sigue sorprendiendo que la libertad todavía despierte tanto odio, discriminación y prejuicio. ¿Acaso no vivimos en una época en que la ropa sin género está en auge? Hasta la misma Billie Eilish, cansada del body shaming por ser juzgada constantemente sobre su peso o su tamaño, dejó a un costado las prendas oversize y decidió mostrar su cuerpo para tomar conciencia sobre la importancia de no estar atentos a la percepción ajena.

Trabajamos para derribar los estereotipos patriarcales que nos decían que las mujeres tienen que ser femeninas, los varones masculinos, pero cuando algo sale de la normativa social «aceptable» lo condenamos. Los comentarios que recibe Mark por usar tacos altos me hacen pensar en lo mucho que nos falta crecer como sociedad. Me refiero a respuestas de la gente como estas:«¿hay que salir a la calle así?», «¡viejo lesbiano!», «¡es un trava!», «¿por qué no te ponés tetas y te dejas de joder?», «¿y la peluca?», «¿qué carajo es esto?», «¿qué busca?», «¿no le da vergüenza?», «¡Transexual!», «¿la mujer no se da cuenta de que el marido es gay?», «¡estar casada con un gay y hacerte la boluda!».

¿Por qué la gente automáticamente define a Mark como homosexual? Y lo que es peor aún: ¿por qué se identifica a lo femenino y a lo homosexual como un insulto o una debilidad que debe ser señalada? Quizás Mark no exista y sea un invención, quizás si sea cierta la historia que cuenta cuando explica como comenzó a usar tacos en la universidad porque una novia le pidió que se los pusiera para bailar con ella, y ese episodio despertó el deseo en él de vestirse así. Lo cierto es que no importa: lo preocupante acá es el juicio de la gente. Es verdad que hace treinta o cuarenta años, lamentablemente muchas personas gay se veían obligadas a casarse por mandato familiar, prejuicio o por el qué dirán. Es triste, y en la actualidad todavía sigue sucediendo. El suyo no sería un caso de transexualidad, ya que la transexualidad es la condición de una persona cuyo sexo psicológico difiere del biológico. En general, las personas con trastorno de identidad de género sufren por esta incongruencia y buscan un cambio de la anatomía sexual mediante tratamiento hormonal y quirúrgico llamado reasignación de sexo. Ser transexual no te hace homosexual. Es muy común esta confusión.

«Soy heterosexual» explica a veces, en su cuenta, pero hay ocasiones en las que se enoja con algunos cuando le preguntan y les responde: "¿Por qué el uso de una pollera te haría pensar en mi preferencia sexual?" "¿Me harían la misma pregunta si llevara pantalones?"

Si bien los zapatos de taco alto son una de las prendas que más se asocian a las mujeres o con la femineidad, ¿sabían que los primeros en usarlos fueron los hombres? No por coquetería, sino como una herramienta para las batallas o la guerra. En el antiguo Imperio persa, los jinetes los llevaban para poder pararse mientras montaban a caballo, no perder los estribos y disparar sus arcos con más comodidad. Cuando Persia empezó a mantener relaciones diplomáticas con Europa, la corte francesa enloqueció con los tacos y rápidamente los nobles franceses los comenzaron a usar.

¿La ropa es tan determinante para la construcción social de una persona? La socióloga Laura Zambrini explica que la vestimenta históricamente fue un elemento que estableció las normas de un molde binario y heterosexual en nuestra sociedad occidental, ya que fija significados culturales sobre el cuerpo. En un artículo que encontré en la web leí que Zambrini dice que si observamos la historia de la moda, podemos identificar la relación entre la vestimenta y la sexualidad: "Por ejemplo, en distintas instancias históricas mediante el vestir se ha pautado qué partes del cuerpo los sujetos pueden mostrar en la esfera pública, y cuáles no. Esta regulación posee un sustrato moral, jerárquico y normativo que inscribe las identidades a partir de la naturalización de las diferencias entre los cuerpos desde lo sexual. La supuesta diferencia natural de los sexos será́ correlativa con las diferencias del vestir entre hombres y mujeres, así́ como el interés por la estética y la moda serán ámbitos relegados a lo 'femenino'", puntualiza Laura.

Evolucionamos, y la ropa también. Saquemos las etiquetas de nuestras cabezas: los colores no tienen género, los talles deben adaptarse a nosotres, no se trata solo de una prenda cuando nos vestimos, ahora hablamos de expresarnos y si te gustan los tacos ¡usalos!