La sureña ciudad texana de El Paso decretó una cuarentena casi total, con toque de queda incluido, luego de que sus hospitales llegaran al máximo de su capacidad tras alcanzar cifras récord de contagios. Según los datos publicados este lunes, Estados Unidos tuvo una media de más de 68.700 casos diarios de coronavirus la semana pasada, la mayor desde el inicio de la pandemia, con dos días de records absolutos de más de 83 mil y los contagios en alza en por lo menos 35 de los 50 estados del país. 

Las restricciones en la ciudad de Texas, las más severas en todo Estados Unidos, comenzaron a regir en la noche del domingo con un toque de queda entre las 22 y las 5 horas, poco después de ser anunciadas en conferencia de prensa por el juez Ricardo Samaniego. "Estamos en fase de crisis", dijo Samaniego, la máxima autoridad electa del condado texano de El Paso, quien agregó que ya no quedaba ninguna cama libre en los hospitales del condado, ni en los pabellones comunes ni en las unidades de terapia intensiva.

Samaniego explicó que los casi 700 mil residentes de El Paso no podrán salir de sus casas durante el día salvo para hacer compras esenciales o para acceder a servicios esenciales, y solo podrá hacerlo una persona por familia. Autoridades de salud informaron el lunes un nuevo récord de 1.559 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas en la ciudad de mayoría latina fronteriza con México. 

Enfrentado a un situación sanitaria cada vez más deteriorada, el jefe de gabinete del presidente Donald Trump, Mark Meadows dijo el domingo que Estados Unidos "no va a controlar la pandemia", y que su prioridad será ahora buscar "factores de mitigación" como tratamientos o vacunas.

De inmediato, el rival demócrata de Trump en las elecciones del próximo tres de noviembre, Joe Biden, aprovechó el comentario desafortunado de Meadows para criticar al gobierno por su mal manejo de la crisis sanitaria. "Fue una constatación honesta de la estrategia del presidente Trump desde el comienzo de la crisis: agitar la bandera blanca de la derrota y esperar que, si se lo ignora, el virus se irá. No lo ha hecho y no lo hará", advirtió Biden a través de un comunicado.