La Real Academia Española se refirió al lenguaje inclusivo en su Observatorio de Palabras, un espacio dentro de su sitio web, en el que se agruparon vocablos que no figuran en el Diccionario de la RAE y que "han generado dudas". Allí hay "neologismos recientes, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos", y entre esas palabras aparece "elle". 

"El pronombre elle es un recurso creado y promovido en determinados ámbitos para aludir a quienes puedan no sentirse identificados con ninguno de los dos géneros tradicionalmente existentes. Su uso no está generalizado ni asentado",  afirma el Observatorio de la RAE.  A la par de "elle" hay palabras como influencer, encuarentenar, mutear, porfa, bot y transfóbico/a.

Si bien se trata de palabras que no están incluídas en el Diccionario de la Lengua, los académicos dedicaron tiempo a analizar a palabras de uso cotidiano. Lo cual permite suponer si no será el paso previo para que se valide su entrada al diccionario de la institución fundada en 1713.

Los académicos no son muy proclives a aceptar el uso del lenguaje inclusivo. El escritor Arturo Pérez-Reverte, miembro de la RAE, es un fervoroso militante contra el uso de la e en expresiones como "todes". Y Santiago Muñoz Machado, director de la institución, dijo en su momento que “tenemos una lengua hermosa y precisa" y que no se justifica "estropearla con el lenguaje inclusivo". 

A comienzos de este año, la RAE se expidió a pedido del gobierno de Pedro Sánchez respecto del uso inclusivo del lenguaje en la Constitución de 1978. En su informe aprobado por unanimidad, consideró que "los españoles" y 'los ciudadanos" que figuran en la Carta Magna "tienen inequívocamente valor inclusivo", dado que "se refieren tanto a hombres como mujeres". También expresó que " son inclusivos grupos nominales en plural: niños, padres, hijos, jueces, abogados, consumidores". 

No obstante, la RAE admitió que "hay algunas regulaciones de estos plurales que podrían ser mejoradas". Citó como ejemplo un artículo en el que se lee que "la ley fijaría las obligaciones militares de los españoles". Los académicos notaron que cuando se redactó hace más de cuatro décadas se refería a los varones. Lo mismo sucede con el apartado primero de ese artículo, que dice que "los españoles tienen derecho y deber de defender a España". El propio Muñoz Machado reconoció que "este contexto ha variado".