La secretaría de Géneros del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus) entregó una nota al ministerio de Salud provincial para reclamar por la faltante del anticonceptivo hormonal mensual inyectable mesigyna, una de las opciones más elegidas por las usuarias de los centros de salud. "Hace varios meses que está faltante, y lógicamente cada centro de salud hizo el reclamo por la vía correspondiente. Es decir, lo hacen los coordinadores de los centros de salud a los coordinadores de área. Esta falta se viene sintiendo mucho en los centros de salud, porque de acuerdo al stock previo que hayan tenido, pudieron proveerlo, pero si no tenían stock, las pacientes debieron salir a comprarla, algo que para muchas es difícil o imposible, o no lo pudieron recibir", expresó María José Villayandre, secretaria de géneros de Siprus. Según le informaron a la dirigente, ayer llegaron algunas partidas -todavía insuficientes- a centros de salud. 

La mesigyna se coloca mensualmente, con una inyección. "Es muy elegida en las pacientes que les cuesta la toma diaria, o no tienen indicada la vía oral por otras dificultades o molestias que pueda ocasionar", planteó Villayandre, que como personal de salud se ha visto en la situación de informar a las usuarias sobre la falta del método anticonceptivo.

La decisión de enviar la nota dirigida al Ministerio se tomó para "apoyar estos reclamos que ya se venían haciendo, no solamente para hacer sentir la voz de las usuarias, sino también para apoyar a todo el equipo de salud que le tiene que decir a la paciente que no está su medicación, cuando la va a retirar". Villayandre describió las opciones que el personal tiene para brindar. "La primera, si se quiere conservar el método, es que la usuaria la compre, pero en este momento que estamos pasando con dificultades económicas, laborales y mujeres que no tienen acceso, no manejan su propio dinero, o tienen que pedirlo, algunas por ser de muy baja edad y otras por depender económicamente de otras personas, muchas no pueden acceder a comprarlo, aunque el costo no sea tan alto. Todo eso siempre depende de para quién", expresó la dirigente sindical. 

La provisión gratuita de métodos anticonceptivas es una derecho de las usuarias del sistema de salud pública en Argentina desde 2002, cuando lo estipuló la ley nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. "Es un derecho adquirido y es algo que debe hacerse con continuidad, para que las usuarias estén tranquilas. Actualmente, cuando las pacientes nos preguntan, ni siquiera podemos decirles cuándo van a llegar", agregó y contó que el mismo jueves se enteraron de la llegada "de algunas dosis a algunos centros de salud, pero no cubre la totalidad de la demanda de esos centros".

Una de las razones esgrimidas por la faltante de la medicación que provee el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable es que se trata de un producto importado. La incertidumbre sobre la llegada de nuevas dosis es otra carga para las usuarias. "Una cosa es comprarlo un mes haciendo un esfuerzo y otra pensar que se pierde ese derecho", sostiene Villayandre, y claro, si no hay dosis, quienes deben poner la cara frente a las usuarias del centro de salud son los integrantes del equipo.