Cada unx por su lado vive los dramas que suscita la pandemia pero todo ocurre en el mismo escenario donde nunca se encuentran. Esa sala vacía se sostiene en un espacio despojado que da cuenta del hecho teatral en épocas de catástrofe.

Una mujer interpretada por María Ucedo vive la contradicción que esgrime su remera al descubrir que no controlamos ni nuestro cuerpo ni nuestro deseo. En "Súper vuelo" de Gilda Bona el giro fantástico invoca o alucina una multitud de superhéroes que aterrizan en la ventana de la protagonista para complacerla y rescatarla de una pronta masturbación. "Quince", el texto de Paola Traczuk que interpreta con eficacia Poli Dulitzky explora sobre los festejos en los balcones de las casas y esa sociabilidad espectacular que implica mirarse y reunirse desde ese resquicio para asomarse al espacio público. La protagonista ve que el cumpleaños de quince de su hija puede fracasar por los desmanes de su esposo que está encerrado en el baño. Como en varios materiales se da aquí una tensión con una situación que ocurre fuera de escena.

El comienzo de la cuarentena quedará registrado en Monólogos de la peste, estas crónicas teatrales que supervisa Mauricio Kartún y que reúnen a diez dramaturgxs en un diálogo vigoroso de universos domésticos. La inteligencia de la elección de los materiales se descubre en la construcción de un relato que se da en la acumulación de estas historias de encierro.

Un profesor de teatro, a cargo de Gustavo Garzón, le da clases a su alumno por teléfono en "Contexto ligado" de Mariano González una escritura que opera como una breve sátira sobre el desfallecimiento momentáneo de las artes escénicas. En "La rata", de Bernardo Cappa, se consigue una magistral puesta de luces bajo la dirección de Paula Hernández; allí, el personaje a cargo de Luis Ziembrowski, lucha con una rata macho que regresa a rescatar a su hembra mientras el hombre que hace gala de su fuerza se pelea con su pareja en la mugre de una casa donde nadie quiere sacar la basura.

En la dirección general que realiza Marcelo Melingo ese protagonismo de un escenario donde actores y actrices se suceden como el remanente de un tiempo que se reconoce y se evoca, lleva a pensar que todo el ciclo es una pregunta sobre el teatro y sus maneras de habitar una realidad a la que se acerca con cautela pero sin perder el deseo de exponer el presente.

El texto de Sol Rodríguez Seoane, "Globalisiados"  es deslumbrante al ir sobre el impulso salvaje de pegarse y lamer el mundo, de revolcarse entre las cosas y las personas que encuentra en María Onetto la mejor manera de decirse y en Juan Parodi la sabiduría para dirigirla. Esa mujer que habla como si dejara un testimonio delirante frente a una cámara que, por fin, se hace visible tiene el atrevimiento que explota de un cuerpo amurallado por el confinamiento.

La actuación como tema surge en "Tornasolado" de Patricio Abadi, donde un actor es rechazado para el voluntariado por su inestabilidad emocional. Hablar por teléfono se convierte en otra forma de hablar solo para el personaje que asume Luis Campos. El humor surge a partir del lugar desproporcionado que adquiere la palabra en esa reclusión inesperada donde el contacto con el afuera se vuelve casi inasimilable. Agustín Rittano muestra su destreza en "Celular en mano" de Gabriel Graves donde un hombre no deja de grabar y borrar audios para su ex novia. Con la dirección de Marcelo Mininno el material se vuelve flexible y vertiginoso. El dolor rescata esas escenas que ocurren cuando el recuerdo pasa a ser tan invasivo que solo puede ser nombrado.

Monólogos de la peste es el reinado de la palabra cuando que todo lo demás se ha detenido.

Monólogos de la peste puede verse desde hoy a las 21 hasta el domingo a las 23 en www.alternativateatral/monólogosdelapeste