Desde la ciudad de Córdoba, el sábado 7 y el domingo 8 de noviembre arranca un “Maratón teatral online”, el Festival Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud. Así define el director Raúl Sansica a esta décima edición, obviamente la primera en formato virtual, que se realizará con acceso gratuito a través del sitio web  y del canal de Youtube de la Agencia Córdoba Cultura, coordinadora de este encuentro, junto al Teatro Real, de la capital provincial.

Serán dos días de teatro de la mañana a la noche con la presencia de artistas de Europa, Asia y América. Las obras, de diverso formato y algunas con propuestas interactivas, se suman a una grilla que propone muestras virtuales y tutoriales, conversatorios y talleres, tal como sucedía en las ediciones presenciales de este festival. La apertura de este encuentro se realizará el sábado 7 a las 09.45, con la presencia de los elencos estables de los teatros Libertador y Real: “Pensamos en dar la bienvenida a este encuentro de pantallas abiertas, fusionando en un mismo escenario al teatro y el radioteatro con la música de la Banda Sinfónica y el canto coral”, adelanta el director en conversación con Página/12.

Con amplia experiencia en la organización de todas las ediciones de este encuentro, también director del Festival Internacional de Teatro Mercosur, Sansica cuenta: “pensé que muchas cuestiones se resolverían más fácilmente desde la virtualidad, porque nos salvábamos de la aduana, de la demora de las cargas de escenografías, de la logística de la hotelería, pero estamos trabajando tanto o más que otras veces porque es muy tensionante la organización tecnológica”, detalla y agrega: “Los festivales son más que necesarios no solamente para sostener la actividad teatral sino para recuperar a nuestro público. Es por eso que pensamos en estrategias de comunicación para integrar a los adultos mayores con los públicos de niñxs y jóvenes y con ellxs a los centros vecinales, para que intervengan en las actividades propuestas como los tutoriales y talleres”.

En un año tan atípico, el FITCórdoba 2020 estuvo a punto de cancelarse. Pero las autoridades entendieron que había que sostener el espacio festivalero, ya una tradición del teatro cordobés: “Dar visibilidad al sector de las artes escénicas produciendo contenidos es una manera de contener a la gente en este momento tan difícil: en la provincia de Córdoba estamos en un pico de contagio que nos hizo suspender las actividades que habíamos previsto hacer al aire libre”, cuenta Sansica y amplía: “Por suerte podemos decir que cambiamos la adrenalina del encuentro presencial -que en el futuro esperamos recuperar-, por esta otra forma de mantener el vínculo entre artistas y público”.

“Mostraremos un paneo de temáticas diversas como la migración infantil, la persistencia de la memoria, los vínculos familiares, y también presentaremos versiones de clásicos desde una mirada contemporánea”, enumera el director, destacando que, aparte de los espectáculos provenientes de Rusia, Corea, Rumania, Croacia, Italia, Canadá, Países Bajos, México, Uruguay, Chile y Brasil habrá otros de Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Misiones, Entre Ríos y la propia Córdoba.

Entre muchas otras propuestas a tener en cuenta el sábado 7, a las 12 podrá verse En una canasta, obra de la compañía Ulularia, de Córdoba, que presenta un viaje poético que va de los temores del abandono infantil al encuentro afectivo; a las 14, Amigos de la biblioteca, por la compañía Plan D (Países Bajos), un espectáculo de danza teatro sobre el mundo de las historias impresas: a las 17, La niña que fue Cyrano, una visión no binaria del clásico de Edmond Rostand, y a las 21, marionetas y teatro de objetos en Edipo Rey, por la Croatian National Theatre, (Croacia), con dirección del cordobés Luciano Delprato. El domingo 15, entre otras obras, se presentará Cartas de niñxs, por la compañía chilena La Negra María Teatro, historia ambientada en los ’70, con dibujos, sombras y música; a las 16.15, Alondra, niña migrante, por Circulito de tiza, de Córdoba, y a las 19, El relato de Dallae, historia en tiempos de guerra contada sin palabras por el grupo coreano Cho-Hyun-san.