Una asamblea de vecinos autoconvocados decidió poner candados en un portón de la zona del paraje Potrero Grande en la Reserva de Finca Las Costas por el ingreso de visitantes que no respetan la biodiversidad y generan contaminación. Piden que haya un control porque el lugar no es turístico sino para preservar el medio ambiente y tiene también la cuenca hídrica que provee de agua a la ciudad.

El presidente de la comunidad Lule, David Torres, contó a Salta/12 que en una asamblea entre vecinos que allí viven, indígenas y arrenderos, decidieron cerrar con candados un portón que ya estaba puesto por la reserva y la administración de Finca Las Costas.

Torres explicó que los caminos de esa zona no son públicos y que se trata de territorio indígena y comunitario. Planteó que la decisión de cerrar el paso con un candado se produjo a raíz de que hay visitantes que ingresan sin pedir permiso y que pasan con vehículos como motos enduro y camionetas 4x4 a alta velocidad, especificó que además generan basura y disturbios, afectando a la biodiversidad. 

Dijo que también se han producido robos y destrozos en las casas de la familias que habitan allí. "También hay menores de edad que manejan cuatriciclos y enduros", precisó.

El referente indicó que en la reserva, "hay pumas, tucanes, chanchos del monte, corzuelas, osos hormigueros, loros, catas, chuñas", especies que requieren protección y sin embargo con la visitas y disturbios se ven afectadas, de igual forma los animales de cria como las vacas, ovejas, caballos, gallinas. 

Si bien en el lugar también habitan otros vecinos, se trata de territorio indígena del Pueblo Lule, relevado por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas con personería jurídica 0539, del Registro Nacional de Comunidades Indígenas (Renaci),

"Es la opinión pública la que cree que acá no vive nadie. La gente de afuera ingresa y deja basura. Los animales salvajes, corzuelas, pavas del monte, garzas, siempre están alejados porque entran motos, bicis cuatriciclos, ahora desde que está cerrado con candados están al lado de los arroyos", manifestó Torres.

El referente destacó que al tratarse de zona de reserva, "está prohibido entrar con motos cilindradas, cuatriciclos, camionentas 4x4 o simplemente transitar" sin permiso. 

Planteó que en total en Finca Las Costas hay alrededor de 10.500 hectáreas y solo tres guardaparques que no pueden controlar tanto. También se reunieron antes con la policía que puede intervenir ante contravenciones o delitos pero les manifestaron que no tienen móviles. 

"Durante la cuarentena en la pandemia, la gente ingresaba, hacía fiestas de cumpleaños, peñas, dejaban basura, pañales, lavaban los autos, orinaban ahí, no tienen en cuenta que los habitantes (de la zona) toman esa agua y riegan", manifestó Torres. 

El referente dijo que los visitantes que ingresan también roban leña, musgo, y no son necesariamente pobres, "a la gente de dinero le gusta una planta, cava un pozo y se la lleva". 

"Los ciclistas suben todos juntos ocupando el ancho del camino, cuando bajan lo hacen haciendo carreras. No les interesa nada, pasan a toda velocidad, algunos son abogados, profesionales y te corren por ese lado. Si chocan la gallina dicen que es culpa del dueño porque anda suelta. Hay una sola ruta que atraviesa la comunidad, que es el único lugar por donde pueden transitar. Los caminos comunitarios están hechos a pico y pala y no son de libre circulación", manifestó Torres. 

El referente detalló entre quienes suben a la reserva, hubo muchos intentos de abusos sexuales y situaciones de violencia de género en las que  los vecinos tuvieron que intervenir.

"(Los visitantes) Dejan botellas, cajas de vino, te dejan bolsas de basura como para el basurero que no hay. Se pelean en grupos. Suben a beber. Suben con pitbulls, perros grandes de pelea que lastiman a los perros de la gente de la comunidad. Prenden fuego y no lo apagan bien, generan riesgo de incendio", especificó Torres. 

"Falta conciencia y control, no puede ingresar tanta gente", afirmó el referente Lule. "Se decidió poner candados en la cuarta reunión comunitaria. Ya rompieron cuatro candados. Los vecinos están cansados de la inseguridad, de la falta de respeto, robo de animales y de bienes y de la gente", sostuvo el referente.