"Decinos lo que hiciste con Paula. Danos la posibilidad de hacer el duelo, de que en un cementerio haya una lápida que diga Paula Perassi para que podamos ir yo, que soy el padre; ella, que es su madre; sus hijos y toda la sociedad que quiere saber qué pasó con Paula". Las palabras de Alberto Perassi hacia el principal imputado por la desaparición de la joven sanlorencina conmovieron ayer por la mañana en la sala donde se revisan las condenas de Gabriel Strumia y Roxana Michl, sentenciados a 17 y 7 años de prisión por el delito de "privación ilegal de la libertad agravada por tratarse la víctima de una mujer embarazada", apelado por la defensa. Entre reproches, a quien era su amigo, y con el relato de lo que padecieron durante "nueve años, dos meses y dos días" sin su hija, Alberto le pidió "justicia" al tribunal de Alzada y aseguró: "Envejecimos haciendo de padres de los hijos de Paula, que todos los días preguntan por la madre. Les prometí poder decirles algún día qué pasó con ella", expresó sobre la necesidad de que se "rompa el pacto de silencio". Strumia contestó: "Soy inocente de todo lo que se me acusó, porque yo no sé qué pasó ni qué hicieron con ella". Ahora el tribunal se tomará unos días para resolver.

Luego de tres extensas jornadas de alegatos de la defensa, la fiscalía y la querella, ayer Alberto pudo hablar ante el tribunal conformado por Bibiana Alonso, Gabriela Sansó y José Luis Mascali, y se dirigió a Strumia, quien era su amigo y mantenía una relación sentimental con Paula, situación que conoció cuando su hija --que tenía 34 años y dos hijos-- desapareció el 18 de septiembre de 2011, embarazada de seis semanas. El padre de la joven que no cesa en la búsqueda de justicia y reclama "encontrar sus huesos", recordó que ante la desesperación de los primeros días de búsqueda, Strumia le recomendó que hablara con el policía Adolfo Puyol que era conocido suyo. Se trata de quien era jefe de la Agrupación Cuerpos de San Lorenzo y que estuvo imputado y fue absuelto por encubrimiento --junto a otros cuatro agentes--, cuya situación ahora revisa la Corte provincial por pedido de la querella que sostiene que existió una "estructura desaparecedora".

La teoría del caso de los acusadores es que Paula, embarazada como fruto de la relación que mantenía con Strumia, fue privada de su libertad para ser obligada a interrumpir el mismo. Anteayer la fiscal María Eugenia Iribarren pidió que se tenga en cuenta que se trata de un "crimen sin cuerpo" y que es clara la cuestión de género en el marco de la causa. Ahora, el tribunal deberá decidir si confirma las condenas que recibieron el año pasado y si dicta la prisión preventiva. "Esperamos la confirmación de ese fallo y recordamos que hay otras instancias como la que está en la Corte, que es la absolución de policías y otras dos personas. El accionar de los policías (que tuvieron a cargo los primeros momentos de la investigación por la desaparición) llevó a que todavía hoy no sepamos que pasó con Paula", dijo ayer la fiscal. 

La pareja imputada llegó en libertad a esta instancia. Se trata de una apelación horizontal, solicitada por la defensa de ambos. Después del juicio que terminó en mayo del año pasado, el matrimonio, cinco policías y otros dos civiles fueron absueltos por el beneficio de la duda. Seis meses después, la Cámara Penal dio vuelta el fallo para Strumia y Michl y los condenó por "privación de libertad agravada", pero rechazó el pedido de prisión hasta que las penas quedaran firmes. Ahora, otro tribunal de la Alzada analiza esa sentencia. 

Durante las audiencias, Alberto y Alicia estuvieron acompañados por la Multisectorial de Justicia por Paula, que en la apertura del debate hizo un siluetazo con la figura de cuerpo entero de Paula pegada en las paredes del Tribunal provincial, donde volvieron a gritaron "Paula Perassi, presente; ahora y siempre".