A 7 años de su nacimiento, el programa Nueva Oportunidad continúa desplegando en la ciudad la destacada y necesaria tarea de trabajar con jóvenes de barrios vulnerables o atravesados por la violencia para ofrecerles capacitaciones laborales y espacios de intercambio y reflexión. Tal es así, que recibió una Mención Especial en la edición 2020 del Premio CIPDH-UNESCO Construir Igualdad, al ser valorado por el jurado “como una política sólida desde el punto de vista técnico, con un destacado sistema de monitoreo”. En contacto con Rosario/12, el director general del programa, Luciano Vigoni, contó las sensaciones por el reconocimiento e hizo un balance del trabajo que vienen realizando.

En sus inicios, allá por 2013, el Nueva Oportunidad contaba con una estructura menor a nivel local y sin una jerarquía institucional dentro del Ejecutivo Municipal ya que surgió a penas como un programa dentro de la Secretaría General. Sin embargo, a partir de la firme determinación de sus organizadores, en 2015 logró que se expanda a toda la provincia. Con el cambio de signo político en la Casa Gris, se reemplazó por un programa parecido (el Santa Fe Más) pero encontró nuevamente un anclaje en la ciudad con la gestión de Pablo Javkin. Cancelaciones y reemplazos de programas que tenían alcance territorial, equipos experiementados y eran reconocidos, como el del Nueva Oportunidad o el Plan Abre, abrieron profundas polémicas en la provincia.

“Fue una decisión del Intendente que nos convocó en agosto con la idea de laburar con la población que está más en riesgo, como son los pibes que salen del sistema penal juvenil, aquellos que tienen heridas de arma de fuego, chicas que han sufrido violencia de género, jóvenes que han dejado la escuela o que están sin trabajo ni cuentan con una formación en oficios”, explicó Vigoni. Para desarrollar mejor esa tarea, el jefe municipal le otorgó el grado de Dirección General dentro de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat que encabeza Nicolás Gianelloni.

En ese marco, el pedido de Javkin fue trabajar con la población que "está más complicada" a través de un doble eje: uno pensado en lo educativo y el otro fuertemente vinculado a lo productivo. Sobre este último punto, el responsable del programa explicó que se piensa “no en términos de intermediación laboral sino de la configuración de unidades productivas, que son espacios de producción colectivos que pueden ser de una organización o pueden ser del Estado y donde cada grupo de pibes tiene un acompañante y un docente; pensando en nuevas formas de producción que incluyan a los pibes en conflicto”.

Grata fue la sorpresa de Vigoni cuando el 24 de noviembre pasado recibió la carta de la directora del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de la UNESCO, informándole que el Nueva Oportunidad había recibido una Mención Especial en la edición 2020 del Premio Construir Igualdad a Políticas Públicas Locales Inclusivas.

“Me parece que se trata de un reconocimiento colectivo. El Nueva Oportunidad en la Municipalidad no está llevado adelante por militantes de un partido político particular sino por diferentes trabajadores y trabajadoras estatales que hace casi una década que vienen militando para su continuidad”, destacó Vigoni.

 

Además, agregó: “Se trata de una política pública orientada a contrarrestar lo que entendemos que representa lo más perverso del sistema capitalista actual, entonces para nosotros es un reconocimiento a los laburantes que en plena pandemia siguieron trabajando todos los días con el único horizonte de que esas actividades generaban un vínculo humano que es el elemento central de la transformación de cualquier sujeto. El reconocimiento es a una nueva forma de gestionar que consiste en el vínculo entre el Estado, las organizaciones y, en este caso, los pibes y pibas”.