Los tipos de cambio financieros mostraron una importante caída de precios en las últimas semanas. El dólar paralelo – pese a la suba de 2 pesos hasta los 148 pesos este viernes- es el que más bajo desde su pico a finales de octubre. La caída acumulada es de 43 pesos y es un indicio del cambio de tendencia en el mercado.

Lo mismo ocurrió con las cotizaciones de los dólares operados en la bolsa. El contado con liquidación anotó este viernes un precio de 141,86 pesos. No tuvo cambios respecto de la jornada previa pero bajó 40 pesos desde el record del 22 de octubre.

Las caídas no fueron espontáneas sino que se explicaron por la política coordinada del equipo económico para frenar la volatilidad del tipo de cambio financiero, ponerle límites a la brecha cambiaria y bajar los dólares no oficiales.

En la estrategia liderada en las oficinas del Ministerio de Economía hubo cuatro medidas de política económica que fueron claves. Un consultor con diálogo directo en el Palacio de Hacienda las resumió en forma simple.

“El Gobierno avanzó en colocar más deuda en el mercado de pesos, en mejorar el rendimiento para el ahorro en moneda local, en facilitar el volumen del mercado de contado con liquidación e intervenirlo a través de operaciones con bonos, y en frenar la especulación con los pagos de importación y deuda”, dijo.

Cada una de estas medidas, según explicó, fue consistente para contener presiones y reducir expectativas de devaluación. En el caso de la colocación de la deuda en pesos el objetivo fue reducir tanto el exceso de liquidez del mercado interno como encontrar un mecanismo alternativo al financiamiento del Banco Central.

Por el lado de facilitar la operatoria del contado con liquidación el argumento oficial fue la necesidad de sumar mayor cantidad de operaciones y volumen a ese mercado. Se trata de una situación necesaria para reducir saltos de precios abruptos propios de un mercado con pocas transacciones.

La medida se acompañó con otra herramienta clave para frenar la volatilidad que fue la intervención con bonos de organismos públicos en estos mercados para ponerle un límite a las subas de la cotización de los dólares financieros.

En tercer lugar se aplicaron subas graduales de las tasas de interés tanto para ahorristas de plazo fijos como para los instrumentos en los que invierte el sistema financiero. 

Esta estrategia de mejorar el retorno de las inversiones en peso apuntó a limitar incentivos a la dolarización. Con tasas de interés muy bajas los préstamos que debían ir a producción tenían efecto en el mercado cambiario.

El cuarto instrumento de política económica estuvo vinculado con controles más sofisticados para frenar la especulación con las importaciones (las empresas locales en los últimos meses habían adelantado pagos en el exterior para traer mercadería e incluso saldado deuda con sus proveedores externos).

Entre los informes de los economistas del mercado circulan también otras explicaciones para plantear que a fin de año puede moderarse las presiones cambiarias por elementos estacionales. Principalmente destacan que las empresas aumentan su demanda de pesos para pagar aguinaldos y ocurre lo mismo con los consumidores que hacen gastos extra en moneda local vinculados con las fiestas y las vacaciones.

“El clima financiero se encuentra más tranquilo aunque el equipo económico mantiene por delante desafíos importantes”. Así lo planteó el consultor que conversó con Página 12 y aclaró que uno de los datos claves será la evolución de las reservas.

Este viernes el Banco Central mantuvo la racha de compra de divisas en el mercado de cambios oficial con 20 millones de dólares. En la semana hubo días que, según fuentes del mercado, se pudo comprar hasta 60 millones.

Las cifras son moderadas pero permiten una estabilización para las reservas. Durante diciembre la autoridad monetaria acumula compras netas de dólares por 157 millones. El monto no es despreciable si se tiene en cuenta que en noviembre vendió 409 millones de dólares y en octubre unos 1090 millones.

Al revisar el promedio histórico de las intervenciones mensuales en el mercado de cambios entre 2003 y 2019 se advierte que agosto, septiembre y octubre son los meses más complejos. El Banco Central en promedio terminó siempre negativo en esos meses. Por el contrario el resultado es positivo para noviembre y diciembre. Tan bien lo es para los meses de enero a julio.